Empezaré diciendo que me encanta Houellebecq. Desde que leí "Ampliación del campo de batalla" me enganché a la ironía negra de este francés cabroncete... Pero ni el libro era bueno (demasiado sexo por que sí, poco estructurado, etc.) ni la peli resulta decente. Esta última carece de argumento, vemos las andanzas de unos personajes poco creíbles por escenarios que nada nos dicen, no se entienden muchas escenas y el final te deja igual. Mal, por lo menos las otras películas (Ampliación del campo de batalla y Las partículas elementales) lo intentan, esta ni siquiera.

La miniserie es muy buena. Retrata La Habana con un aura de decadencia y realismo mágico que le suma a la buena interpretación de los actores, a los excelentes secundarios y a unos guiones muy elaborados. Además, como fan de la saga de Vázquez Montalbán, me ha encantado el toque "pepecarvalhesco" que tiene la serie. El detective, las tramas, la sordidez, el papel de la gastronomía... hasta el comentario en uno de los episodios, cuando un personaje dice: "esto es como la Rambla de Barcelona". Todo me lleva al mundo de Pepe Carvalho, pero con el Malecón de fondo. Parafraseando la canción de Carlos Cano: "4 estaciones en la habana es la Barcelona de Montalbán con más negritos".

Más allá de la broma del título, la serie merece la pena. El primer capítulo visualmente es muy prometedor, y la manera en que las tramas se cruzan y se expanden en los dos siguientes deja abiertas varias vías no sólo para la primera temporada.

El personaje de Norman está muy logrado, tanto en la forma como en el contenido; y el juego que se hace entre "retro" y "moderno" a lo largo de la serie merece ser destacado.

El pueblo -y sus habitantes- hacen bueno eso de que "siempre hay un roto para un descosido", aunque a veces pecan de fantasiosos...

En definitva, una buena serie, que es capaz de crear un ambiente propio sin parasitar de la película original.

No puedo decir que no me gustase el documental, la historia de los hermanos Restrepo tiene muchísimos matices para perderse en el Ecuador de los años ochenta y noventa: corrupción, torturas, lucha social, una burocracia tan temible como patética, el drama familiar... todo ello se ve reflejado en esta película. Sin embargo, a María Fernanda Restrepo le gana el corazón, a momentos deja la objetividad para "meterse" de lleno en la historia, a ratos pasa de los hechos a la cotidaneidad del hogar y, sobre todo, se muestra desordenada tratando de seguir los pasos de su padre... repito, la película es interesante, tiene imágenes muy buenas y la ventaja de contar el caso "desde dentro", pero el resultado es un poco caótico.

Soy aficionado a las películas de ciencia ficción, pero algo que no entiendo nunca es porqué hacen películas de este género tan sumamente malas que encima tratan de pasar como "cintas de culto". El efecto mariposa es un ejemplo de esto último, ya que bajo una apariencia "postmoderna y alternativa" (la chorrada esa de las alas de la mariposa y el renunciar al amor y demás tonterías) nos muestra una historia plana, sosa, lineal, con escenas entre la risa y lo patético que termina con un final tonto y previsible. Mala hasta más no poder.