Era muy remiso a ver una serie de fantasía épica por más que sea un género que en mi juventud me gustara tanto. Y es que parece que el hecho de que una película sea de fantasía es licencia para toda serie de INFANTILISMOS, INCONGRUENCIAS y MALOS DESARROLLOS. Amén de INFOGRAFÍAS POBRES que no están a la altura de las cotas de perfección alcanzadas por, por ejemplo, "La guerra de las galaxias" (mucho decir ya se) y es que es de vergüenza dicho sea de paso que después de 35 años y con un ordenador sean incapaces de superar simples maquetas por buenas que fueran. (Léase "La leyenda del buscador" o la serie "Merlín" lamentables de verdad).
No es el caso: Los diálogos inmejorables, los personajes bien trazados, la trama interesante, la puesta en escena sobria y elegante. En definitiva una grata sorpresa.
Sean Bean avala con su presencia la serie, nunca mejor dicho. Es un buen actor con un registro algo limitado precisamente por su imponente físico pero no es menos cierto que aunque tiene varios bodrios en su haber también ha trabajado con el IMPONDERABLE Richard Harris en un pequeño clásico titulado "El Prado".
La serie es muy buena pero si hay un personaje que destaca sobre todos los demás tanto por interpretación como por diálogos así como por lo ambiguo e interesante del mismo ese es EL ENANO. ¡PAPELÓN! Como dijo Robert Graves en su novela Claudio el Dios, pertenece a una de las cuatro clases de hombres que dejan su impronta en la historia: Nobles con corazón de piedra, canallas con corazón de piedra, nobles con corazón de oro y CANALLAS CON CORAZÓN DE ORO. Esta según Graves es la más rara de las cuatro y es a la que pertenece este extraordinario personaje.
¡A verla!

Pues eso, el título lo dice todo, “El asombroso mundo de Gumball” y por más “prometedor” que sea el título promete y cumple. “El asombroso mundo de Gumball” aúna el humor de la sitcom, el humor absurdo y el humor gráfico de una manera brillante. La forma de collage (llegando más lejos que SOUTH PARK) en la que está construido con diferentes formatos gráficos superpuestos sobre un fondo “real” es en principio desconcertante pero resulta brillante. Un mundo donde coexisten fantasmas, tiranosaurios, conejos rosas gigantes, ¿Cocos con cuernos?, teleñecos, gatos parlantes y peces con piernas…
Señalar como detalle la divertida paráfrasis que aparece en la camiseta del teleñeco en la que pone AB/CD (barrio sésamo) en lugar de AC/DC (rock duro)… ¡Genial!
Como digo el formato de los episodios utiliza lugares comunes de la sitcom familiar y escolar y las estira al extremo del absurdo humor absurdo, valga la redundancia. Usa personajes bien definidos con unos caracteres propios como la estupidez del padre o la candidez enternecedora de Darwin (ha evolucionado y le han salido pulmones y piernas).
En definitiva “El asombroso mundo de Gumball” es una serie tal vez no original pero que junta con gran brillantez elementos de humor y un grafismo atrevido.
Es muy divertida.

Una película muy valiente y acertada particularmente en la caracterización de los personajes (No es muy dificil por otra parte todos los jefes de personal tienen el mismo perfil de traidores, ladinos, y lameculos relamidos). Es bastante dura también con la otra parte la de los obreros que no se comprometen aunque falta un poco de caña para aquellos sindicalistas que se les llena la boca y luego venden a sus compañeros por unas dietas.
El mundo laboral debería ser un mundo donde reinara la reciprocidad pero tristemente no es así. Tal vez sea demasiado duro con la figura del padre que por lo menos resulta comprensible. Después de todo aquellos que dan la cara por los demás son los primeros a los que se la parten. Y como siempre en una empresa los que más hablan (y menos trabajan) son los que menos tienen que hablar.
De todos modos suscribo un comentario de otra de las críticas y es que no es comprensible que no se reflexione y se trate más a fondo el ambito laboral en la literatura o el arte cuando CONSUME la mitad de nuestra vida.
De todas formas yo por mi parte tengo muy claro donde estoy. Ojala tuviera la respuesta.

Es una película muy bien interpretada y una historia innegablemente interesante. Es inevitable la comparación con la película de Stephen Frears (que para nada considero un bodrio). El mayor fallo de la película es la elección de la actriz Meg Tilly para encarnar a Madame de Tourvel no porque lo haga mal, que no es una mala interpretación, sino porque tiene unos rasgos demasiado raciales para el personaje.
Es menos vistosa que "Las amistades peligrosas " pero no es un rasgo determinante.
Otro fallo menor es la elección de los vestidos, ya que en ocasiones son demasiado modernos incurriendo en anacronismos evidentes (por ejemplo la bata de estilo japones que lleva al final de la película Annette Bening). Tal vez se trate de licencias deliberadas como las que se toman en "Mucho ruido y pocas nueces" como diciendo "Esto es literatura y lo importante es la trama". No entiendo esa postura.
Entrando en comparaciones con "Las amistades peligrosas" encuentro las interpretaciones mucho mas sobrias y creibles particularmente en el caso de Colin Firth frente a John Malcovich ya que el último sobreactua de manera escandalosa. La chiquilla seducida por Valmont es encantadora y su papel es mucho mejor que el interpretado por Uma Thurman. La única ventaja de la película de Frears es contar con la belleza de Michelle Pfeifer (que además hace un buen papel).
El personaje de Valmont en este caso y toda la trama en general es mucho más comprensible y cercana al espectador. Trata más de devaneos propios de amor mal llevados que de personajes viciosos y malvados como ocurre en la película de Frears. Annette Bening hace una interpretación magnfica y es victima de su própio orgullo sin, como en el caso de Glen Close, dar esa impresión de acérrima maldad. No es que Glen Close lo haga mal es el tratamiento del personaje el que en mi opinión es más acertado en esta película.

Para empezar: Esta es una película de hostias, y además es una buena película de hostias, no pidamos peras al olmo. Ya sabemos que Steven Seagal no es Robert de Niro.
Sin embargo la temática de la película es interesante y trata temas sumamente incorrectos políticamente. No es que sea precisamente una película de Costa Gavras pero habla muy claro.
La leyenda urbana dice que es una especie de biografía apócrifa de Steven Seagal y que este trabajó para la CIA.
Si fuera tan mala como se pretende no le hubieran financiado la infinidad de películas que ha hecho posteriormente.