Haz click aquí para copiar la URL
España España · Palafrugell
Críticas de cinefiloman
<< 1 20 30 31 32 33 34
Críticas 170
Críticas ordenadas por utilidad
8
4 de julio de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sencillez de los planos, la serenidad de los personajes a pesar de lo sufrido, transmiten muy bien ese año cero de Alemania, con ruinas por doquier y seres humanos absolutamente desubicados, con cara de permanente extrañamiento e interrogación. Ruinas y casas vacías, son dos brochazos de acertado significado para construir el momento.
En medio de este erial de entusiasmo, la vida repta mientras que la protagonista no se rinde a pesar de llegar incluso a dudar de su propia existencia, sin embargo la realidad es tenaz e implacable y una decisión terrible de su amiga la termina transportando a la realidad en la que deberá sobrevivir con lo que realmente ha pasado y lo que permanece y aquello de lo que ella dispone.
Rota la ilusión de retomar algo ya perdido para siempre renace de la mano de lo único que le resta: Su voz.
Una historia más de un momento que se tardará en olvidar no sólo por lo metódico del mal sino también por lo que todos piensan y pocos se atreven a insinuar……..tanto alemán sin darse cuenta de nada…..con lo que ellos son.
Merece la pena verla. No hay nada nuevo en ella, pero subsiste lo que no hay que olvidar y muy respetuosamente expuesto. Sólo seres humanos con su compleja red de sentimientos y emociones.
Me imagino que nunca llegaremos a tener todas las piezas rotas del caleidoscopio que fue aquella barbarie pero entre más piezas como ésta, mejor.
Choca entre todos los actores la figura del marido protagonista. No acabo de verlo en el papel en ningún momento de la película. Algo muy evidente, por lo que he llegado a pensar si no será algo intencionado para marcar todavía más distancia entre lo que la protagonista quiere recuperar y lo que todos menos ella ven que es imposible y no un fallo de casting.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cinefiloman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
30 de julio de 2015
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo siempre he añorado al director de “Alas de mariposa” y “La madre muerta” pero me lo pase pipa viendo “Airbag”, así que fui a ver esta peli pensando en pasar un buen rato y reírme con las gamberradas-verdades que me esperaba por lo que podía entrever contemplando a los actores en el tráiler correspondiente y sospechando de qué iba el asunto. Pero no. No me reí en ningún momento, si acaso pergeñe un amago de sonrisa en algunos casos pero hubo más de resignado sufridor de chistes gordos, cargados de topicazos y tipicazos. Que los hay a mansalva. Los disfraces de los dos protagonistas son de lo chapucero, chapucero, lo más. Si descontamos el agitanamiento de Arturo Valls.
Hacía tiempo que no veía una película que, teniendo tantas posibilidades, fuese tan mala. Y es que quitando unos cortos “sketches” todo es una amalgama de excelentes componentes que dan como resultado algo entre una inconexa sucesión de posibilidades pero sin cuajar y una excelente película que se insinúa en algunos momentos, muy breves. Por ejemplo la escena musical en el autobús que a modo de sueño de uno de los protagonistas nos endilga un “España, España” muy divertido y corrosivo.
Y es que no pasa que porque pongas en la misma cazuela jamón ibérico, queso manchego, un rape de la Costa Brava y una chuleta de Aliste acompañada por un Ribera del Duero y todo pasado por la minipimer salga algo excelente. Hay algo que llámese ritmo, armonía, ilación o simplemente montaje que no sólo no ha funcionado si no que prácticamente no existe. Si además le añadimos algunas escenas carentes de toda causalidad, que no guardan ninguna relación con la narración y que nos recuerdan a aquel saco que Fernando Rey llevaba en una película de Buñuel, tenemos entre manos un pastiche fílmico. Un mal pastiche.
Llama la atención la poca química entre los dos protagonistas, excelentes actores pero que en este caso no han sido capaces de salirse de un encasillamiento que los llevará a la rutina personal y al aburrimiento del respetable si siguen por ahí. A veces me acordé de “Ocho apellidos vascos" y eso no es bueno para Karra Elejalde. En los diálogos entre los dos daba la impresión de que estuvieran peleados y que las necesidades del guión los obligasen a comunicarse. ¿Qué decir de Rosa María Sarda? Lleva años y películas, unas cuantas, haciendo el mismo papel. Estaba fuera de su encajonamiento Santiago Segura pero lástima que fuese una copia del Dr. Strangelove y en fin todo sobrecargado y mal cosido.
De Arturo Valls no digo nada porque su papel en Camera Café era tan extraordinario que por ahora prefiero pensar que se está tomando un descanso entre concursos y esta especie de caricatura de gitano que no se cree ni un venusiano que no haya visto nunca un gitano ni en pintura.
En cuanto a la Casa Real, deben estar contentos. Este tipo de crítica blanda les favorece mucho, contribuye a enraizarlos en el imaginario popular. Sólo hay que acordarse del daño que hicieron a la Casa Real británica aquellos “Sex Pistols”. Sid Vicious murió por sobredosis y Johnny Rotten, sólo contesta si le llamas John Lydon, mientras la reina Isabel ahí sigue viviendo a costa de todos los ingleses, hasta de aquellos que tienen problemas para sobrevivir por sí mismos. Lo que añadido a los años que lleva ella y su familia viviendo a costa de los demás sí que indica talento. Un talento portentoso.
Pero hablábamos de cine. Volvamos pues al cine.
Creo, en mi modesta opinión que Juanma Bajo Ulloa debería volver al cine de sus dos primeras películas y dejar de seguir la estela de Guy Ritchie.
¡Ah, y la banda sonora ya me dirá alguien, qué se pretende con ella!
cinefiloman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Eso que tú me das
Documental
España2020
7,1
3.535
8
6 de octubre de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la pequeña novela de Alan Bennett, Una lectora poco común, pequeña en páginas y grande en contenido, la actual reina de Inglaterra, que se ha convertido en una lectora voraz, causando innumerables contratiempos a sus alrededor , cae en la cuenta de que siempre ha sido un personaje, nunca una persona. Y eso no le satisface, ahora que se ha dado cuenta.
A Pau Donés le ha pasado igual, además lo explicita en el documental. No quiere desaparecer y que la gente tenga en mente a ese hombre sano, simpático, dicharachero que cantaba aquello de “la flaca”, ese es el personaje y ese nunca desparecerá. Quien va a desaparecer, quien se va a morir y está sufriendo es la persona, tal cual se puede ver en ese momento, decrépito, casi sin voz. Y quiere dejarlo claro. Que todos lo sintamos, como si fuésemos familiares suyos. Le mueve el afán de trascender más allá del personaje.
Y para eso llama a Jordi Évole, que con su proverbial humildad, fruto de un convencimiento justo y exacto de la propia valía y unos principios que sospecho férreos, se apresta sin problemas, convirtiéndose en su servidor. Por eso he titulado al reseña “de Pau Donés”. Y ahí creo que Jordi Évole ha fallado. Sé que era un compromiso peliagudo pero creo que debería haberle pedido compensaciones a Pau Donés: Tú quieres esto, bien , pero a cambio me tienes que dar esto.
Porque no es la primera vez que se graba algo parecido.Hay, creo, una fotógrafa norteamericana que fotografió durante años su decadencia fruto también de una enfermedad. Y hay algún caso más.
En España es la primera vez que se rueda algo parecido que yo sepa. Así que bienvenido el documental.
Ese “esto” que Jordi Évole podía haber pedido, ese ir un poco más allá, hubiera sido hacer presente a la gran ausente del documental, la enfermedad y de que manera se había cebado en el cuerpo que estamos viendo. Cómo se manifestó, cómo evolucionó, cómo pasó, cómo se alimentaba, qué partes de su cuerpo habían dejado de funcionar, cómo se acabaría la vida de ese cuerpo. Casi una lección de anatomía fisiológica. Sin esto, rodada con sencillez y simpleza, casi improvisando, se queda en un mero registro de alguien que está a las puertas de la muerte.
Todo eso nos lo escamotea Pau Donés que sólo quiere hacerse presente tal y como es ahora, impidiéndonos tener la distancia que su personaje ofrece pero que él con su insistencia hace desaparecer. A algunos nos hubiera gustado algo más, porque irse así con arrojo, elegancia, casi con amabilidad lo hace mucha gente. A mí se me fue un amigo de esta manera hace unos años, con la misma serenidad y valentía que el cantante, pero mi amigo no tenía la necesidad de separar personaje y persona. Podía haber grabado un documental parecido, pero ¿a quién el hubiera interesado? Pues sólo a los que ya le conocíamos como persona.
Así que esto es los que ha conseguido Pau Donés, darle una patada a su personaje y ponernos en primer plano su persona, para jodernos, hacernos sufrir y sentir que se moría una persona, con sus defectos y virtudes.
Tiene derecho. A los que van a morir se le puede negar muy pocas cosas.
Se mire como se mire, una lección de vida.
Lo que no sé muy bien es si agradecérselo a él y a Jordi Évole. Cargar con otro muerto, con el que no contaba.
cinefiloman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1
19 de febrero de 2016
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me enteré que había una Zoolander 1 y que era de culto, al aparecer Zoolander 2. Y es que Ben Stiller y yo no frecuentamos las mismas películas. El humor, yo, a Ben Stiller no se lo veo por ningún lado. Ese humor burdo, grueso, zafio… no es humor, es payasada y casi nunca graciosa. Así que lo primero que voy a hacer es explicar cómo tuve que ver la película, algo que en condiciones normales nunca hubiera sucedido. Y ya después, si eso, hablo de ella mismamente.

Una tarde tomando cervezas y hablando con unos amigos de ir al cine salió esta película a colación y yo ufano dije,
-Yo no voy a verla así que me maten.
Y claro, como los padres te los asigna Dios y los amigos, el diablo, al hacer yo esta declaración tan sobrada, originé el despertar de unas fuerzas imparables muy nuestras, de los españoles, que además me eligieron como objetivo de su poder.
Pasa muy a menudo que dices amablemente,
-Podemos escalar mañana esa montaña.
Y nadie te hace caso. Pero si dices,
-¡A que no hay huevos de escalar esa montaña!.
Al día siguiente, a primera hora, tienes un equipo de gente más que dispuesta. Sin porteadores, sin agua, sin planos, sin camprones, sin GPS, sin mosquetones, sin comida pero como muchos huevos.
Unas fuerzas que se pusieron en marcha inmediatamente después de hacer mi declaración y que como luego supe empezaron a actuar al rato. Para pescarme.
Y para pescar algo lo mejor es un cebo. Y como somos amigos pues al día siguiente estábamos en un café y me presentaron a una chica. Que como no me di cuenta de todo enseguida queda explicado por el hecho de que ella se quedó prendada de mí al instante y al instante su aspecto físico enturbió todas mis defensas o entendederas, como prefiera el lector.
Si además les digo que a la segunda frase ya había manifestado su afición por el cine y a la tercera que le encantaría ver Zoolander 2 pues la primera le había parecido divertidísima y que le apetecería ir conmigo a verla y que yo no caí, dirán ustedes, éste es idiota. Idiota no, pero yo ya estaba en otro lugar, con otros pensamientos.
Así que ahí estaba con Caterina, dijo que se llamaba, sentado en el cine y comiendo palomitas con ansia para que cuando empezase la película ya pudiera disponer de mis dos manos. Ni por la cabeza se me había pasado verla. Ni la película ni nada. Sólo tocar.
Se apagaron las luces y se oía una persecución en la pantalla, cuando yo ya estaba entregado a mi propia historia. Pero no,
-Oye para, yo esto ya no lo hago en estos sitios. Si quieres ahora vemos la peli y luego lo que quieras.
La miré. No vi más que el contorno difuso de su rostro que ya no me miraba. Estaba embobada con la peli y descojonándose de risa. Gire mi vista hacia la pantalla. Justin Biber. Haciendo morritos. Imposible. ¿De qué iba esto? Mis dispositivos de autodefensa se dispararon.
Y ahí me ausenté, entre en una especie de navegación con piloto automático, como autodefensa de las meninges, que me permitía estar y no estar, a la vez, en la sala. O sea, para que me entiendan. Imagínense a un león tumbado a la bartola. Pasa una berenjena haciéndose la interesante. Al león se la suda. Pues a mí con la peli lo mismo. De vez en cuando tenía como sobresaltos espasmódicos, creía ver a Susan Sarandon, a Sting, a John Malkovich, a Lewis Hamilton, a ¡Willie Nelson!…un disparate. Pensé que los parámetros de la navegación automática estaban desajustados y sufría interferencias. O que la presencia de Caterina, tan cerca y tan lejos, me producía alteraciones. Un sin vivir.
Supe que había terminado la película porque nada más acabarse alguien me toco el hombro y me dijo,
-¡Traidor!, ¿O sea que ni muerto venias a ver la película?
Mire hacia atrás y allí estaba toda la pandilla riéndose. Uno le dio un billete de 50 euros a otro. Miré a Caterina,
-Ahora iremos a mi casa, ¿no?
-Claro cariño, previo pago de 200 euros- y me guiño el ojo la muy ladina.
Así que sólo pude decir una cosa,
-¡Cabrones!
Caterina se despidió y nosotros nos fuimos a tomar una cerveza.
-A ver, hablando ya en serio, ¿A vosotros os parece que era necesario venir a ver esta película para sacar ideas de qué chorradas hacer en la carroza, en el próximo carnaval?.
-Hombre, cosas hay, la vestimenta, algún decorado, algún maquillaje. Con tanta gilipollez siempre hay algo de provecho- comento el más entendido.
No sabía qué decir.
-¿Y Penélope Cruz, que os ha parecido?- pregunto alguien.
-Más cachondeo no, ¿Eh?- me rebelé- Penélope Cruz no trabajaba en esta película. Esa no me la coláis.
Y ya cada uno nos fuimos a nuestra casa.
De la peli, ¿Qué puedo decir? No mucho. Que si no hay una Caterina, o un Caterino, si no te drogan y te llevan a la fuerza, si no te emborrachas y pierdes el control o si no te ponen una pistola en el pecho y te obligan a ir a verla….que cada uno haga lo que quiera. Pero si luego has de dar tu opinión vigila que no te estén grabando. Que ahora se graba de todo. Hasta películas como ésta. Y es que ya no se respeta nada.
Que digo yo que a ver si en vez de película de culto…decían película de culo. Que todo puede ser.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cinefiloman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
1 de septiembre de 2017
4 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todas las alteraciones que el guionista se ha imaginado para esta historia no cabe duda que la de intercambiar la boca por el ano es la más impactante, la más transgresora, la más inquietante.
Y mucho me temo que el eje de la trama, la motivación creadora y el motor de la misma.
El ano que siempre ha sido "last but not least” está teniendo una época de esplendor. Esta parte del cuerpo que siempre ha sido doblemente marginada, por su situación geográfica y por las labores que le ha tocado desempeñar, ahora se está reivindicando. Ya hay personas que se lo afeitan y como órgano que procura placer empieza a ocupar su lugar.
Desde que abandonamos el camino evolutivo que sigue toda especie y nos desviamos por el camino propio que nuestra inteligencia nos ha ido marcando, en cada encrucijada surgen las contradicciones, los sentimientos encontrados y la necesidad de elegir. Esta presencia cada vez más desinhibida del ano entre nosotros es quizás la parte más controvertida de lo que hablaba antes, del hecho de aceptar o no aquello que distorsiona, que pone en entredicho lo que somos, cómo somos y hasta donde estamos dispuestos a aceptar.
Eso de tener alma nos causa enormes problemas.
El mensaje de la película es claro: Hay seres deformes que sufren porque son marginados. Y nos preguntamos: ¿Eso es justo?
A pesar de poder ser tachado de conformista y poco resolutivo seguramente la contestación más equilibrada es: ¡Hay tantas cosas injustas! Y evitar dar clases de moral y amor fraterno que pocas veces resuelven nada.
Ante la presencia de seres deformes, siempre en función de la deformidad, la lucha contra el instinto está asegurada. Lo mismo que ante un ser atractivo y bien formado. En un caso te sale el sentimiento de repugnancia y en el otro el de posesión. En ambas situaciones hay que echar mano del control. Hacerse consciente de “el otro”. Hacer el esfuerzo de aceptación. No debemos ser causa de sufrimiento ajeno, al menos conscientemente.
Este terrible dilema, por enfrentarnos a nuestra naturaleza animal, está muy presente en la película.
Una película muy valiente que nos ha traído de “El hombre elefante” de David Lynch y parecidos films a esta época en la que disfrutamos de más tolerancia pero en la que seguimos sin tener respuestas a muchas cuestiones. Para eso están las historias de esta película. ¿Podemos seguir avanzando? ¿Hasta qué nivel de deformidad puede nuestra humanidad sobreponerse a nuestra naturalidad?
No lo sé, pero empezar a preguntárselo es empezar a tener una respuesta.
Eduardo Casanova respira respeto por los demás y por si mismo, no se ha arredrado ante el tema y para ser su primera película ha salido más que victorioso, como director de cine y como persona de su tiempo.
Lo peor, que en su segunda película muchos estaremos esperando más y mejor. Es lo que tiene haber debutado tan brillantemente.
Antes de dejar al reseña y espoleado por el film, una reflexión,
Que nos repela más un ser humano con tres orejas, la tercera en la frente, que un hombre deshonesto e indecente que nos roba una y otra vez, mintiéndonos, da que pensar. Da que pensar sobre cuál es nuestro nivel de observación y sobre todo nuestro criterio de valoración.
http://cadasegundoajeno.blogspot.com.es/2017/09/pieles-de-eduardo-casanova-2017.html?zx=ef153933f587fec4
cinefiloman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 20 30 31 32 33 34
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow