Creo que va más allá de lo "agradable" y corre el riesgo de parecer subvalorada con apelativos así. Fiel a la tradición danesa, es intensa, profunda, sumamente psicológica. Axel consigue unir calidad pictórica y densidad conceptual. El reparto, excelente, logra transmitirnos todo el arrepentimiento, la nostalgia y el conflicto de sus personajes.

Pese a ser algo lenta, merece un aplauso. Lejos de lo comercial tanto en su concepción como en su desarrollo, resultó una dulce ironía que tuviera semejante éxito de taquilla. Jodie Foster en el segundo mejor papel de su vida (me quedo con el amor platónico del Dr Hannibal), apelando a lo más íntimo, a lo apenas diferente del silencio. Y Liam Neeson a su altura, bastante convincente. Es una buena opción, si se tiene paciencia.

Interesante argumento, del que se pudo haber sacado algo mejor. Un Geere carismático y ansioso (típico hombre moderno-neurotico de principios de los ochenta) encarna al protagonista-víctima de su propio sino, de su estilo de vida. Hutton, acartonada en ocasiones, está un escalón abajo. La película es técnicamente interesante, pero no completamente gustadora: el espectador queda insatisfecho, con la sensación de que ha sido estafado.

Bastante madura para ser una serie animada, llena de enseñanzas. Me encantaría que mis hijos la vieran, y no tuvieran encima ese montón de basura violenta y terrorífica que la tele ofrece en la actualidad. Dista mucho de ser una obra maestra, sin duda alguna, pero es una belleza. A más de un adulto le convendría verla, a ver si dejamos de matarnos entre hermanos y a solucionar los problemas con sensatez y raciocinio.

Una buena opción para los que quieren una buena historia de la vida real, con sendas actuaciones de Robert De Niro y Cuba Gooding Jr. Tillman supo llevar al cine una situación y un personaje verídicos, mantener un aceptable nivel estético y satisfacer la sed de finales felices de la sociedad posmoderna. Para quienes quieran ir más al fondo, un buen abrebocas a propósito del racismo y el irrespeto a los derechos de los afroamericanos por parte de una nación que siempre se ha ufanado de ser campeona de la democracia (cosa que dudo bastante).