Esta película es francamente dura y francamente buena. Megalomaniac nos plantea un escenario en el que el mal está por todas partes, no hay casi ningún personaje que sea bondadoso, y nos pone en tesituras morales como desear que muera alguien, empatizar con monstruos, y que nos repugne todo al mismo tiempo. Es una historia cero amable. No hay nada en ella que de tregua. No hay esperanza en ella y parece gritarnos que el mal está en cada uno y que hay vidas en las que nunca brilla el sol.

Félix y Marta (Benjamin Ramon y Eline Schumacher) son hermanos y viven en una casa oscura y sucia. Él, es un monstruo que se dedica a agredir y matar a mujeres y ella, trabaja en una fábrica y es agredida por sus compañeros de trabajo que la violan y la vejan. Marta quiere que esa situación pare…

Visualmente me ha parecido muy poderosa, desde el principio ya vemos que hay un saber hacer importante tras las decisiones de fotografía y puesta en escena. François Schmitt que se encarga de la foto hace un trabajo fabuloso y sorprendentemente se trata de su primer largo de ficción. Todas las decisiones estéticas le dan a la película el tono que requiere, el de un sitio desagradable y asqueroso en el que estar.

Es una de esas cintas que me costará volver a ver por su dureza. Las palizas de Félix a las mujeres que secuestra son de una crudeza terrible. Y los malos tratos que recibe Marta en su trabajo igual.

La narrativa y el ritmo de la película no son frenéticos, pero tampoco aburren. Da la sensación de que Karim Ouelhaj, director y guionista, sabe muy bien lo que hace y como quiere hacerlo en todo momento. Su crudeza puede recordar en algunas escenas a películas como Martyrs. Y además tiene un clímax muy potente.

Los actores están estupendos, tanto los protagonistas Eline Schumacher y Benjamin Ramon como los secundarios Pierre Nisse o Wim Willaert. Todos monstruos a su particular manera. Algunos más y otros puede que menos. Pero monstruos, al fin y al cabo.

Otro tema que nos plantea, al enlazar el caso real del asesino de Mons que nunca se resolvió con Félix y Marta, es el de la herencia del mal. Cuando hay maldad a tu alrededor desde tu primer suspiro, ¿te queda otro camino posible?

Estaremos atentos a lo que Karim Ouelhaj tenga que ofrecer, que parece que puede ser mucho.

https://www.terrorweekend.com/2022/07/megalomaniac-review.html

Los que nos vais siguiendo supongo que habréis observado que nos encantan las apuestas arriesgadas. Pero una cosa es lanzarse al vacío y otra muy distinta hacerlo sin mirar si abajo hay algún colchón. La experimentación tiene la ambivalencia del éxito o fracaso muy marcada, cosa que no ocurre con el resto de obras que juegan más con otros elementos que pueden llegar a adornar el producto final.

Luz contiene todos los elementos para llegar a catalogarla como experimento puro y duro aunque en la primera parte de la cinta tenga cierto regusto al cine de Rainer Werner Fassbinder, no ya por su denominado cine gay, si no por su puesta en escena entre realista y alegórica ayudada por unas bandas sonoras sumamente particulares. Este parecido desaparece completamente cuando nos adentramos de lleno en la parte central de la historia. Aquí la cosa se desboca yendo a parar a unas imágenes llenas de conceptos abstractos que, no obstante, explican de manera bastante coherente una trama por otra parte bastante simple, aunque no lo parezca.

Luz, una joven taxista de origen chileno, se arrastra hasta la entrada de una destartalada comisaría de policía alemana. Por otro lado Nora, que está poseída por una entidad demoniaca, entabla conversación con el Dr. Rossini, un psiquiatra que trabaja para los gendarmes, acerca de la mujer que ama, Luz. Bajo los efectos de la hipnosis ésta última recuerda los acontecimientos anteriores a su llegada a la estación de policía. Pero la entidad maléfica ha tomado el control del médico y quiere algo más.

Filmada de manera descarnada y con un toque setentero más que evidente, Luz acaba convirtiéndose en una caricatura de ella misma. El guion da rienda suelta a la imaginación que su debutante director y guionista, Tilman Singer, utiliza para desarrollar el film. Esto tiene sus pros y sus contras. En la parte positiva, tenemos lo electrizante de las imágenes que sugieren más que muestran. En la parte negativa, que cuesta bastante seguir el hilo, lo cual en principio no parece tan malo, pero llevado a ese extremo puede provocar que la gran mayoría del público esté deseando fervientemente que acabe.

Uno de los puntos que tenemos que destacar es la excelente banda sonora a cargo de Simon Waskow, que rescata el más puro rock progresivo alemán de los setenta encajando perfectamente con unas imágenes en ocasiones hipnóticas.

En el apartado interpretativo tenemos a Luana Velis en el papel de Luz. Jan Bluthardt recrea a un alocado Dr. Rossini y Julia Riedler a Nora.

Acabaremos diciendo que estamos ante una cinta que no sabemos muy bien dónde la podréis ver, pero si podéis hacerlo y os gustan los films algo rarunos, dadle una oportunidad, contiene algunos elementos interesantes que hemos comentado con anterioridad.

http://www.terrorweekend.com/2018/07/luz-review.html

Escuché esta conversación sobre John Carpenter y cómo abandonó su carrera de director para centrarse en la de estrella de rock; alguien preguntó “¿No le gustaría volver a dirigir?” y la respuesta fue demoledora: “¿Has visto The Ward? Mejor que siga con los teclados”.

Lo mismo podría aplicarse a Dark Glasses y Dario Argento.

Diana es una prostituta de lujo que se queda ciega. Diana, envuelta en oscuridad, ignora que en la ciudad hay un psicópata que asesina prostitutas y ella es una de las próximas víctimas.

Dario Argento es un director/guionista que marcó época, estilo de rodar, fue el impulsor definitivo de un género tan italiano como el Giallo, y somos legión aquellos que le adoramos como un dios esteta; pero el tiempo corre imparable y, como decía el filósofo, todo fluye, nada permanece. El talento de Argento puede que siga ahí, se atisban destellos en Occhiali Neri, pero aún los fans más acérrimos del director deberán reconocer que sería mejor que dejase de rodar, aunque sea lo que le aporta energía.

En el guion, coescrito entre el propio Argento y su guionista de confianza Franco Ferrini, se reconoce aquello que les hizo tan especiales como la creación de un personaje femenino alrededor del cual gira la historia, la rapidez con la que arranca; en ese sentido da muchas esperanzas la secuencia inicial del eclipse, ya que tiene un elemento surreal que se pierde tras los títulos de créditos… Pero Argento y Ferrini se traicionan a sí mismos dejando de lado esos mundos cerrados y añaden ciertas tramas, como la de Chin o las clases de Asia Argento, que suenan a falsas. La propia amenaza, el asesino, aparece y desaparece a capricho de los guionistas, al igual que todo lo relacionado con la investigación policial y el resto de los asesinatos.

Dark Glasses tiene esos momentos made in Argento que, sin embargo, demuestran que cualquier tiempo pasado fue mejor, ya que todo lo que rodea el trabajo de scort de la protagoniza parece softcore italiano de los años 90, y los clientes de la protagonista son lo mejor de cada casa porque vaya elementos.

Y si hablamos de la protagonista, Ilenia Pastorelli es inexpresiva y uno siente que está asustada porque lo verbaliza, Asia Argento ha sabido dar el salto a dama tras ser un icono sexual durante muchos años y el resto del cast actoral parecen de saldillo, incluyendo al niño Andrea Zhang.

De largo, lo mejor de Occhiali Neri son esos apuntes modernos que miran hacia el pasado, como la música de Arnaud Rebotini que añade toques de Goblin a su música electrónica, igual que el joven director de fotografía Matteo Cocco; pero lo que realmente queda en la mente del espectador cuando termina la película, son los efectos prácticos del clásico Sergio Stivaletti, que siguen funcionando tan bien como el primer día.

Dark Glasses es como echar mirada al presente y preferir vivir en el pasado, entre los sangrientos y cómodos brazos del Dario Argento que rodó en el siglo XX. Allí siempre estará el hogar.

https://www.terrorweekend.com/2022/06/dark-glasses-review.html

Ya desde el final de Escape Room quedó claro que tendría una continuación, y en este caso podemos afirmar que más de lo mismo no siempre implica menos diversión.

Zoey y Ben, los supervivientes de las primeras habitaciones, consiguen una pista acerca de la misteriosa empresa Minos, la creadora de las habitaciones mortales. Pronto quedarán atrapados junto a cuatro desconocidos que, como ellos, sobrevivieron a distintas escape rooms. El tiempo corre de nuevo en contra suyo.

Salvando las distancias, podríamos decir que Escape Room 2: Mueres por Salir es el equivalente a Los juegos del hambre 2: la reunión de distintos ganadores para ver quién consigue el preciado premio de ver el sol un día más. Y al igual que en Los Juegos… y Jennifer Lawrence, esto se convierte en el mayor hándicap una vez Taylor Russel es la protagonista y se pone en marcha la nueva competición.

Pero no nos pongamos puntillosos y centrémonos en lo que, para mí, hace que Escape Room 2 sea más disfrutable que la primera: el concepto de diversión pura y dura; vale que las habitaciones son mortales pero eso no implica que el espectáculo deba ser deprimente. El guion de Will Honley, Maria Melnik, Daniel Tuch y Oren Uziel, arranca con la suficiente rapidez y toma una sabia decisión: como todos los protagonistas ya han tenido relación con la malvada corporación Minos, sobran las explicaciones y por ello tenemos seis personajes que corren de un lado a otro en habitaciones que dejan con la boca abierta, gracias a un diseño de producción y artístico impresionante, obra de Edward Thomas y Cecelia van Straaten.

Adam Robitel repite como director y se le nota más libre porque Escape Room 2 no es una película de terror sino de acción.

Como ya dije antes, no hay personajes y por ello tampoco encontraremos alardes interpretativos, pero si es cierto que aparte de los rostros ya conocidos de Taylor Russel y Logan Miller encontramos a Indya Moore que brilló en la serie Pose y aquí pasa algo más desapercibida.

Escape Room 2 avanza como una locomotora y al terminar uno tiene la sensación de “¿Ya?”, como si faltaran piezas por colocarse, centrándose más en la ampliación del mundo de las Escape Room que en la empresa que las crea; es el síndrome de ver Regreso al Futuro 2 sin saber que hay una tercera, pero todo indica que en breve volveremos a saber más de la compañía Minos y sus planes maquiavélicos.

Yo estaré dispuesto a entrar cuando llegue ese momento.

https://www.terrorweekend.com/2021/08/escape-room-2-mueres-por-salir-review.html

Estamos ante una pequeña obra que logra resultados inmensos consiguiendo primero la intriga del espectador, después la inquietud y finalmente el alma para pasar a descubrir la maldad sin límites. Una pequeña obra que pasará desapercibida para la mayoría del público, generalista o no, pero que sin duda alguna aquellos que la vean no la olvidarán. De manera inteligente y con los tempos muy bien marcados, este tándem de creadores logra llegar al fondo de las emociones de la audiencia.

Como si del día de la marmota se tratase solo que sin saltos en el tiempo, una pareja y su hijo esperan la llegada de su querido tío que les viene a visitar por navidades, todo tiene que estar impoluto y perfecto, hay que ser estrictos para que nada esté fuera de lugar.

Antes que nada se podría decir o avisar que el público generalista o los que os guste de manera exclusiva el terror mainstream estáis en la review equivocada pues esta cinta no es para vosotros.

Los directores y responsables del guion David Kapac y Andrija Mardesic invocan la fórmula Yorgos Lanthimos en Canino bajo bandera servio-croata, conjugan además o evocan de manera ligera pero evidente el recuerdo al Funny Games de Michael Haneke.

No obstante y aunque los mecanismos son conocidos por todos gracias a estas dos referencias mencionadas, la historia es totalmente genuina, el guion es inteligente, afilado y en este primer largometraje sus responsables realizan un ejercicio adusto de lo que consideramos cotidianidad, haciendo de la incomprensión su arma más afilada para golpear al espectador con un punto y final imposible de olvidar.

Aportan además connotaciones relacionadas con un conflicto de los Balcanes que se puede respirar en el ambiente. Un film por tanto con mucho carácter, al igual que sus personajes, tan solo cinco talentos en toda la cinta, de los cuales destacaría la interpretación de la croata Ivana Roscic responsable de la mayoría de los minutos en pantalla y el actor internacional serbio Predrag 'Miki' Manojlovic que hace temblar la cámara cada vez que aparece, aunque todos están realmente bien, y esto propicia que una vez entras en la película ya no hay manera de salir hasta que aparecen los créditos, y es entonces cuando no puedes hacerlo porque te han roto por dentro.

Funciona realmente bien en su conjunto, pero algo que de verdad valoro es el no saber qué está ocurriendo, hacia donde estamos yendo, y que es lo que está motivando todas estas incómodas situaciones de las que no tendremos respuesta hasta el desenlace, uno realmente redondo como he comentado, por ser quisquilloso, se añaden unas quince o treinta segundos más al final que creo que no le hacen favor a lo que acabamos de ver segundos antes y que todos entendemos como final rotundo y definitivo.

Una obra diferente que no hace prisioneros, dispara directo a las tripas y no muestra perdón por nada, una pequeña pieza que parece no tener cuentas con nadie, no duda en contar e incomodar de la manera que sea necesaria, sin duda una pequeña joya oculta que es de lo mejor del año.

https://www.terrorweekend.com/2023/11/the-uncle-review.html