Jardín de flores raras es este dichoso cine.

¿Y el jardinero del jardín?

Multiformes artífices se reparten sus hábitos.

Para jardinear como Dios manda hay que tener alguna dureza en el tronco, no basta con
saber y sentir. El jardinero de este jardín debe ser un raro y un olvidadizo, un pedante y a veces un goloso.

Yo creo que la jardinería del cine es cosa nunca susodicha ni sabihonda.

Por eso a veces ciertas flores hacen jardín aparte, y alguien por ahí se molesta.

¿Acaso la Luz, al cruzar por ese Túnel Astral reaparece luego en otro Universo, mutada, transfigurada, siendo esta luz de nuestro mundo la sombra de otra Luz más verdadera? ¿Habrá que dejarse ir, también succionado por un Hoyo Negro, para poder alcanzar un estado posible, aunque nunca imaginado ni por los más grandes soñadores del Ansia?

MIGUEL SERRANO, "NOS, el libro de la Resurrección".

Es una película que nos habla del materialismo y
el sensacionalismo. Nos habla de algo que le
gustaría al sado-masoquista mundo en que vivimos.
La autodestrucción y luego la resurrección de los Justos (elegidos con pinzas).
Algo que repugna el sentido común

Nos habla de algo que los niños no merecen sufrir, pese
a que en un omnibus donde yo viajaba, pusieron 2012 y en los
primeros asientos iba una mamá con un niño pequeño,
que se deshacía en preguntas, que la mamá no podía
responder, desesperada.

Tras todas esas preguntas subyacía una, borrosa y negra, que
el niño podía apenas articular. La pregunta por el futuro de este
planeta, que destruimos cada día con nuestros gestos tanto como
con nuestras ideas.

El desierto avanza, y si avanza es por la incapacidad del océano y de la mente
para hacerse cargo de los espacios disponibles.

Cosa tan simple como esta la entiende Greenaway, director
que ha decidido llegar a encarnar la libertad absoluta en el cine,
luego de entender ciertas reglas fundamentales
y manejar el Ritmo y la Luz como nadie. Eso le viene de una extraña escuela
y de ser pintor y además coleccionista visual sin escrúpulos.

Sí, porque su afición a hacer listas y catálogos lo emparenta
con antiguas generosidades artísticas, ya olvidadas
por esto del desierto que avanza.

Aquí hay una pasión poco vista y luego un desparpajo divino.
Y luego una sutileza indolora. Estas tres cosas hacen un hatillo de
flores diminutas que enaltecen cualquier película. Cosa rara es este
primer capítulo del maletaje tulseluperiano, pese a que este personaje es
antiguo y tiene su saga anclada en los primeros experimentos de Greenaway.

Sí, el desierto avanza y no es por ausencia de flores ni avaricia de arenas.

Pensando en lo que provoca y en lo que enmascara esta película, se me ocurre que la única crítica para mí posible sería una con mínima cantidad de palabras...Crítica significa entrar en crisis y sin embargo hay películas que nos provocan algo parecido a un deshielo, una desaparición momentánea en el mundo de las formas...

La máscara que surge
La mano que se hunde
Silencio