Sobresale en su apartado de producción, música, montaje. Excelsas actuaciones de Daniel Day Lweis, Sally Field y Tommy Lee Jones. Cuenta con los mejores diálogos, una historia política que no deja a un lado la vida privada del emblemático presidente.
Tiene escenas inolvidables como solo el Sr. Spielberg sabe hacerlo: Los votos en el congreso de la casa blanca, la discusión con la señora Lincoln, el presidente recorriendo el campo con muertos en batalla, Tommy lee Jones otorgandole la aprobación de la 13ava enmienda a su esposa negra, la muerte de Lincoln.
Patriota, nacionalista, un guión casi perfecto; pero no la considero la mejor del año.

Este filme no trata en sí de Jason, pero cuenta su historia, y fue el motor para que arrancaran todas sus sagrientas secuencias. La importancia de esta película radica en su originalidad e inventiva en las formas para matar personajes, el utilizar parajes lejanos e inhóspitos como cabañas abandonadas en medio del bosque con la atracción del vouyerismo y el sexo; dichos ingredientes son ahora un cliché pero en aquella época fueron un trancazo por y para el cine de horror. Es bastante buena y definitoria para la avalancha de películas de horror ochenteras. Y qué decir de nuestro idolazo del machete Jason Voorhess que aparece hasta la segunda parte.

Thriller sencillo de suspenso ejecutado con destreza, tensión, nervios de acero y retorcedor de estómagos. Calidad técnica en sus encuadres y tomas panorámicas. Las 2 actrices convencen sobradamente, las situaciones están hechas para provocar estrés y lo hace con solvencia. Es la misma historia vista en otras películas con un tiburón, cocodrilo y demás aberraciones, ahora con una torre de telecomunicaciones y agregamos buitres, muy efectiva. Cuídense los inútiles que sufran de acrofobia, las escenas de la estructura son demasiado realistas y abrumadoras. El soundtrack con la canción principal es estupenda. Es quizá la película de escalada más cargada de suspenso que haya visto. Cine palomitero de altura.

El matrimonio Warren regresa con otro caso ubicado en 1981 sobre posesiones demoníacas y maldiciones, más en la linea de thriller paranormal. El prólogo es intenso pero es la menos aterradora de la trilogía, falla un poco en atmósfera, a ratos es confusa y apuesta más por generar miedo en escenas oscuras, miedo que jamás se siente.
Vera Farmiga y Patrick Wilson es el pilar que sostiene la película con todos y sus letargos. Química increíble tienen ambos y estupendos actores. Es salvable, siempre tiene algo que contar pero el nivel es menor comparado con las 2 anteriores. La escena de la cama de agua también merece mención. Es terror en piloto automático, a veces bien narrada, a veces no, en ocasiones aburrida, pocos "jumpscare", su apartado visual nada innovador. Tal vez el cambio de director afecto. Correcta nada más.

Recuerdo haberla visto en cines y me dejó impactado por los efectos especiales y el estruendoso sonido, era allá por 1997, los cines cimbraban, mi primer película de catástrofes y al pasar los años la considero de las mejores, sin importar su absurdo argumento ni situaciones inverosímiles, es todo lo que una película de este rubro debía tener y le sobra. El aparatoso final con el edificio derrumbandose ante los ojos de Tommy Lee Jones es una combinación explosiva de tensión y suspenso. Los mejores efectos de lava que se hayan visto.