El trabajo de dirección es malo. El guión es incoherente y malo. Las actuaciones son malas no, malísimas. El doblaje al español es horroroso. Lo único regular es la fotografía y tampoco es que sea para tirar cohetes. En definitiva, es una película mala. Muy mala. No la veais por favor.

La película carece completamente de sentido. Escenas inconexas, lagunas argumentales del tamaño del Mar Negro, clichés a punta pala... ¡todo está en esta cinta! Sin lugar a dudas, de lo peor del año.

Incomprensible es que la mayoría de críticas tachen a Quarantine de mala por ser un remake exacto de una excelente película. Es un caso muy similar al de "Infiltrados", donde Scorsese copia plano a plano "Infernal Affairs", pero claro, ahí no nos tocan esa vena patria que la mayoría solo saca a relucir en las Eurocopas y las críticas a películas españolas. Un poquito de seriedad señores, que Quarantine es una película muy decente por si misma (ligeramente inferior a la mencionada REC, eso sí) y remakes ha habido siempre.

Ray Stevenson (aka Tito Pullo para los que han visto Roma) de protagonista, Dominic West (aka Jimmy McNulty para los que han amado The Wire) haciendo de malo, y Julie Benz (aka Rita para los que ven Dexter) como "la chica". ¿Suena bien, eh? Pues los tres, sin excepción, dan auténtica pena en esta película. Vamos, que si les dan un razzie por trabajo en equipo se lo tienen que comer con patatas y guarnición de verduras.

Después está el tema del guión, el cual estoy seguro de que molaba un montón en la mente de... ¿tres tíos? ¡¿Tres tíos para hacer eso?! La Virgen que pena... Iba a despotricar sobre el guionista en cuestión, pero si ellos eran tres y llegaron a la conclusión de que el resultado era bueno, debe ser que yo no he cogido la compleja historia.

Por último (que tampoco le quiero dedicar más de cinco minutos a esto), el trabajo de dirección es tan apresurado, superficial y descuidado como malo. La escena en la que Punisher le da una linterna al niño de "Rita" para que "nadie le tape su luz" o algo así, es deleznable. Aunque bueno, mejor no especifico, porque si no vamos a poner a enumerar escenas lamentables, me voy a exceder de los 5 minutos.

Más allá de sus variados errores históricos, Cézanne y yo es una película en la que nada o casi nada funciona como debería. La mejor prueba de ello es que se le podría recortar una hora entera de metraje de forma completamente aleatoria, y su discurso seguiría siendo idéntico. Al fin y al cabo, el filme nunca intenta pintar un cuadro sobre Cézanne y Zola o su amistad. Se conforma con dar un par de brochazos en los que tan sólo se puede intuir que los dos artistas eran dos personas igualmente miserables, unidas exclusivamente por su afición a mirar escotes femeninos.