Supera las expectativas, ofrece más de lo que uno espera, seas fan o no. La historia se sostiene sola con aventura, acción, épicas batallas, algo de humor y ciencia ficción.
Efectos visuales y sonoros soberbios, banda sonora estruendosa y una técnica asombrosa en los enfrentamientos de los 2 titanes. Y efectivamente hay un ganador. Tiene un ritmo endiablado, acelera y jamas aburre.
Adam Wingard, el director no da tregua y todo se convierte en un festín repleto de efectos digitales y fuegos artificiales entretenidísimos. De hecho, tiene un estilo ochentero en muchas escenas con luces de neón. El enfrentamiento en el océano y la pelea en Hong Kong son ya suficientes para alabar a Godzilla vs. Kong. La forma en la que han unido los dos universos es más que aceptable yendo un paso más allá proponiendo conceptos, basado en algunas teorías científicas, alojado en el centro de la tierra y donde descansa un ecosistema propio. Un lugar donde los personajes viajan en un tramo y parece el mejor cómic pulp de aventuras con tintes fantásticos. Godzilla es tratado como un ser malvado, un tono estupendo y que le hace regresar a esa figura de destrucción masiva y terrorífica. Kong es un monstruo en el que es más fácil empatizar y logra crear una conexión más emocional que Godzilla, siendo éste, una maquina destructora y agresiva.
Rebecca Hall, una primatóloga especializada en Kong y que tiene como protegida a una niña (Kaylee Hottle) indígena, huérfana y además sordomuda con capacidad para comunicarse con el simiesco. Son los personajes más entrañables. Acompañan Alexander Skarsgard, la pésima actriz Eiza González, el villano Damian Bichir y de nuevo Millie Bobby Brown. Decae con algunos personajes metidos a fuerza y alguna que otra situación absurda.
Demoledores 25 minutos finales sin descanso repletos de rayos y destrucción, un verdadero parque de diversiones. Es ruidosa, avasalladora, espectacular e impactante. Godzilla vs Kong, contra todo pronóstico, se ha convierte en uno de los blockbusters del año.

El regreso triunfal del hindú M.Night Shyamalan, hacedor de genialidades como "Sexto sentido", "El protegido", "Señales", "La aldea". Una película de horror con un manejo del suspenso elegante y efectivo. A ésto le añade un toque de negrísimo humor y un drama que sostiene la sencilla pero contundente historia. El formato "Found Footage" como no se había visto, tomas claras, precisas y fijas. Nada de cámaras mareantes. Un tramos final de 30 minutos de desasociego y tensión rompedora de nervios. Y unas interpretaciones de adolescentes extraordinarias. La abuela se lleva las palmas. Una buena y recomendada opción de cine de suspenso independiente. Poco presupuesto e ideas renovadoras y libertad creativa.

Una genial película anti-navideña con una bizarra mezcla de comedia y horror. Crítica social entorno a las épocas y celebraciones familiares y el consumismo desenfrenado en la navidad. "Krampus" es en parte muy similar a "Gremlins" y hasta mejor. Sus primeros minutos arrancan las carcajadas pero también hay lapsos aterradores y llenos de tensión. Es una noche sin paz, una navidad sangrienta, una pequeña joya del género. Las actuaciones son extraordinarias, inolvidable la Tía Dorothy (Conchata Farell), divertidísima. Es un carnaval grotesco de criaturas muy bien hechas y con un toque macabro exquisito. El demonio Krampus que castiga a quienes no creen en la navidad es imponente; así como sus secuaces, un payaso de juguete carnívoro, un oso de peluche asesino, una muñeca infernal alada, galletas de jengibre malditas y duendes. Tiene un estilo ochentero que recuerda las mejores películas en su género. Un gran acierto que se difruta al máximo con sus gamberradas, sus toques violentos y criaturas.Si quieres ver una película navideña nada cursi, ñoña y empalagosa, tienes que verla. El final sugiere una tomadura de pelo hasta que Krampus nos obsequia una descenlace brutal. Muy buena.

Tuve la "oportunidad" de verla en DVD y debo decir que es una mega porquería, mediocre drama en el Japón feudal con acción estilo Hollywood protagonizada con el actor más inexpresivo Keanu Reeves.
No capta el interés jamás ni con sus elementos de fantasía como criaturas, dragones y brujería. A la vista es agradable por la fotografía y los colores pero es hueca, mala como el arsénico, originalidad cero. Los escenarios impecables pero se nota el digitalizador y los fondos sobrepuestos, si van a ayudarse del ordenador háganlo bien. Patética, muy absurda, unidimensionalidad a todo lo que da en sus estúpidos personajes. Ni aire épico tiene ésta pequeña mierda. Jubilen a Keanu Reeves, sino fuera por cierto carisma jamás sería conocido, tiene la expresividad facial para transmitir emociones de una puta licuadora. De las peores del 2014.

Una pretenciosa película de atracos de obras de arte aderezada con "acción" y un humor totalmente insípido, torpe y nada inteligente, chistes pésimos, un guión desangelado que no va a ningún lado ni interesa en lo más mínimo. Johnny Depp está bien, pero sus papeles de gloria no se ven aquí. Su actuación es aceptable por la calidad del actor pero el anacronismo de la película no le ayuda. Un gran fracaso para éste astro que a últimas fechas ha tenido tremendos tropiezos cinematográficos (El llanero solitario, Trascendente). Su salvación será la secuela de "Alicia in Wonderland" o "Piratas del Caribe 5". Una bufonada poco graciosa, un nefasto guión y una ausente dirección hacen de ésto un pedazo de chatarra desechable.