Teléfono... mi casaaa... y todos nosotros miramos su asqueroso dedo de vieja más largo que una flauta y con luz en la punta, normal, ¡como para no mirarlo! En resumen, que el tito Spielberg nos llama necios. Y él se ve sabio. Lo doloroso es que el resultado crítico/económico le da la razón.

La escoria de siempre, el miticismo habitual, el endiosamiento de costumbre, el encumbramiento automático; siempre la misma canción. Heath Ledger no hace nada especial en su interpretación, a ver si somos un poquito más sinceros. Pero se ha muerto y es el nuevo Jim Morrison, el nuevo Brandon Lee. Qué poca vergüenza que tenéis.
Christian Bale, en fin...
El guión no sé si va de coña o qué, los efectos especiales no aportan nada a la trama y la música es penosa.
Pues nada, a seguir mintiendo. Que Marlon Brando deje de hablar con San Pedro y se acerque a lamerle el culo al recién llegado al reino de los cielos!!