Miniserie con olor a telefilm, pero con un guión contundente y unas buenas interpretaciones en las que sabe apoyarse. Este producto coproducido por ETB y TVE, por desgracia vetado por esta última durante varios años por motivos políticos, es una interesante anomalía en la televisión española. Aunque cada vez lo es menos. Demasiado acostumbrados estamos en este país a ver productos blancos que no solo no tratan de ofender a nadie, sino que parecen empeñados en contentar a todo el mundo. Esa forma de hacer televisión empezó a cambiar en 2011, con una serie poco conocida que se llamó 'Crematorio'. Y es curioso que del mismo año fuera este otro producto que también arriesga bastante. Gracias a estas dos pioneras, y a una tercera que se las vio y se las deseó para salir adelante (la serie 'Isabel”, de nuevo de TVE), algo empezó a cambiar a la hora de hacer televisión en España, un cambio que ahora parece irreversible, como el tránsito que narra la miniserie.
'El precio de la libertad' es un producto disfrutable, pero también serio, que no trata al espectador como un crío al que hay que explicarle todo con detalle, sino como a un adulto que sabe lo que está bien y porqué. Por ello, aunque flojee en varios aspectos, la mayoría técnicos (insisto que en algunas escenas no puedo evitar notar cierto tufillo a telefilm y no a cine), creo que este producto es muy interesante. Para recordar lo que fue la dictadura y la transición, para recordar un poco nuestra historia reciente. Pero sobre todo para hacernos pensar lo mucho que pueden cambiar las cosas si ponemos algo de nuestra parte. 'El precio de la libertad' no gustará a todo el mundo. A la vista está la censura que sufrió y que, de una forma u otra parece que jamás abandonó este país, pero tampoco creo que lo pretenda. Por eso creo que, a pesar de sus defectos, al menos hay que darle una oportunidad a esta minisierie que no es perfecta, como tampoco lo son la mayoría de cosas de esta vida.

De la mente de J.J. Abrams llegó, antes de que finalizase la serie que más fama le dió, esta estupenda serie de ciencia-ficción en la que se ven numerosas similitudes con su antecesora. Pero no nos engañemos. Puede que 'Perdidos' tenga más reconocimiento y haya recolectado más premios a lo largo de sus seis temporadas que 'Fringe', pero en cuanto a trama, creo que 'Fringe' está muy por encima y gana con diferencia. Quienes ya se saturaron con las últimas temporadas de 'Perdidos', con esa trama con viajes en el tiempo y universos alternativos que acabaron no siendo tal cosa, prepárense para una serie cuya trama principal se basa precisamente en ambas premisas. A eso se puede añadir que, mientras 'Perdidos' tuvo un final que ha pasado a la historia como un final no digno e incluso decepcionante, fruto en mi opinión de un guion no pensado desde el principio, 'Fringe' soluciona ese mismo problema y da un final muy digno que ata TODOS los cabos sueltos que han ido quedando a lo largo de sus cinco temporadas. Si bien la mayoría quedaron atados ya al final de la cuarta.
Todos los que la hemos seguido somos conscientes de los problemas que una serie tan compleja y enrevesada ha tenido para llegar a buen puerto, con numerosas cancelaciones y renovaciones de última hora ya desde la segunda temporada. Y cuando los ejecutivos de Fox se arriesgaban con una serie con poca audiencia, aunque sí muchos seguidores (pocos la veían en USA en directo), y sus creadores afirmaban que la serie duraría cinco temporadas (como efectivamente ocurrió), siempre tuve claro que era por algo. Y en mi opinión ese algo fue que toda la historia estaba pensada antes de ser escrita, filmada y emitida. A ello hay que añadir que precisamente esas amenazas de cancelación obligaron a los guionistas a escribir dos finales de la cuarta temporada (ambos rodados): uno cerrando todo y funcionando como final de serie y otro que diera pie a esa posible quinta y última temporada. Esto en mi opinión creó una separación entre la 'Fringe' inicial (hasta la cuarta temporada) y la 'Fringe' de la quinta temporada, que podría hacer que ambas se consideren como dos series diferentes, pues la serie cambia de tono, de ambiente, de trama, de enemigos, incluso de época, quedando solo nuestro grupo de colaboradores del F.B.I como único nexo con las temporadas anteriores.
Olvídense de 'Expediente X' (con quien muchos la compararon inicialmente), o de la antes mencionada 'Perdidos' (con quien comparte creador), pues esta es una serie completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la parrilla. Y eso siempre es de agradecer.

Primero fue 'Planet 51', una película con Joe Stillman ('Shrek') como guionista. La película estaba bien pero en mi opinión era todavía un poco infantil y previsible, lo que confirmaba que la buena calidad de la animación no hace a una película buena. Ahora, tres años depués, ha llegado 'Las aventuras de Tadeo Jones', una película que da un paso más hacia la animación de calidad en este país. Técnica y visualmente no tiene nada que se le pueda reprochar, pero de nuevo fallamos un poco en la cuestión del tono que darle. La película sigue siendo más o menos previsible y más bien para los niños, una cuestión que ya hace muchos años Pixar demostró que no tenía porqué ser siempre así. Ejemplos que lo confirman son la saga de 'Toy Story' o los primeros minutos de la brillante 'Up'. Aún así, creo que 'Las aventuras de Tadeo Jones' es una película que claramente da un buen y gran paso en el buen camino. Y eso es muy de agradecer. Ahora solo esperemos no tardar otros tres años para dar el siguiente paso.

El megalodón está de moda, eso está claro. Parece que nos hemos cansado ya de atemorizarnos con el tiburón blanco y ahora nos gusta más su «primo de Zumosol». Ya no saben qué hacer para devolver a esta pobre criatura prehistórica a la vida. Pero que fuera muy grande no significaba que fuera a ser un monstruo, como tampoco que su voracidad tuviera que ser directamente proporcional a sus dimensiones. Dicho esto, en esta película que nos ocupa se opta por un ecosistema propio que ha permanecido aislado del resto del planeta dentro de una especie de burbuja del tiempo. Algo así como los lagos congelados de la Antártida o Siberia. La idea dentro de lo que cabe no es mala, hasta habría merecido la pena si la hubieran explotado mejor, tal vez no centrándose en el mismo bicho todo el rato, por ejemplo. Por desgracia no ha sido así y la película acaba siendo otra más. Sus efectos especiales son además malos, típico de productos televisivos, mientras que las interpretaciones en ocasiones llegan a ser MUY MALAS. Pero bueno, esto uno ya se lo espera sabiendo de qué va la película y, sobre todo, viendo, nada más comenzar, la calidad de los efectos especiales que calza.

En resumen, otra mala película más sobre criaturas muy malvadas.

«Muere como un héroe o vive lo suficiente para convertirte en villano». Esta frase de 'El caballero oscuro' viene al pelo para hablar de 'Prison Break', una serie que empezó en 2005 y que se alargó de forma innecesaria hasta 2009. ¿El motivo? Una enfermedad muy común en las series de televisión: «Alarguiditis rompechiclense». O lo que es lo mismo, alargar una idea hasta la saciedad igual que un chicle que se acaba rompiendo. En este caso los primeros síntomas surgieron casi desde el principio porque 'Prison Break' en realidad fue diseñada inicialmente para dos temporadas, la primera de las cuales de tan solo 13 capítulos. Pero tras el enorme éxito que tuvo desde el principio FOX no dudó en alargar esa primera temporada hasta un total de 22 capítulos. La verdad que esos nueve capítulos extra no chirrían, aunque se nota con claridad dónde está el corte. El problema más gordo vino cuando terminó la segunda temporada, ya no tan buena como la primera y centrada más en la conspiración política de fondo que en la intriga que pedía la serie si se hubiera centrado en la simple huída de los protagonistas. Si la hubieran dejado aquí habrían dejado una gran serie, pero la alarguiditis ya era crónica y fue inevitable que se sacaran de la manga una nueva trama que diera pie a una tercera temporada, y más tarde, a una cuarta. De esta forma, la que pudo ser una de las mejores series de principios de siglo se quedó en un producto más, entretenido pero no impresionante, que agotó su fórmula con gran rapidez.
En resumen, a veces es mejor saber dar un buen final, aunque sea a las pocas temporadas, que alargar el producto y conseguir que el conjunto se devalúe. 'Prisión Break' creo que es un buen ejemplo de ello.