Me han bastado 15 minutos de meadas y cagadas de elefantes a la cámara, y meretrices orinando sobre caras de gordos desnudos para saber que esta película la va a ver Rita.

Me ha recordado al chiste de Tarantino en Desperado: "Que podía mearme en usted, en su cara, en su salón, y que no solo no iba a enfadarse sino que se alegraría". Entiendo pues que la película es una metáfora de cómo mearle la cara directamente al espectador y que encima aplaudamos semejante audacia.

Hasta para epatar y ser "desagradable" hay que tener estilo, y tú, Damián, no eres Scorsese ni esto es el Lobo de Wall Street.

Supongo que Babylon es el intento de un director mimado por quitarse el cartel de "moñas" o "cursi" y así borrar su imagen de niño bien en La La Land o el nervio más bien clásico en Whisplash. Que se vea que también puede ser transgresor, pero con la profundidad y sutileza de un adolescente, arramblando con todo, mostrando hasta la nausea lo que no hace falta mostrar ni recrearse en ello.

Pues bueno, con mi tiempo desde luego no.

Si buscas venganza, ya se sabe...

Una sorpresa de serie, de lo mejorcito de lo que llevamos este 2023, sobre todo porque creo que muchos no dábamos un duro por un producto de Netflix que en apariencia daba la impresión de ser una serie más del montón para pasar la tarde. Pero una que resulta que sin mucho bombo ni grandes nombres detrás, es de los mejores estrenos recientes de la plataforma.

La trama es simple; cuando jodes a un extraño al volante con un mal pitido, un corte de mangas, un adelantamiento, una palabra fuera de tono o similar, nunca sabes qué puede ocurrir, porque quizás ese extraño esté tan jodido y teniendo un mal día igual o peor que el tuyo.

En esas agradables circunstancias, Amy y Danny se conocen, se buscan, se intentan arruinar la vida por todos los medios, y así comienza una especie de competición por ver quién puede ser más cabrón y mezquino con el otro. La escalada de violencia llegará a cotas impensables, con los dos cegados por su odio a la otra persona, a la que culpan de todas las inseguridades, insatisfacciones y decepciones con sus respectivas vidas. Esto viene acompañado de varias reflexiones existenciales, algo de simbolismo bien dosificado y, sobre todo, mucha mala baba y sensación de "Tíos, se os está yendo de las manos".

Grandes interpretaciones (todo el elenco está muy bien, ellos dos, genial), muy buen ritmo, directa y sin pedanterías ni hacer nada mal o que no sepa hacer, y una narrativa bastante impredecible y que mantiene siempre la sorpresa. Quizás alguna pega en el último capítulo, pero nada muy grave.

No dudéis en echarle un vistazo al menos al primer capítulo.

Y no pitéis tanto con el coche, leñe.

Paz.

Y es que su Capitán Garfio es lo único rescatable de la película, con una relación muy emocional y bien interpretada en su amistad/odio por Peter Pan.

Todo lo demás (lo evidente y aburrido de lo que no me apetece hablar por cansino, y lo que importa, la calidad de la película), muy, muy justito.

Era difícil imaginar unos niños perdidos más aburridos y genéricos (olvídate de Rufios y Carambólas, todos son carisma cero), una Wendy más irritante o un Peter Pan más plano y menos pícaro o divertido. Smee también podría haber sido interpretado por un actor con más carisma.

Lo dicho, Law y poco más.

Mala hasta decir basta, el guion es un esperpento, las actuaciones son imposibles y paródicas considerando los diálogos tan malos que tienen que sostener y que desaprovechan por completo un elenco que daba para mucho más (quitando a los chavales, a la protagonista, que es horrible, y algún caso más), y por si fuera poco, dejan mil subtramas sin resolver ni prestarle atención, con personajes que simplemente desaparecen.

Las motivaciones, de juzgado de guardia.

Huid de ella.

Como muchos han dicho, no le tenía demasiada fe a Better Call Saul cuando se anunció.

Breaking Bad me encantó, aunque siempre pensé que estaba un escalón por debajo de las más grandes (tipo Los Soprano o The Wire), y que competía más bien en la liga de otras grandes series como Boardwalk Empire. De Saul no esperaba que llegara ni a la liguilla de ascenso. ¿Una precuela de BB, sabiendo ya todo lo que ocurriría, y sin Walter White? No lo veía.

Imaginad la sorpresa que me llevé cuando, temporada tras temporada, y casi desde el comienzo, la serie empezó a parecerme no sólo digna de Breaking Bad, sino superior a esta. Porque en BCS encontraba una madurez, una tranquilidad lejos de la acción y los golpes de efecto fáciles, y una caracterización de personajes tan destilada, tan perfecta, que superaba a veces en mucho algunas escenas mucho más superficiales o "flipadas" de BB. El arco narrativo de todos los personajes de Saul es tan potente, tan trabajado, que hacen que no eches de menos a Saul cuando no está en pantalla. Algo que nunca me pasó con Walter, al que ansiaba ver cada capítulo.

Hay para elegir en cuanto a favoritos. ¿Prefieres la asertividad y la inteligencia de Kim? ¿La tranquilidad y eficiencia callada de Mike? ¿O la lucha por la supervivencia de Nacho? Da igual, porque todos los personajes brillan, absolutamente todos. Desde Howard a Lalo o Gustavo. No hay uno solo que esté de más, que no mantenga el interés del espectador tanto o más que el propio Saul.

Al final, te duelen, te importan, precisamente por eso, porque están bien construidos, y eso en una serie es dios. Casi más importante que la propia trama, las localizaciones, que la dirección de capítulos. La solidez narrativa en los personajes, que evolucionen, cambien, decepcionen, sorprendan, pero siempre siendo fieles a sí mismos, es algo de lo que muy, muy, muy pocas series pueden presumir.

Y en eso, como en muchas otras cosas, Better Call Saul es un 10 absoluto.

En spoiler, un breve análisis de la escena de la temporada 6 que más me tocó, y con la que dije "Venga, hasta luego, hazme sentir peor".