Imagina que estás en la terminal de salidas de un aeropuerto y un tropiezo entre dos personas da pie al siguiente diálogo para despedirse:
- Tengo que coger un avión
- Yo también ¡qué casualidad!

Aha, casualidad, claro, porque en una terminal de salidas la gente suele esta plantando lechugas. Pues eso es lo primero que podemos ver en esta cosa llamada película, tan tan tan tan mala que por supuesto la tengo en mi colección de cine FrikiMierder.

Vamos a los personajes:
- Una señora que viaja con el perro, pero según ella el que viaja es el perro y ella lo acompaña
- Una escritora viuda (la que tropieza con el siguiente personaje)
- El vicenosequé de la compañía, que tiene ganas de mojar con la escritora y se sube a su avión para hacer de azafato.
- Un indio que mira en vídeo demoliciones de edificios
- Dos paletos racistas y coñazos a más no poder

Y vamos al "argumento:
El sol está lanzando llamaradas solares más intensas y, claro, como nuestros amigos van en un avión pues se empieza a liar. Y ya.

He titulado esta crítica con mi frase favorita de la película. No haré spoiler, sólo digo que se pronuncia en una de las peores muertes de la historia del cine. La he visto en bucle una y otra vez.

El argumento de esta cosa que parece una película es novedoso. Hemos visto el desarrollo mil veces con catástrofes y monstruos, pero aquí el enemigo a batir es una planta.

No falta el científico que va por libre y quiere comerciar con las semillas del Edén que ha encontrado. Pero una cae al suelo y sólo con eso se lía parda. Las raíces crecen a una velocidad de vértigo rompiendo carreteras y engullendo todo lo que encuentran a su paso.

Como suele ser típico, el ejército entra en acción utilizando la fuerza, pero al final hay que usar más la cabeza... lo cual es curioso porque esto no tiene ni pies ni cabeza.

Como fan del cine FrikiMierder tiene mi 9 y la he visto dos veces para disfrutar de todos sus matices. Si eres una persona normal no le darás más de un 1.

La idea parece interesante y comienza bien, pero se va diluyendo a marchas forzadas.

Lo mejor es comprobar que se puede rodar una película con una única actriz, que lo hace bastante bien, la verdad.

Por lo demás... sólo dura 75 minutos, pero le sobran 60, se hace larga.

Los diálogos de la voz en off son en ocasiones muy lamentables, con frases y expresiones de vergüenza ajena.

Y cuando crees que no puede ir a peor... ¡tachán!

Se hace algo lenta pese a su perturbador comienzo. Y, aviso, de terror no es y tampoco la definiría como un thriller. Es ciencia ficción sin más y rebosante de tópicos que no puedo contar sin hacer spoiler.

¿Demonios? ¿Extraterrestres? ¿Malos tratos? Quien mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán... y a esta película le va como anillo al dedo porque el intento de mezclar tantos temas termina dando como resultado un guión mediocre.

El policía de pueblo, la agente del FBI que viene a investigar lo que los agentes locales no pueden... nada nuevo.

Actores lamentables, escenografía cutre, argumento de patio de colegio y escenas que se hacen eternas.

Si me dicen que esta película es un proyecto fin de carrera me lo creo. Es una absoluta basura, pero, ojo, grabada como si pudiese ser buena. Y esto es importante porque hay películas malas grabadas sin pretensiones y otras, como esta, grabada esperando ser buena. Y AHORA ES CUANDO PONGO BASURA EN MAYÚSCULAS.

Una pérdida total de tiempo, mira que lo intenté, pero los últimos veinte minutos los tuve que ir pasando rápido para poder decir que la he sufrido.