Source Code es una adecuada mezcla entre thriller y ciencia ficción. Los infortunios del protagonista, los secretos de su historia y el desarrollo de los hechos engloban los puntos fundamentales de la misma.
El ritmo acelerado nos deja perplejos a la hora de intentar descifrar el misterio oculto y, centrado en el personaje, la historia se vuelve mas impredecible e interesante.

Una combinación de violencia, sangre y psudo-horror, que decae por un guion un tanto aburrido, desconcertado y poco llamativo.
Lo único destacable de la película es su original idea (nunca antes pensada) y la actuación de Wakefield, ya que el resto no aporta nada de nada (ni siquiera el propio Hawke).

Impactante, dedicada y especial.
Supera ampliamente a su precuela ya que recrea un escenario desesperante, tétrico y perturbador.
La tensión generada y la desesperación infinita son características triviales en la historia, que produce empatia por los personajes y terror por la narración.

Ema nos regala una historia intrépida, tensa y dramática, con escenas cargadas de luces, colores y baile, y funcionando como un escape a una trama triste y quebrada. Una muestra artística que nos hará viajar, reír e incluso llorar, reflexionando sobre cada escena que se nos presente.

Combinación interesante de guiños clásicos del terror con toques humorísticos y negros. Dejando de lado las clásicas películas del genero, esta película nos entrega una idea divertida y fascinante, con giros tan inesperados como imposibles.
Su historia, ajena al terror convencional, se mantiene divertida, inteligente y genuina, pero que decae en actuaciones, música y estética.