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España España · Zaragoza
Críticas de Hilodeseda
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Críticas 296
Críticas ordenadas por utilidad
7
24 de noviembre de 2016
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No predominan precisamente las comedias en los festivales de autor que recorren el panorama nacional y europeo. Película que se reciben como un soplo de aire fresco dentro de una programación plena de historias trascendentes y de necesarios ejercicios analíticos postrero. La producción mexicana 'Almacenados' llega de la mano de Jack Zagha Kababie, realizador nacido en Ciudad de México que ya logró alzarse con el premio del público en la SEMINCI del 2014 gracias a su segundo largometraje 'En el último trago'.

La película explota una variante muy utilizada en la historia del cine: adaptar una obra teatral. Se trata de la obra escrita por David Desola y que el propio autor adapta para la gran pantalla. Como suele suceder en estos casos, la historia explota de manera brillante un espacio reducido donde los pocos o mucho intervinientes -muy pocos en este caso- tienen que explotar unos dialogos brillantes para compensar la ausencia de elementos externos. Sin lugar a dudas en 'Almacenados' se logra el objetivo. La película es brillantemente exitosa. Hilarante en varios momentos refleja la diferencia generacional existente entre dos trabajadores a la hora de enfrentar un trabajo: el primero, un veterano trabajador a punto de jubilarse; el otro, un joven aprendiz que debe de aprender el oficio en los pocos días que van a coincidir.

El guión es muy inteligente y sin duda se consolida como una de las más serias opciones de conseguirlo, con permiso de 'Paradise', 'Glory' o 'Manchester frente al mar'. 'Almacenados' aprovecha los elementos a su disposición para provocar en el espectador una sensación placentera durante todo su visionado. También tiene espacio para el drama, pero en menor medida. El tándem Kababie/Desola logra conseguir con una economía de medios espectacular como un almacén, dos empleados (geniales tanto José Carlos Ruiz, quien ya trabajara con Kababie en 'El último trago'; como Hoze Meléndez, ambos con una estupenda pronunciación y dicción, algo habitualmente problemático en las películas latinoamericanas y que aquí -para tremenda alegría- no afecta) y un reloj logran cubrir con gran éxito los amenos 90 minutos de metraje.

Una película con recorrido comercial que dejará frases para el recuerdo. Muy recomendable.

Lo mejor: El guión y el trabajo de la pareja de actores.
Lo peor: Que las comedias no se premien como debieran.

VALORACIÓN:

Banda Sonora: 6
Fotografía: 6
Interpretaciones: 8
Dirección: 7
Guión: 9
Satisfacción: 7

NOTA FINAL: 7,2

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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8
15 de julio de 2015
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico biopic sobre parte de la vida de Brian Wilson, cantante y compositor fundador de los míticos The Beach Boys: grupo pop estadounidense que comenzaron en la década de los sesenta y que alcanzaron fama mundial gracias al uso de las voces, las geniales piezas compuestas por Brian Wilson, la innovación musical y a su estilo surfero californiano. En pleno apogeo se codearon con The Beatles por ser considerados el mejor grupo de pop del momento.

‘Love & Mercy’ puede ser considerado sin tapujos como uno de los mejores biopics que se han podido realizar en las últimas décadas, y seguramente uno de los mejores de la historia si entramos únicamente a valorar aquellos que se focalizan en la figura de un artista musical. Dirigida por el magnate y productor Bill Pohlad y veinticinco años después de su única experiencia en la dirección (‘Old Explorers’ 1990), ‘Love & Mercy’ narra paralelamente dos momentos en la vida del líder y alma mater del grupo, Brian Wilson: los creativos años sesenta en los que viviremos su complicada relación con su padre, el trabajo de creación de muchos de los mejores éxitos de la banda y el inicio de sus problemas nerviosos que derivaron en complicaciones en el grupo y su familia, todo ello en la piel de un estupendo Paul Dano; y una segunda época, la de los años ochenta, con un Wilson en la piel de John Cusack y donde veremos la conflictiva relación del cantante con el obsesivo psicólogo Eugene Landy (Paul Giamatti) y la aparición en escena de la que a la postre se convertiría en su segunda esposa, Melinda Ledbetter (Elizabeth Banks).

Quien espere ver y conocer la historia de fundación de los Beach Boys se llevará una decepción con la película, hay que advertirlo. El magnífico grupo evidentemente tendrá mucho peso en la película, ya que gran parte de ella se desarrolla en esos exitosos años sesenta, pero el film se centra en la persona de Brian Wilson, uno de los tres hermanos que formaban el grupo californiano. En el film conoceremos, entre otros puntos, la egocéntrica y complicada personalidad del padre abusivo de los Wilson, Murry Wilson, un compositor frustrado que no dudaba en emplear la violencia en la educación de sus hijos. La película, a través del notabilísimo montaje utilizado, logra que tanto en los sesenta (la parte más interesante) como en los ochenta nos mostremos interesados en el desarrollo del personaje y en su devenir, un genio incomprendido que nació con el don de la composición musical y el desarrollo de nuevos sonidos pero que los abusos sufrido y los problemas nerviosos terminaron por generarle serios problemas médicos y personales.

La banda sonora, con temas grabados en directo y otros de estudio (por cierto filmada en los estudios reales de grabación del grupo) está muy trabajada por Atticus Ross, y la parte de la fotografía obra de Robert D. Yeoman (director de fotografía de Wes Anderson) resulta colorista y muy apropiada, además de todo lo referido a la decoración y vestuario de ambas épocas.

Todo el desarrollo de grabación de temas como el ‘Good vibrations’ u otros momentos como el famoso de los cascos de bombero están captados con exactitud. Se aprecia desde los primeros minutos como el film de Pohlad no solo busca el contar una historia de alguien genuino, sino que la presenta a modo de tributo hacia alguien indispensable para entender el desarrollo de la música pop en los estados unidos en aquellos complicados años sesenta. El guion de Oren Moverman y Michael A. Lerner cuida mucho los detalles de la historia y no deja sin mencionar ninguna de las más famosas leyendas del autor como por ejemplo sus problemas a volar, sus experiencias con el LSD, su obsesión con Phil Spector, las extraños métodos de grabación -y que alteraban a parte del grupo-, o aquello de tener un piano en arena dentro de su propia casa para sentir la playa a la hora de componer. Todo tiene cabida.

(continúa en spoilers pero sin ellos)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hilodeseda
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6
16 de diciembre de 2015
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Herman Melville escribió la famosa novela ‘Moby Dick’ en 1851 se basó en la combinación tanto de relatos históricos como de un gran número componente de ficción. Dichos relatos verídicos con los que trabajó para la novela fueron el hundimiento del Essex por el ataque de un cachalote y el relato sobre la existencia de una gran ballena albina de enorme ferocidad próxima a las costas de Chile. Fruto de dicha combinación además de cierta experiencia propia como navegante dieron con el gran relato del Capitán Ahab y su Moby Dick, ficción y escritor que no alcanzaron el éxito hasta varios años después de su publicación alcanzando fama y prestigio mundial.

‘En el corazón del mar’ aglutina como he mencionado dichos hechos reales aunque dando muchísima más trascendencia al caso del Essex, su hundimiento y la lucha por la supervivencia a la que se vieron arrastrados los miembros de la embarcación. La película está dirigida por el veterano Ron Howard, ganador del Oscar por ‘Una mente maravillosa’ y director de grandes clásicos de los ochenta como ‘Cocoon’, ‘Willow’ o más tarde ‘Apollo XIII’, ‘Cinderella man: El hombre que no se dejó tumbar’, ‘El desafío Frost contra Nixon’ o la más reciente ‘Rush’. El film a través de una escritura de guion muy populosa (escrito a ocho manos) adapta la novela de Nathaniel Philbrick y muestra el contacto que Herman Melville (Ben Wishaw) establece con Thomas Nickerson (Brendan Gleeson) –superviviente del Essex– para servirse de inspiración para la novela Moby Dick.

El film trascurre paralelamente entre las conversaciones de escritor/superviviente con la propia narración de Dickerson sobre sus experiencias a bordo del Essex en plena adolescencia, dando como es evidente mayor importante y minutaje a esto último. En ella descubrimos a Owen Chase (Chris Hemsworth), un experto ballenero que tiene que embarcarse para su sorpresa como segundo de a bordo del capitán James Pollard Jr. (Benjamin Walker), un altivo noble descendiente de una poderosa familia de marineros. Ambos encabezarán la expedición por el codiciado tesoro de la época, el que constituía el aceite de ballena, en pleno alegato ecologista –como quedara constancia en su desenlace y la aparición de petróleo– en contra del afán invasor y destructor del ser humano sobre el medio ambiente y la biosfera. El guion de la película está repleta de situaciones ya vistas y de varios personajes algo estereotipados pero resulta solvente en su narración tanto en su aventurera primera mitad como en el drama de supervivencia en el que se evoluciona la trama.

Rodada una buena parte en las Islas Canarias, podemos concluir que ‘En el corazón del mar’ resulta efectiva aunque nada sorprendente, al menos nada más allá de los que nos pueda producir una historia con cierto interés pero que a veces queda imbuida por un exceso digital –demasiado croma– que puede alejar al espectador de la sensación que pretende transmitir además de un extraño estilo de filmación con el que se ha descolgado el bueno de Ron Howard: complejas ubicaciones puntuales de cámara y de muestra de perspectiva muy sorprendente que recuerda para mal al estilo que tan bien utiliza Michael Mann y que contrastan negativamente con el resto de filmación. Interpretativamente tendremos, además de un intenso y carismático Chris Hemsworth y de Benjamin Walker (‘Abraham Lincoln: Cazador de vampiros’), a un Tom Holland (‘Lo imposible’) no especialmente lúcido interpretando a Thomas Dickerson de joven, a Cillian Murphy y una breve aparición de Jordi Moyá, amén de los ya mencionados Ben Whishaw y Brendan Gleeson en la en la parte que narra en 1850.

Espacial mención el reconocimiento al esfuerzo del casting de la historia naval-ballenera dado la pérdida de peso que tuvieron que afrontar durante el esforzado rodaje. Quizás uno de los puntos más cuidados y que aumentan su nota general radica en el trabajo musical de Roque Baños, músico español cada vez más presente a nivel internacional gracias a su talento y esfuerzo.

Una propuesta de dos horas de duración llegada de los Estados Unidos que relata con acierto una época y un momento histórico donde la caza indiscriminada de ballenas resultaba primordial para el desarrollo humano por culpa de un aceite cada vez más necesario e instaurado en la vida social, al menos hasta que todo cambio con el descubrimiento del oro negro. Interesante película que aunque con altibajos supone un híbrido entre ‘Master and Commander’, ‘Viven’ y ‘Naufrago’.

Lo mejor: La primera hora de aventuras en alta mar. El poso humano y ecológico que deja.
Lo peor: El uso de la cámara en ciertos momentos así como la irregularidad en el ritmo.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 6,5
Interpretación: 6
Dirección: 5,5
Guion: 6,5
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 6,3

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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7
28 de agosto de 2014
19 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La infancia deja una huella imborrable en la personalidad del ser humano. Fobias y filias son fomentadas a través de la educación que uno recibe de sus progenitores y su entorno.

El notable director francés Luc Besson ha estado muy influenciado por la profesión de buzo de sus padres, hasta tal punto que fue un shock importante el no poder dedicarse a ello. Esta huella submarina está patente en su filmografía, no ya por sus obras “El gran azul” y “Atlantis”, sino por la ascensión de la figura femenina –reflejo del amor a su madre, profesional en apnea– como la heroína ante la totalidad del casi impenetrable y multi orgánico universo. El cine de Besson es como un viaje a las profundidades de la mente donde la respiración está terminantemente prohibida.

La filmografía del notable –y con fama de arisco– director francés cuenta con cintas que gozan de la categoría de película de culto. Obras que oscilan entre el thriller, la ciencia ficción y la fantasía con un aire pintoresco, como es el caso de “El gran azul”, “Nikita, dura de matar”, “León, el profesional”, “El quinto elemento” o “Arthur y los Minimoys”. “Lucy” recupera el espíritu de heroína que tanto había explotado previamente –dentro y fuera de la pantalla- para contarnos la historia de una atractiva joven que se ve obligada a trabajar de mula para un gran narcotraficante asiático. Durante el viaje como mulera se rompe la bolsa que lleva en su interior liberando la droga en su organismo y abriendo su mente a un mayor entendimiento global. Una fundamento de base ilógico pero que tomamos como dogma.

“Lucy”, la nueva cinta de Universal y que está suponiendo un gran éxito en taquilla, protagonizada por la siempre sugerente y cada vez mejor actriz Scarlett Johansson, es un thriller tan absurdo como veloz, de esos que se te pasan sin pestañear pero de los que no debes de tratar de meditarlos profundamente. Una cinta con sello propio que entra por tu córtex cerebral como un haz de luz, gestionando tus emociones durante 87 minutos frenéticos.

La película abruma al espectador a través de primeros planos y alegorías sobre la naturaleza y el proceso evolutivo, curiosos e inteligentes paralelismos con la biósfera como patrón utilizando para ello una paleta de colores saturados y una banda sonora techno muy corrosiva. La segunda mitad de la película potencia su fundamento lectivo, queriendo generar un diálogo postrero sobre la evolución humana intelectual (¿Será casual que el ser más inteligente del universo sea una mujer?)y donde la lectura de espíritu new age engulle al resto de la película. En definitiva este nuevo film de ciencia ficción te deja con buen sabor de boca, haciéndote disfrutar de una muy entretenida cinta y donde claramente todo está fomentado en buena parte por su acertado casting (tanto Scarlett Johansson como Choi Min-sik –“Oldboy”– en su papel de capo de las triadas son un absoluto acierto, sin olvidar a Morgan Freeman en su mismo registro de los últimos 5 años) y su estupenda ambientación.

Lo mejor: La primera media hora. Un tramo de la parte final que recuerda en mucho a una secuencia de “León, el profesional”.
Scarlett Johansson.
Lo peor: Pretender que escape a nuestro entendimiento la evolución del personaje.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretación: 7
Dirección: 6
Guion: 6
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 6,5

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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6
29 de enero de 2015
18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la primera vez ni mucho menos que nos llega un film donde un ataque terrorista se camufla dentro del universo cibernético, algo cada vez más común dentro de un mundo dependiente de las tecnologías. Lo que sí es más novedoso es que sea Michael Mann quién decide abandonar la ambientación más clásica para adentrarse en la nueva vertiente del terrorismo del Siglo XXI.

Hablar de Michael Mann (Chicago, 1943) es hablar del director de varios de los mejores thrillers policiacos de los últimos 30 años y de una de las series de género más famosas de la historia: ‘Corrupción en Miami’. Bajo un sentido del ritmo casi único, un desarrollo de guión muy notable y una factura seña de identidad, Mann ha registrado en su haber películas tan extraordinarias como ‘El dilema’, ‘Heat’ o ‘Collateral’, teniendo una incursión en el drama épico con la también notable ‘El último mohicano’. Dicha devoción hacia el autor no ha de esconder una reconocible cuesta abajo en su cine –recuerden su versión cinematográfica de ‘Corrupción en Miami’ o ‘Enemigos públicos’–, pero lo cierto es que Mann trata de recuperar con ‘Blackhat – Amenaza en la red’ ese brío y nerviosismo más potente a través de una historia que alberga tensión, romance, ritmo y varias notables secuencias de tiroteos marca de la casa.

‘Blackhat – Amenaza en la red’ es un thriller cibernético en el que un misterioso hacker comienza a poner en tela de juicio la seguridad nacional de varios países, teniendo que unirse la inteligencia de U.S.A. (Viola Davis, Holt McCallany y Manny Montana) con la China (Archie Kao y Wei Tang) para tratar de detenerle. Para ello necesitarán de la ayuda de un hacker convicto (Chris Hemsworth) y ex compañero de piso del agente chino con el fin de analizar sus métodos y adelantarse así a sus movimientos.

La película goza de un montaje bien realizado y trata de explotar la simbiosis romántica –y su idoneidad– con la persecución paranoica y sombría del ciberespacio. Todo dentro de un desnudo psicológico en el que nos vemos envueltos al comprender que cualquier persona puede acceder a nuestros datos, nuestro dinero, nuestro mundo y nuestra vida. En palabras de Mann: “Es como si tuviéramos las ventanas abiertas en un barrio muy peligroso y no lo supiéramos”. La pena es que en la exposición y desarrollo de la trama en ocasiones perdemos el punto a la historia al no comprender ciertas reacciones o resultando algo vacías, mostrando además un exceso de metraje que obstaculiza su visionado.

‘Blackhat – Amenaza en la red’ tiene un inicio más que interesante en el que vemos como la corriente eléctrica viaja por los chips y conductos internos del ordenador, una representación de la rapidez con la que un pirata informático puede adentrarse en sistemas, desproteger empresas o destruir programas. Un inicio mucho más inspirado que su final, quizás lo más flojo de la misma. En cuanto al reparto diré que es más que interesante. Al guaperas de Chris Hemsworth, quién ya dejó claro que es más que un rostro bonito en ‘Rush’, hay que añadir la presencia de Viola Davis (con una elevada presencia en cartelera y confirmándose como la versión moderna y femenina de Morgan Freeman), Ritchie Coster, Manny Montana, Archie Kao y la solvente y atractiva Wei Tang. Al respecto de la apropiada banda sonora decir que ha sido a cargo de Atticus Ross –esta vez sinTrent Reznor con quién realizó ‘La red social’ o ‘Perdida’ de David Fincher– y Harry Gregson-Williams.

Un film que me recuerda en parte a la obra inicial de Mann en sus ‘Ladrón’ y ‘Hunter’ pero a las que dota la habilidad en la filmación que ha conseguido con el paso de los años. En definitiva un thriller defendible, con ciertas lagunas, pero con el que Mann trata de volver a la primera plana. Solvente.

Lo mejor: La secuencia del tiroteo en plena calle.
Lo peor: El desarrollo de la secuencia final.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretaciones: 6
Guion: 6
Dirección: 7,5
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 6,5

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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