Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de SCuenca
<< 1 3 4 5 10 58 >>
Críticas 286
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
10 de febrero de 2014
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una sensación de demasiada indiferencia es con la que salí de la sala al ver La LEGO película. Quizás porque creo que hacer un film sobre los bloques de juguetes es demasiado excesivo, más aún cuando no hay una trama sumamente atractiva que pueda engancharte o te llame la atención.

Porque el problema no reside en LEGO, es decir, su concepto de juguetes, sino en que nos encontramos ante una historia para un público demasiado infantil, en otras palabras, es perfecta para llevar a los pequeñines al cine y que disfruten de las aventuras de Emmet y el dilema de ser el elegido para salvar los diversos mundos de la destrucción del Señor Negocios, dispuesto a acabar con todos.

No es difícil adentrarse en el universo LEGO y disfrutar tanto de sus personajes como de los diversos ambientes construidos, los cuales son fantásticos algunos de ellos, tales como la ciudad, carreteras, la casa de Emmet, etc. Y sobretodo la incursión de algunos personajes conocidos como Batman que ayudarán a que la historia tenga más fluidez. Todo esto como digo, es lo que me encanta y fascina de estos juguetes, con los que nunca o casi nunca he tenido trato de pequeño, al igual que con otro tipo de juguetes como los Meccano o los Scalextric.

Volviendo a la trama en cuestión, nos encontramos ante un personaje tan bonachón como es Emmet, el cual está en un mundo (aquí la semejanza con el mundo real) en el que se esfuerza por integrarse sin lograrlo. En parte por la hipocresía existente de la sociedad en la que vive, y porque siempre ha sido una persona que ha seguido todo a raja tabla (se rige siempre por seguir las instrucciones), sin ir más allá de sus capacidades, desconociendo su potencial.

Hasta aquí todo bien, pero a la hora de que nuestro protagonista sea acompañado en las aventuras que debe continuar para impedir la destrucción del mundo, los personajes como Batman o Lucy no logran darle ese “chispazo” necesario para hacer que Emmet se encuentre más arropado o potenciado. Todo lo contrario. Además, vuelvo a remitir que nos encontramos ante una historia que por desgracia sabes cómo va a acabar, haciéndote a la idea de a quién representa Emmet y a quién el Señor de Negocios.

El imaginario mundo de LEGO que se nos muestra es fascinante, completo, imaginativo y perfecto, pero aún está a años luz de llegar a un público más generalizado debido que como he comentado, existen limitaciones que hacen que podamos englobarla dentro del mismo nivel de otras cintas de animación como Frozen. El reino del hielo (203) , Los Croods. Una aventura prehistórica (2013) o la misma Toy Story (1994). Para que LEGO (en el cine) triunfe en un futuro deben mejorar sus historias. El nivel es muy alto y pese a que podemos dejarnos llevar por nuestra imaginación, lo que no podemos hacer es permitir que nos tomen por tontos. Si LEGO es capaz de hacer un imaginario mundo de bloques, estoy seguro que será capaz de hacer mejores historias.
SCuenca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
2 de enero de 2014
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras las angustias que sufrí al ver Anticristo (2009) en según que escenas, me volví un poco reacio a la hora de volver a retomar alguna novedad fílmica del danés Lars Von Trier. No obstante una cosa no quita la otra, pues sus historias sí me llaman mucho la atención y aún más su forma de contarlas, lo que lo convierten en un magnifico director a la par que provocador y porqué no decirlo, excéntrico según se mire.

Así pues, decidí embarcarme en Nymphomaniac. Volumen I* ya que había varios factores que me llamaban la atención. El primero, el de ofrecernos un relato erótico digno, cosa que ha logrado, y el segundo, el de comprobar el poco bombo que va a tener en las carteleras españolas, factor que he podido corroborar también.

La historia gira en torno a la vida adolescente de Joe (Charlotte Gainsbourg) a través de cinco capítulos en los que a modo cronológico irá contando su vida sexual a Seligman, el hombre que la encontró moribunda en un callejón. Ésta, a modo de agradecimiento, decide abrirse de esta manera a ese extraño.

En Nymphomaniac. Volumen I me encuentro con personajes muy interesantes que acaban calando hondo como el padre de Joe, interpretado por Christian Slater (Amor a quemarropa, 1993), siendo un personaje carismático por su adoración por la naturaleza, en especial por los fresnos, y su modo de educar a la protagonista. La irreconocible Uma Thurman (Kill Bill: Volumen I y II, 2003) también deja huella en uno de las escenas clave de las que dan qué pensar. Por el contrario, me encuentro personajes que parecen ser interesantes y sólo acabamos viendo pinceladas. Esto ocurre en el caso de los dos protagonistas, Joe y Seligman, de los cuales aún no sabemos mucha cosa (quizás en el Volmen II profundicen más) y lo poco que vamos sabiendo va resultando muy atractivo. No obstante, me gusta mucho como el pobre Seligman intenta siempre quitar hierro al asunto cada vez que Joe le relata algo que ella considera grave, haciendo éste una comparación ya sea con la pesca o con Bach. Después nos encontramos a otros personajes que ni fu ni fa como Shia LaBeouf (Disturbia, 2007) interpretando al chabacano Jerôme o Connie Nielsen (Pactar con el Diablo, 1997) dando vida a la odiada madre de Joe.

No obstante, el protagonismo casi absoluto de estos cinco relatos recae en Stacy Martin, quien ejerce de joven Joe, siendo a la que veremos en acción. Su monótono personaje, que acaba convirtiéndose en el reflejo de una sofisticada ninfómana, llega a calar hondo. Remarco lo de sofisticada porque llega a hacer del sexo su estilo de vida. Si para nosotros es habitual llevar unos zapatos para salir a la calle, para ella es totalmente lógico cepillarse a varios hombres al día. Todo ello de un modo planificado en el que no hay espacio para los sentimientos, ni el amor, ni las consecuencias que pueda conllevar hacerlo tanto con un hombres soltero como con un casado.

Al principio he dicho que nos encontramos ante un film erótico digno. Efectivamente lo es debido a que Nymphomaniac. Volumen I nos hace replantearnos moralmente los actos que realizan tanto los hombres como las mujeres, es decir, nos encontramos ante una ninfómana en todo su esplendor, que se fornica a los hombres como si los escogiera de un catálogo, pero, ¿Por qué lo hace? Porque puede, debido a que los hombres también acceden a entrar en el juego, siendo muchas veces no conscientes de dónde se están metiendo. En cambio, hay otros que aceptan plenamente que tras él vendrá otro a la hora siguiente a decirle palabras bonitas.

No obstante, hay dos aspectos que no me han gustado. Uno en referencia al inicio del film. El hecho de que Seligman por casualidades del azar acabe echando un vistazo al callejón y vea a lo lejos a alguien en el suelo, cuando la visibilidad y el ángulo real, hace que parezca muy difícil que una persona pueda percatarse de si hay alguien en dicho lugar. Creo que esta un poco cogido con calzador. Aún así, lo considero poco importante ya que el meollo de la historia es lo que viene luego y eso está bien. En segundo lugar, el contexto de algunas situaciones que quizás el director haya querido dramatizar, pero que acaban siendo hilarantes e incluso cómicas durante un rato. Por no hablar de las que te descolocan, como la música o algunas imágenes que no hay quien las entienda.

Por último mencionar algo sobre la provocativa promoción que se le ha dado a la cinta, siendo a mi gusto excesiva en referencia a la selecta gama de carteles que se hicieron sobre los diversos personajes en una pose de pleno orgasmo. Me imaginaba un film más fuerte en cuanto a contenido erótico, pero no sé, quizás no ha sido el bombazo escandaloso que tanto prometían. Eso sí, la cinta de Lars Von Trier rebosa descaro, sexo explícito (creo que aquí las chic@s se llevarán un chasco con Shia LaBeouf) y grandes reflexiones a borbotones, pero nada del otro mundo. De momento.

*: Para su estreno comercial se dividirá en dos partes. Hay una versión completa de cinco horas y media que sólo se verá en ciertos actos culturales.
SCuenca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
25 de diciembre de 2013
72 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces una gran cinta puede verse ensombrecida por los tiempos que corren. Quizás ese es el problema que me huelo que ocurrirá con esta maravillosa película que aborda temas tan transcendentales como la esperanza, la voluntad, el esfuerzo, los sueños y la felicidad por vivir la vida. Todo ello desde los ojos de Waltter Mitty, un hombre que se autorealizará como persona en un viaje que tendrá que hacer si no quiere ser despedido.

¿Por qué? Pues porque Walter Mitty (Ben Stiller) trabaja en nada más y nada menos que en la prestigiosa empresa LIFE, la cual está realizando una reestucturacción de personal debido a que dejarán de lanzar su edición en formato impreso para pasarse al digital. Esto conllevará despidos y las impertinencias de sus nuevos jefes para que encuentre la “quintaesencia” de la fotografía que les envió el prestigioso fotógrafo Sean O’Conell (Sean Penn) para LIFE, la cual utilizará para su próxima portada. Para ello tendrá que localizar al fotógrafo realizando un viaje por los sitios en los que éste ha estado. Una aventura y una motivación personal que Waltter Mitty asumirá.

Quizás sea un tópico, pero yo formo parte de ese “club” que no traga a Ben Stiller haciendo comedias que ni hacen gracia, ni entretienen, ni te dejan con un buen sabor de boca. Pero siempre digo que una cosa muy importante y difícil de asimilar es que no tener prejuicios y probar suerte. Arriesgarse, tal y como hace el protagonista en la cinta. A modo de metáfora, quizás el espectador debe dar ese salto como el protagonista y ver más allá de nuestra mente. El resultado acaba siendo el de un Ben Stiller que me ha encantado, a excepción de dos secuencias que no me han gustado un pelo, siendo una de ellas una mofa a El curioso caso de Benjamin Button (2008).

Por lo demás, no hay nada que objetar porque su personaje consigue transportarnos a un mundo no muy irreal del que conocemos. Kristen Wiig quizás es el ingrediente que hace que nuestro protagonista se motive lo que necesita para poder dar ese empujón. Es esa chica de la que se enamora Walter Mitty, con la que sueña y la que tiene en un pedestal.

No se engañen, porque La vida secreta de Walter Mitty es un film ameno, fascinante, divertido y en el que hay que dejarse llevar. Siempre he considerado que lo importante de una película es hacer que logre evadirte de la realidad en la que uno vive, durante un rato en el que los sueños, las metas, las oportunidades y demás son posibles. Yo pienso que esta cinta consigue con absoluta firmeza estos propósitos. No de forma permanente porque como he mencionado, lo que quizás lastra mucho son algunas escenas de humor con las que no simpatizo en absoluto. Quizás es un tipo de humor que yo no entiendo.

Recalcando lo que he dicho al principio, quizás es una cinta que necesitamos para recuperar esa sociabilidad que también hemos ido perdiendo con el paso de los años en los que las nuevas tecnologías se apoderan más y más de nosotros, volviéndonos unos seres fríos, inhumanos (lo que son claramente los jefes en este film) y sin sentimiento de culpa alguna.

Por último recalcar que en el fondo de todo este asunto, no hay que olvidar la extensa y absoluta promoción que esta cinta supone para la revista LIFE, la cual imagino que habrá aportado o recibido algún tipo de financiación. Con todo ello, si se ha hecho una película sobre Facebook, ¿por qué no sobre una de las revistas más prestigiosa existen?
SCuenca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
13 de diciembre de 2013
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cruelmente realista. Así es como se reflejan los hechos en el tercer largo de Steve McQueen (Shame, 2011), el cual vuelve a ofrecer una obra magnífica, aunque creo que personalmente debería haberse codeado menos con la industria, ya que se nota que no nos encontramos ante una cinta 100% pura del director británico como en las anteriores. Simplemente hay que ver la aglutinación de rostros conocidos o la propia banda sonora compuesta por Hans Zimmer para darnos cuenta de ello. Pero no nos preocupemos, porque el propio McQueen se ha encargado de que esa esencia “indie” prevalezca aún, llevando a cabo y rabo una historia muy bien contada, con momentos dignos para la memoria y un sabor agridulce, de esos que le suelen gustar tanto a él como al espectador.

Año 1841, Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor) es un negro libre que vive con su esposa e hijos en Nueva York, siendo un reputado músico violinista que toca para la alta sociedad. Todo va bien hasta que un par de hombres le ofrecen una suculenta oferta de trabajo en la que aparte de estar muy bien remunerada, deberá desplazarse a Washington. Allí es engañado, desplazado de un lugar a otro del país, pasando por varios dueños en una odisea de nada más y nada menos que de doce años.

Nos encontramos con una historia seccionada en varios capítulos si lo pensamos bien. El motivo por el cual yo lo percibo así es porque cada “capítulo” de la vida de Solomon que vamos viendo a medida que la cinta va transcurriendo, va topándose con una serie de personajes muy distintos pero que tienen su razón de ser en la historia. Véase por ejemplo el personaje de Benedict Cumberbatch (Star Trek: En la oscuridad, 2013), forzado por las circunstancias de su tiempo a aceptar las leyes esclavistas y la trata de esclavos en su plantación. Un buen hombre (a mi modo de ver) forzado por los tiempos en los que vive a hacer cosas que no desea. Quizás la palabra más adecuada es: un hombre con conciencia.

No obstante, esto es lo que menos abundaba, siendo como es evidente, algo normal y totalmente aceptado que uno con los esclavos podía hacer lo que le pareciera. Es aquí donde entran Paul Dano (Prisioneros, 2013) y Michael Fassbender (Prometheus, 2012). Hombres sin alma, sin una prospección de futuro. Demonios que pagan sus penas con los negros que adquieren y que para desahogarse de sus malas vidas torturan hasta la muerte sin compasión, sin remordimiento. Sin importarles. No hay conciencia. Y si la hay, son plenamente conscientes que ya es tarde para poder redimirse de todos los pecados cometidos.

No obstante a Steve McQueen le gusta que el espectador se quede con los pequeños detalles, aquellos que pese a ser pocos, son los que más calan en la retina. Escenas englobadas dentro de la normalidad de su trama que recalcan y ahondan en la herida de esa sociedad norteamericana dividida en tiempos en los que la esclavitud empezaba a no ser vista con buenos ojos, a ser cuestionada por los propios ciudadanos llevándolos al principio de un conflicto que perduraría durante el siguiente siglo.

Para hacernos una idea, 12 años de esclavitud puede ser perfectamente ese embrión en fase de gestación que acabaría eclosionando con las ya personalidades conocidas como son Martin Luther King o el propio Kennedy, hasta llegar al presidente Obama.

Pienso que ha sido una historia que hay que ver y entender en su contexto. Es un relato digno de ser visto y que el propio McQueen ha sabido contarnos de una forma impecable, sabiendo que su estilo es el de hacernos pensar, cuestionándonos a nosotros mismos. Lo ha conseguido de nuevo.
SCuenca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
9 de diciembre de 2013
48 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mantener la frescura con los años. Pienso que es lo que hacen en la actualidad tanto Arnold Schwarzenegger como Sylvester Stallone. Son dos actores plenamente conscientes de que el tiempo y los años no perdonan a nadie. No obstante, ello no es sinónimo de hacer cine de peor calidad, pero sí de saber cuándo tomarse las cosas en serio o a cachondeo (como ya ocurre con Los mercernarios). En Plan de Escape, pese a predominar el drama, siempre hay oportunidad para inyectar su correcta dosis de humor en momentos puntuales.

Nos encontramos con Ray Breslin (Sylvester Stallone), un hombre con un peculiar trabajo que consiste en entrar a modo de infiltrado en prisiones de máxima seguridad para luego fugarse y detallar todos sus puntos débiles al responsable del lugar para reforzarlo. No obstante, el reto se le presenta a Breslin cuando le ofrecen la oportunidad de ir a una prisión que está fuera de los límites de la sociedad, donde no hay legislación que mande ni leyes que imperen. Tras aceptar la jugosa oferta, no será consciente de la magnitud del problema en el que se ha visto envuelto hasta que vea que pese a ser un experto en fugas, no puede salir de esta nueva prisión, ya que él mismo ha sido quien la ha diseñado. Allí conocerá al enigmático Church (Arnold Schwarzenegger) con quien empezará a congeniar pese a no ser de fiar.

Me gusta y mucho todo el reparto que hay en la cinta porque los secundarios que hay también son plenamente conocidos por el público o por lo menos les deben de sonar. Algunos son de incluso primer nivel como Sam Neill (Horizonte Final, 1997), quien ejerce de doctor de la prisión y que se cuestionará la moralidad de sus actos. Vincent D’Onofrio, encarna al dubitativo socio de Breslin que maneja la parte financiera de su trabajo. James Caviezel (La pasión de Cristo, 2004) es el villano por excelencia de la trama, siendo el estrambótico alcaide de la prisión donde se encuentra encerrado Breslin, el cual no se lo pondrá nada fácil. Junto al alcaide nos encontramos a Vinnie Jones (El vagón de la muerte, 2008), ejerciendo de mano ejecutora, siendo el encargado de realizar el trabajo sucio que el alcaide manda realizar. También es interesante el papel que hace Faran Tahir como Javed, preso musulmán que compartirá recreo con los protagonistas, el cual me acordé de él por su interpretación en Iron Man (2008). Aquí, está correcto. Y por último en lo referente a secundarios, Amy Ryan (The Wire (Bajo escucha), 2002-2008), mano derecha de Breslin que velará en todo momento por saber su paradero y liberarlo de la trampa en la que lo han metido.

Por lo que respecta a Sylvester Stallone (Rocky, 1976) y Arnold Schwarzenegger (El último desafío, 2013) no hay mucho que decir aparte de que me han gustado los dos por igual. He podido comprobar que siguen siendo dos grandes actores y lo más importante: que funcionan muy bien juntos.

No obstante, no nos quedemos simplemente embobados por la presencia de los actores, porque la cinta en sí, presenta muchas sorpresas y giros de guión bastante espectaculares o por lo menos para sorpresa mía, yo no me los esperaba. La previsibilidad no tiene cabida por lo que concierne a su trama, pero quizás si a su desenlace final, el cual pienso que puede ser a lo que menos importancia habría que dar. Pienso que es una cinta disfrutable, entretenida y que sabe aprovechar bien todo lo que sucede en un escenario tan aparentemente reducido como es una prisión.

En definitiva, pienso que Sylvester Stallone y cía han sabido adaptarse bien a los nuevos tiempos y que es evidente que ya no son lo que fueron, pero quizás el público sigue sin ser consciente de ello, viéndolos con los mismos ojos, siendo en parte comprensible el hecho, pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Ellos lo están haciendo con sus más y sus menos, ¿Y tú?
SCuenca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 10 58 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow