La naranja mecánica es original, divertida, violenta, vanguardista, transgresora, polémica, extraña, impactante, estilosa, brillante, insolente, única, brutal, hipnótica, estremecedora, sobresaliente, apoteósica, hermosa, innovadora, cruel, salvaje, demoledora, conmovedora, misantrópica, apabullante, desternillante, emblemática, valiente, provocadora, profunda, genial, cruda, inteligente, efectiva e imprescindible. Perfecta.

Por si alguien no la ha visto, Aguirre la cólera de dios narra la búsqueda de la mítica ciudad de El Dorado por Lope de Aguirre, el loco rebelde que renegó de la monarquía hispánica y se embarcó en una misión suicida por el Amazonas.

Por una parte, es una maravilla visual de cámara "inquieta" (desde el punto de vista de un ignorante que disfruta bastante del cine), realista como si fuera un documental, se nota la importancia que Herzog da a la filmación de los paisajes y el realismo, y aunque tiene ingredientes para resultar aburrida a algunos (la acción es lenta y todo eso), no lo es en absoluto; no se qué tiene que resulta fascinante, quizas la combinación de la música con esa forma especial de rodar (la escena del final me dejó sin habla). No es en absoluto aburrida como se pinta, la situación histórica y los personajes crean una atmósfera absorbente desde el primer momento.
Resaltando el papel deliberadamente artificioso y desequilibrado de Klaus Kinsky, quién mejor que un tipo desquiciante e insoportable como él para interpretar a la figura de Lope de Aguirre. Un papel hecho a su medida.

Por otra parte, tengo un problema con esta película. Como ya he dicho, como película es excelente, pero su contexto está deformado: es de esas películas cuyos directores disfrutan echando mierda a la historia, a la de la España de los descubrimientos en este caso, tratando de desmitificarla y de vituperarla; de victimizar a tribus y civilizaciones indígenas que en realidad en la época precolombina se mataban entre ellos en constantes guerras injustas, se esclavizaban, se decapitaban entre ellos en sacrificios rituales en honor a los dioses... Civilizaciones "muy avanzadas" pero que ni siquiera conocían la rueda. Herzog se destaca especialmente por hacer estas cosas (ver Even Dwarfs Started Small). Llamadme "chovinista histórico" pero odio esas cosas, ese subjetivismo falsario. De verdad.
Y qué decir de cierta frase de Aguirre haciendo un guiño a los fascismos, ¿un patético paralelismo entre los fascismos racistas del S. XX y la España imperial, quizás? Como si pretendiera el director comparar absurdamente las aberraciones de la historia contemporánea de su natal Alemania nazi con las de la España del S. XVI o algo por el estilo... (¿Locura interpretativa mía? ¬¬).

Pero aun así, lo positivo del film gana a lo negativo e, ignorando ese punto de subjetividad, me rindo ante el poderío de la película.

Basado en el manga del mismo nombre, el film presenta a Nana Oosaki, una joven que quiere triunfar en el mundo de la música con su grupo, los Black Stones, y de camino a Tokio (donde piensa establecerse), conoce por casualidad en el tren a Nana Komatsu, una joven con la misma edad y nombre que Oosaki, dos jóvenes muy diferentes pero que conectan muy bien y establecen una gran amistad a lo largo de la historia.

El manga, que ya lleva 18 tomos en Japón, es obra de la genial Ai Yazawa (la misma autora del manga Paradise Kiss), mangaka cuya obra (Nana) ha conseguido más ventas en Japón, en subgénero shojo.

La película refleja en imagen real los veinte primeros capítulos del anime aproximadamente (que se hicieron con posterioridad) en unos 120 minutos de duración.
Es muy detallista y minuciosa en algunos aspectos y las interpretaciones no están mal aunque en algunos momentos se me antojan artificiales, planas y poco creíbles, y si a una interpretación le quitas su credibilidad ¿en qué se queda?
El guión es bastante correcto y fiel al manga pero da la sensación de que todo transcurre muy rápido, aunque supongo que es algo normal para alguien que ha visto una serie de 47 capítulos y luego ve condensado en poco más de dos horas veinte capítulos.

La sensación que da el conjunto en esta cinta después de leer el manga o ver el anime es que falta expresividad por doquier a los personajes, una sensación muy lógica teniendo en cuenta que si por algo se caracteriza el mundo del manganime es por la expresividad de sus personajes y las múltiples caracterizaciones estupendamente marcadas de las que hacen gala como norma general los personajes; quizás yo esté influido por ello y haga una mala crítica por ello, comprensión por favor.

Recapitulando, no es una mala adaptación del manga (aunque prefiero el anime), y aunque tiene sus defectos es digna de ver para cualquier fan de Nana; además no deja de ser un aliciente ver a todos los personajes en carne y hueso.

Como film no tiene ningún valor (técnicamente hablando) pues se compone en su mayoría de vídeos brutales captados con cámara oculta que reflejan la cruel realidad a la que se ven sometidos los animales, pero el mensaje que conlleva la película es importante. Su punto fuerte es hacernos pasar un rato malo, malísimo, enseñándonos cómo utilizamos, tratamos y sometemos, con la crueldad y la barbarie por bandera y para nuestra propio y egoísta beneficio, a los animales, en cualquier ámbito (como alimento, forma de diversión, etc.). La película es vehículo de denuncia para hacernos reaccionar, para quitarnos la venda que nos hemos puesto en los ojos. De cómo irónicamente nos tapamos los ojos ante estos hechos porque no nos gustan ni nos conviene conocerlos, aunque somos conscientes y cómplices de las atrocidades que se muestran, por muy lejos que esté el matadero. De destacar, el vituperado "especismo" con el que incluso se llega a hacer (con bastante acierto) una analogía de los actos de la humanidad hacia los animales comparándolas con las de los genocidas nazis.

Una situación que, por otro lado, es tristemente inherente al hombre (aunque no se quiera aceptar): la crueldad, el interés personal, la competitividad y la ley del más fuerte como forma de vida humana... Si no nos respetamos ni a nosotros mismos, guerreando constantemente en conflictos armados (como demuestra toda nuestra historia), y la mitad de la humanidad ni siquiera conoce unas condiciones de vida dignas... como para respetar al mundo animal con esta situación.

Así y todo, no es factible que se pretendan cambiar los hábitos alimenticios del hombre, pues su condición de omnívoro le impediría llevar una vida sana si tomara la decisión de prescindir de alimentos de origen animal. Los veganos quieren un mundo idílico que es incompatible con la realidad...

Para los que protestan por la tauromaquía pero luego devoran carne, llevan zapatos de piel o se aplican lociones y productos (previamente testeados en animales), o defienden la crueldad en nombre de la ciencia... para esos grandes hipócritas, indignados de chichinabo, activistas pero solo de lo que les interesa, a ellos especialmente les recomiendo el film.

Por cierto, la música de Moby (famoso músico defensor de los derechos de los animales) es en algunos momentos, genial.

Nos encontramos ante un gran espectáculo visual, un deleite fantasioso embebido por el colorido, de clara inspiración “AngLeeana”.
Es entretenida y agradable pero acaba convirtiéndose en un culebrón romántico que deja de lado la historia principal y bombardea con sentimentalismos.
A pesar de todo es un regalo para la vista.