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Críticas de WaldosAstoria
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Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
8
23 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi la película original en los años sesenta, siendo un niño, y la volví a ver en los setenta, ya adolescente, y en ambas ocasiones me sentí encantado con ella aunque he de confesar que no sentí miedo en ninguna de las dos ocasiones. Cierto es que "La cosa" original fue algo novedoso, original, pero ni por asomo alcanza la tensión de su remake y creo que eso se debe, sencillamente, a que John Carpenter enfocó el remake más como una película de terror que una de ciencia ficción.

Lejos está de ser perfecta, lo acepto, pero para la época su puesta en escena fue sorprendente y uno salía del cine llenos de ganas de comentarla con los amigos y de recomendarles que sí o sí la vieran porque era una película poco menos que imperdible.

Ahora, he visto por allí una crítica que compara a esta película con ET y me llama la atención, mucho muchísimo, ese hecho porque ET era una película para niños en tanto La Cosa era, indudablemente, un film dirigido a un público adolescente y adulto. También he de mencionar que esta película, a diferencia de ET, fue mucho menos publicitada pero que a día de hoy ha alcanzado la categoría de clásico.

Y es un clásico porque tuvo buenas actuaciones, buenos efectos, un guión interesante y una más que interesante adaptación del guión original, agregando ideas que en el guión original no habían sido siquiera exploradas.

Por eso la sigo recomendando, porque vale la pena verla, porque no es una película más, porque se distancia en argumento lo suficiente de la película original como para ser considerada una película nueva.

Un saludo y buena suerte.
WaldosAstoria
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5
18 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decidí ver esta película luego de leer las abrumadoras malas críticas recibidas y, sinceramente, no sé por qué tanto desprecio. De hecho, al ver la dichosa película se descubre que la misma tiene tantos errores como cualquier otra y que muchas mejor puntuadas, y mejor tratadas por la crítica profesional, adolecen de más problemas que esta como, por ejemplo, la mayoría de las películas de Emmerich que se salvan por lo monumental de sus efectos especiales antes que por su sólido argumento y, sinceramente ¿Nadie ha notado lo mal que maneja los tiempos, o mejor dicho los relativiza, para aumentar la tensión del espectador? Basta con ver "El día después de mañana" y "Cuatro de Julio", dos películas exitosas en la taquilla, para ver que para Emmerich el tiempo no es una dimensión sino un chicle (goma de mascar) y que lo estira, hace globos o lo comprime según su necesidad y antojo..

Ahora deberé seguir en spoiler aunque no creo que devele demasiado de la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
WaldosAstoria
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10
16 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dios quiera que haya escrito bien el título...

Star Trek tiene una característica que el tiempo no podrá borrar: Es la serie menos maniqueísta que he visto. Esto es algo que los jóvenes de hoy no identifiquen claramente, pero Star Trek, lejos de pintar un mundo en blanco y negro procuraba exponer la mayor gama de colores posibles.

Primero he de hacer una declaración: Los clásicos jamás envejecen, se añejan para el disfrute de los paladares más exquisitos y esto es lo que ha sucedido con esta serie ¿Detenerse a criticar los "pijamas"? Extrañamente, hasta en la serie Cosmos 1.999 se utilizaban ropas ceñidas al cuerpo, con más o menos aspecto de pijamas pero todas del mismo estilo ¿Por qué razón?porque en el año que se filmaron era "lo moderno" pero ciertamente, en Star Trek se demuestra que no es el hábito lo que hace al monje ¿Por qué detenernos entonces, precisamente, en eso? ¿Por qué no resaltar que en la época de la Guerra Fría, solo unos pocos años después de la crisis de los misiles, se presentaba a la Tierra como habitada por una civilización integral e integrada, donde no tenía cabida el dinero, donde no era el ansia de riqueza, sino de conocimiento, lo que empujaba al ser humano hacia las estrellas?

Una serie para la cual ni klingoons ni romulanos eran mala gente sino, quizás, extremadamente desconfiados y algo belicistas, donde el problema base era llegar al entendimiento y donde los problemas surgían de la incapacidad de entenderse.

Y si seguimos su historia vemos claramente el propósito de Roddenberry: Hacernos entender que la Tierra es, al fin y al cabo, una nave espacial perdida en el cosmos.

Propuso la idea de una tierra unida en los sesenta, sin telones de acero, sin KGB o CIA, Promocionó el principio de no intervención en los noventa, con The Next Generation, una época en la cual los EE.UU. estaban en pleno auge intervencionista. Intentó, en Deep Space Nine, hacernos ver que la mejor manera de ayudar es ayudando, pero no imponiéndose a cambio de dar ayuda (Tal el papel de Cisko, si no me equivoco).

Antes de eso el extraterrestre malo e invasor, que venía a destruirnos y apropiarse de jnuestros recursos (que reflotó Emmerich), las historias de ciencia ficción que más parecen una historia de cowboys e indios tuneadas, donde el malo es muy malo y el bueno muy bueno y entonces llegó E.T., un extraterrestre bueno, y Encuentros Cercanos y Cocoon que, casualmente, coincidieron con una época de distensión , de apaciguamiento de la Guerra Fría.

Indudablemente esta visión no se ha conservado en las nuevas películas de la saga que aunque espectaculares en sus efectos van a la pata coja con la filosofía pero claro, Gene había muerto y otra mano gobernaba el timón de la Enterprise.

Esto más que una crítica parece un panegírico pero es que no deseo que se olvide que en la serie Star Trek original se mostró el amor interracial, a rusos, estadounidenses y japoneses trabajando juntos, a una mujer (para "colmo" negra) siendo un miembro importantísimo de la nave y a un hombre verde (Spock tenía de ese color la sangre por lo que podemos presumir que el tono de su piel no era sonrosado precisamente) siendo el segundo al mando (¿Qué más extranjero que un extraterrestre?) y, la guinda del pastel, el contrapunto entre Spock y McCoy, que parecían ser las dos conciencias, la emocional y la racional, del capitán Kirk que escuchaba a ambos antes de decidir que hacer.

Porque eso es lo que ha de hacerse ¿No es así? Equilibrar lo emocional y lo racional para llegar a decisiones correctas ¿O daremos la razón a quienes sostienen que hay un número de bajas aceptables? ¿O nos guiaremos por puras estadísticas, olvidando que cada índice representa a seres humanos?

Esa es la característica de Star Trek que no ha podido borrar el tiempo, de hecho actualmente estamos casi como en los sesenta, porque aunque creamos que la amenaza nuclear es algo ya pasado, aunque creamos en el triunfo del capital y la bonanza de él surgida, aunque creamos en el "ellos malos, nosotros buenos", todo indica claramente que estamos equivocados ¿En qué me baso para decir esto?

Pues, en que EE.UU., Rusia y China poseen un nutrido arsenal nuclear listo para ser usado, en que más de la mitad de la población mundial no sabe lo que es comer todos los días, en que la xenofobia, la homofobia y otras fobias están reapareciendo con fuerza y que el etnocentrismo parece regir las relaciones internacionales.

Y que existe un afán increíble por crear nuevas fronteras y por hacer cada día más difícil el poder atravesar las viejas.

Como si el mundo, en lugar de compararse con una nave espacial que surca en soledad la inmesidad del cosmos se semejase a un puñado de chatarra generado por cada una de las ideas que en él circulan, ideas que en lugar de confrontarse para alcanzar el entendimiento se enfrentan como si de autos chocadores se tratase.

Paz y prosperidad... nos hace falta.
WaldosAstoria
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9
1 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada diré que no es malo ser patriota pero si ser patriotero. La diferencia entre ambos términos es nimia, apenas unas letras, pero un patriota es quien ama tanto a su país que no vacila en criticarlo, en tanto un patriotero es aquel que dice amar su país cuando, en realidad, ama representaciones de ese país, ya sea un himno o una camiseta de fútbol, y considera que quien critica a su país merece paredón y balas.

Joe McCarthy era de estos últimos, un patriotero de baja estofa que lapidó a cientos de librepensadores calificándolos de comunistas, como si el ser comunista fuese anti-estadounidense. Tanto era el miedo que generaba este político de marras que pocos se atrevían a criticarle abiertamente por miedo a ser inculpados de rojos y llevados ante una comisión del senado, un remedo de la inquisición (española, francesa o inglesa que inquisición hubo en todos lados aunque quieran darle chapa de ibérica), en la que el acusado no sabía el nombre de su acusador y estaba obligado a demostrar que era inocente.

Y todo eso en el país de la libertad y la democracia.

Edward R Murrows, periodista paradigmático, tuvo la valentía de criticar a McCarthy y sus seguidores. Sin falacias, haciendo uso de las herramientas propias del buen periodista, logró, en mi opinión, herir de muerte al macartismo, cosa por la que todos los estadounidenses deberían recordarlo. Este tema, también tratado en la película "Guilty by Suspicion" protagonizada por Robert de Niro y Annette Benning sigue teniendo relevancia porque, de una forma u otra, el maracrtismo (palabra que ahora uso para definir a aquellos que pueden ser eliminados solo por pensar diferente) está más que presente en nuestra historia.

Así, todos aquellos que se oponían a la intervención armada en Irak era tildada de antipatriota por la administración Bush y no solo en los Estados Unidos se usa o usó esa técnica, sino también en Argentina (Más de treinta mil desaparecieron por pensar diferente o "pensar mal" como decían los altos mandos militares), Chile, Bolivia, Uruguay y, nadie se salva, España misma.

Esta película habla de la responsabilidad que tienen los periodistas de transmitir mensajes veraces pues son creadores de opinión y uno esperaría que de las universidades surgieran almas libres que no temiesen llamar las cosas por su nombre ni procurasen deformar los hechos pero... eso es algo que alguien, en alguna de las críticas leídas por mí, ha marcado como un deseo casi irrealizable, y mucho me temo que así es, al menos desde que las multinacionales son dueñas de los medios de comunicación.

Y no crean que lo hecho por McCarthy no nos ha afectado a quienes no adoramos la bandera de las barras y estrellas, porque gracias a McCarthy se elevó reagan, y gracias a Reagan comenzaron a aplicarse recetas neoliberales, y luego vino Bush y ahora este, como diría mi abuelo, badulaque de Trump.

Pero mejor me dejo de filosofía barato y me dedico a lo que nos importa. Me resultó excepcional el trabajo de Clooney (vi la película sin saber quien era el director y cuando lo vi casi me caigo de espaldas), también la interpretación que David Strathaim hace de Murrows.

Esta película hay que verla porque cuenta una historia que muchos consideran apenas una anécdota pero que sumió a muchos creadores y artistas en la desesperación y la miseria cuando no los obligó a abandonar, como Chaplin, el gigante del norte solo por estar acusados de simpatizar con las ideas comunistas.

Un saludo.
WaldosAstoria
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7
19 de febrero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se estrenó esta película nada se sabía de la luna y nadie pensaba que algún día la humanidad pondría su pie en ella y, de hecho, faltaban algunos años para comenzar a pensar en un cohete por etapas (Es acaso de sorprender que el director de la película no la bordara? Luego, muchos de los errores de esta película tardaron años en subsanarse y muchos otros errores se sumaron a los viejos y aún hoy se siguen cometiendo pero más por necesidades asociadas a la espectacularidad que a desconocimiento.

Todos sabemos que en el espacio no hay ruidos, que toda nave espacial, al tardar años en construirse, suele estar integrada por tecnología desfasada, antigua, y que sus paredes y demás son delgadas, muy delgadas, porque de otra forma no se moverían del suelo. Claro que los escritores de ciencia ficción, o fantaciencia, o de literatura de anticipación o como quieran decirle, tenían a su mano algo muy útil a la hora de escribir sus novelas: La imaginación, la fantasía. Por eso las naves tienen gravedad artificial, y por eso existe la noción de escudo de fuerza, algo no imaginado por H.G.Wells en su novela donde el Hijo del Trueno, un vapor inglés, descabezaba una de las máquinas de la muerte de un cañonazo. Por eso, y porque durante muchos años se ignoró que el fuego, en gravedad cero, se comporta como un fluido, y que pasaron muchos años hasta que alguien pensó que una nave de gran tamaño debía construirse en el espacio (Y pese a eso la Voyager aterriza) ha de tenerse comprensión al ver esta película.

¿Qué tiene errores de guión? Los tiene, y muy gruesos, pero ¿Acaso eso importa? Al fin y al cabo se trata de una película y no de un documental científico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
WaldosAstoria
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