Corea está haciendo un cine alucinante y a algunos nos está haciendo enormemente felices. En este caso nos encontramos ante una cinta llena de géneros, comedia costumbrista, thriller policíaco, drama y terror, lo que se lleva con bastante maestría y gusto. La construcción de los personajes es fantástica y la tensión dramática mantenida es impecable. Su único problema es la arbitrariedad de ciertos sucesos de relevancia en el guión, los cuales no se justifican lo suficiente.

La historia me llega a través de diálogos, las emociones me son subrayadas por una voz en off mientras veo actores y actrices actuando, que no sintiendo. En la pantalla no ocurre nada, gente hablando contándote la trama, gente triste en un sofá, nada que llegue a creerme del todo, y todo ello adornado con colores muy llamativos y una fotografía espectacular, que es parte del cine, pero no lo es todo.

Es alucinante como Spielberg convierte cualquier drama en puro entretenimiento sin que chirríe en exceso, a parte de otras, esa es su gran virtud (o defecto). Y si encima pones a Tom Hanks, que te tranquiliza con su sola presencia y a Mark Rylance, que nadie conocía hasta que ganó el Oscar por esta película, tienes una curiosa película de espionaje de andar por casa, sin disparos y con muchos señores hablando de sus cosas y que aún así te mantiene pegado a la pantalla. Con moralina yanki incluida que hay que saber ignorar para disfrutar de esta estimable película.

Una pelicula que aporta cosas interesantes, pero no termina de decantarse por un género concreto, ni te ries, ni te indignas, ni te conmueve. Pitt hace la peor interpretación de su carrera con diferencia, seguramente mal dirigido por alguien que ha sido incapaz de ver que sus manierismos son más propios de un sketch de Saturday Night Live que de un film serio.

Es increíble cómo esta cinta ha conseguido hacer buena la primera parte, ya bastante vapuleada por la crítica en su día. Jeff Goldblum y su testimonial papel en esta película no son suficientes para levantar un completo desastre. Es un blockbuster que copia de memoria a su predecesora sin atino ninguno. Todo es descaradamente artificial y descabezado, no hay nadie al volante, las escenas se suceden sin un verdadero hilo que las una, los personajes aparecen y desaparecen en los distintos escenarios sin motivo alguno, ni siquiera la acción nos sirve ya para entretenernos. Hollywood debería recordar que para que nos importe lo que pasa en pantalla primero debemos conocer quién la protagoniza, y aquí lo que les pase a todos y cada uno de los personajes humanos nos la trae al pairo, y así te aburres.