Los detectives de verdad no son super heroes que solucionan los casos en 45 minutos como los de CSI. No son gente super divertida y enrollada como Castle y Becket. no son cerebros privilegiados como Holmes y Watson.

Pero los detectives de verdad, tampoco son unos chiflados con problemas psicológicos que pueden poner en peligro a cualquiera que se le ponga por delante.

McConaughey y Harrelson interpretan a dos personajes al límite, con muchos problemas encima. Tan complicados que se vuelven el principal tema de la serie por delante del caso.

Esto que ya ocurre en otras series como The Killing, el Puente o La Caza, lastra la historia que, en efecto podría ser interesante, pero el ritmo lento las convierte en algo soporífero.

Por cierto, El único policia algo auténtico que recuerdo haya protagonizado una película es Manolo Morán en Manolo, Guardia Urbano.