Tiene escenas sublimes de gran belleza y crudeza, que me recuerdan a “Dersu Uzala” o a “Jeremias Johnson”, dos películas sobre el enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza como esta.
Desde luego, si sigo por este camino de comparación, “The revenant” se me queda en muy poca cosa, frente a tales joyas del cine.
Pero hay cosas muy estimables: los indios son los personajes mejor dibujados, me gusta el interes y la admiración que Iñarritu pone en ellos. El resto de personajes se le quedan a media cocción, sin embargo.
La experiencia de ver la cinta es sobrecogedora pero a ratos también cargante. La parte final es la peor resuelta; te hace estar impaciente porque llegue un final que ya conoces.

No obstante es un grato cambio de registro del mexicano, el director del momento, quien se apunta al western y entra con más que dignidad. Ya estoy esperando haber que más nos puede ofrecer por este camino.

A priori, un estimable regreso a aquel cine bélico de grandes estrellas y grandes repartos que nos transportaba a momentos infinitamente trascendentes de la historia de nuestras guerras. Esta película tiene todo eso: la estrella Cruise, el reparto de lo mejorcito del cine actual; con el agrado de encontrarnos con Branagh o Stamp; la historia, etc. Y con todo esto Singer saca una cinta mecánicamente perfecta pero carente de toda épica, emoción e incluso, lo más grave, entretenimiento necesarios. De usar y tirar.

Ates de nada: comprendo totalmente la crítica anterior a la mía.
Decidí ver esta cinta porque leí el argumento y me intereso, después descubrí con tristeza que es una cinta mejicana, y digo esto porque normalmente el cine mejicano ofrece algo diferente, historias nuevas o simplemente su propia identidad, y no esta pretenciosa y simplona historia de amor de jóvenes guapitos, "chic" y proespirutiales mejicanos. El cine de allí no se merece ejemplos como este.

Más que estimable escenificación de la sobrecogedora y terrible obra de Saramago. Meirelles afronta con decisión y entusiasmo casi excesivo el ambicioso proyecto, no de llevar al cine la obra, si no de hacerlo fielmente. Intenta ser los ojos, nunca mejor dicho, de la prosa directa y sin contemplaciones del portugués. Sin embargo precisamente el querer contar todo en un metraje contemporáneo rompe drásticamente el tempo de la cinta, provocando fallas importantes en su narratividad. Así pues para el que ha leído la historia original puede ser una experiencia sugestiva; para todo el que se enfrente a ella directamente puede ser una historia interesante pero mal contada.