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España España · Barcelona
Críticas de Bouns
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Críticas 51
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
18 de julio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prestigioso director manchego regresa a nuestras pantallas con su nuevo film, Julieta, volviendo al registro melodramático (aunque se acerca más al drama en esta ocasión, tal y como defiende el mismo Almodóvar), tras sus incursiones en el thriller psicológico con La piel que habito (2011) y el regreso a los orígenes de sus comedias alocadas mediante Los amantes pasajeros (2013).

Julieta es probablemente una de las mejores películas en la filmografía de Almodóvar, y en cualquier caso, la más madura.

Julieta supone un viaje introspectivo al pasado. Emma Suárez y Adriana Ugarte -gran trabajo interpretativo por parte de las dos actrices- encarnan ambas a Julieta, en dos momentos temporales distintos, con una diferencia de unos 30 años. Cabe destacar la escena en la que se relevan, resuelto de forma tan sutil como inteligente, y creando una dura y a la vez bella metáfora sobre el paso del tiempo.

Los fantasmas del pasado vuelven a aflorar en la vida de Julieta de pronto, y ésta se ve en la necesidad de poner por escrito todo lo sucedido en la vida de su hija, desde el día en que conoció a su padre, Xoan, durante un viaje en tren. Con este recurso narrativo, vamos indagando en las cicatrices del pasado de Julieta.

La película cuenta con un preciso guión -que hace una adaptación libre de los relatos “Destino”, “Pronto” y “Silencio” de la Premio Nobel de literatura canadiense Alice Munro-, y una de sus virtudes es precisamente su buen ritmo narrativo. Todo está perfectamente hilado, y Almodóvar logra adentrar al espectador, sin necesidad de sensacionalismos ni giros de guión alocados, en una dura historia de culpa y redención, narrada con gran sensibilidad pero también con contención.
“Tu ausencia llena por completo mi vida, y la destruye.”

Como es habitual, el director manchego utiliza como color principal en su expresiva paleta de colores, el rojo, que predomina a lo largo de todo el largometraje, seguido del azul. La estética está cuidada al milímetro, y hay composiciones verdaderamente bellas. Tiene una gran presencia el mar, el cual emplea a su vez para algunas metáforas.

Julieta es básicamente una película sobre el dolor, la pérdida, la culpa, y principalmente el silencio. Como anécdota, la película iba a llamarse de hecho Silencio, pero debido a que Martin Scorsese se hallaba ya rondando su nuevo film con el mismo título, Silence, Almodóvar se vio obligado a cambiarlo.
Con Julieta, Almodóvar regresa con un drama serio y contenido, y con un estilo renovado.

“Quise que viviéramos lejos de la culpa. Y a pesar de mi silencio, te la contagié como un virus”.

https://revista.tviso.com/julieta/
Bouns
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7
18 de julio de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de escribir sobre la película, me gustaría divagar un poco sobre el importante tema del que trata en su trasfondo.

Los Diez de Hollywood fue el nombre que la prensa utilizó para designar a un grupo de personas relacionadas con la industria cinematográfica estadounidense, y que fueron incluidos en la lista negra de Hollywood durante la caza de brujas iniciada por Joseph McCarthy, acusados de obstrucción a las labores del Congreso de los Estados Unidos por negarse a declarar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses, destinado a investigar una supuesta infiltración comunista en las filas de Hollywood.

Se trata de uno de los episodios más vergonzosos y lamentables en la historia de Hollywood, y de la historia interna de los EEUU. Considero imprescindible compartir este texto que escribió Albert Maltz, uno de los Diez de Hollywood:

“Entre los años 1947 y 1960, las fuerzas reaccionarias de Estados Unidos efectuaron una seria tentativa para instituir el control del pensamiento. El objetivo era el de sofocar, y finalmente prohibir, toda crítica contra la administración en el poder; en definitiva, convertir a los ciudadanos de nuestro país en dóciles corderos políticos. El caso de los Diez de Hollywood fue una de las muchas batallas del periodo para resistir aquel esfuerzo. Batallas similares se lucharon por muchos otros en diferentes áreas, en educación (desde las escuelas elementales hasta las universidades), en profesiones como la medicina y el derecho, en editoriales y en el teatro, en los sindicatos obreros.
El caso de los Diez de Hollywood recibió mucha atención porque existe un amplio interés hacia las películas de Hollywood. Además, era la primera vez desde 1790 que un grupo de intelectuales americanos (en contraste con los trabajadores) fueron enviados a la cárcel. Sin embargo, en su esencia, el caso de los Diez de Hollywood no era distinto de las miles de otras luchas a lo largo de los años, en este y en otros países, para resistir a las fuerzas de la tiranía. Los pueblos de todos los lugares, en todas las épocas y en todas las sociedades, han deseado la libertad de pensar por sí mismos y de expresar sus opiniones sin sufrir represión. Pero siempre existen fuerzas tiránicas que tratan de ahogar este derecho. Esta es, creo, una lucha que durará por toda la eternidad.”

También Orson Welles -otro de los tantísimos que fueron investigados- se pronunció al respecto con las siguientes palabras:

“De mi generación somos muy pocos los que no hemos traicionado nuestra postura, los que no dimos nombres de otras personas. Esto es terrible. Y uno no se recupera de ello. No sé cómo se puede recuperar uno de semejante traición, que difiere enormemente de la de un francés, por ejemplo, que fue delator de la Gestapo para poder salvar la vida de su esposa; es otro tipo de colaboración. Lo malo de la izquierda americana es que traicionó para salvar sus piscinas. Y no hubo unas derechas americanas en mi generación. No existían intelectualmente. Sólo había izquierdas y éstas se traicionaron. Porque las izquierdas no fueron destruidas por McCarthy; fueron ellas mismas las que se demolieron, dando paso a una nueva generación de nihilistas. Esto es lo que sucedió.”

Dicho esto, y yendo ya hacia la materia de la película que nos ocupa, destacar que el que mantuvo más firmes a los Diez de Hollywood fue el prestigioso escritor y guionista, Dalton Trumbo, que había ganado años antes el National Book Award –uno de los premios literarios más prestigiosos de los EEUU- con su novela Johnny tomó su fusil. La película versa precisamente sobre su figura: un hombre con carácter, ideales firmes, y luchador ferviente contra todo tipo de injusticias. Y en el fondo, un líder innato, que buscó y encontró la manera de burlar al sistema al salir de la cárcel para seguir con su querida profesión. Y sí, siempre será recordado por su gran actitud, y su lugar de trabajo preferido: la bañera.

El encargado de dar vida a Dalton Trumbo es Bryan Cranston, que logra recrear un personaje potente y carismático, lleno de matices. Magistral interpretación por su parte, siendo uno de los principales puntos más fuertes de la película. El reparto en general es muy acertado, con pequeñas apariciones estelares de John Goodman y Helen Mirren, entre otros.

La película está bien documentada, aportando información interesante -aunque sin llegar a abarcarla en profundidad-. El guión es bastante sólido, con un punto jocoso constante, y con bastante ritmo, haciendo que las dos horas de metraje del film se hagan muy amenas. Resultan interesantes también las recreaciones de las grabaciones de la época, prácticamente idénticas a las originales.

Trumbo no es desde luego el film más solemne sobre dicha temática, pero tiene la virtud de entretener e informar a la vez sobre un tema de mucha importancia. Por ello creo que resulta admirable la intención del director de impregnar una historia tan seria con toques de humor acertados. Ha logrado crear un biopic interesante, que si bien no innova demasiado, si resulta inteligente y entretenido. Muy lograda está también la ambientación de la época.

Es cierto que el film no abarca el tema principal en exceso, y se centra principalmente en un periodo de la vida de Dalton Trumbo y su relación con algunos de los Diez de Hollywood -lo que es normal al tratarse de un biopic-. Es por ello que por mi parte, recomiendo también el visionado de otros films, como por ejemplo el de la película La tapadera (The Front) de 1976, protagonizada por Woody Allen.
En cualquier caso, Trumbo supone un justo homenaje a los que fueron a la vez víctimas y héroes por enfrentarse a las injusticias del sistema norteamericano y su acérrimo anticomunismo -cosa que les ha llevado a ser uno de los países occidentales con uno de los peores sistemas laborales, tan carente de derechos-.

https://revista.tviso.com/trumbo-bryan-cranston-10-de-hollywood-dalton-trumbo/
Bouns
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Invadiendo el mundo
Documental
Estados Unidos2015
6,5
3.323
Documental, Intervenciones de: Michael Moore
7
18 de julio de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michael Moore vuelve a la carga, y lo hace a lo grande, con una de sus películas más divertidas e interesantes: ¿Qué invadimos ahora?

Alegando que desde la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos no han ganado ninguna guerra (Vietnam, Corea, Líbano, Irak…), Moore decide embarcarse en solitario en la aventura de ‘invadir’ por su cuenta una serie de países, con la pretensión de ‘conquistar’ sus mejores ideas y aprender en la contienda cómo los Estados Unidos podrían mejorar sus propias perspectivas.

¿Qué invadimos ahora? supone un hilarante y revelador “grito de guerra”. Las soluciones a los problemas más arraigados de los Estados Unidos -y otros países- ya existen en el mundo; simplemente están esperando a ser utilizadas. Y cabe recalcar que se trata de problemas, que ningún ejército puede solucionar.

La introducción del documental es fantástica, repleta de humor y de gran contenido crítico. El mismo tono pícaro y sarcástico es mantenido durante toda la película, brindando momentos extremadamente divertidos con ese toque característico de Michael Moore.
“Michael, no tenemos ni idea de lo que estamos haciendo.”

Se trata de un documental muy didáctico, que a pesar de ir dirigido principalmente al público estadounidense, resulta igual de interesante para el resto de espectadores del mundo, pues mucha de la información facilitada y que vamos descubriendo durante la ‘invasión’ resulta desconocida para la gran mayoría de personas no pertenecientes a dichos países.

Los temas que trata son muy atractivos, y cabe destacar el logro de haber conseguido abarcar mucho sin irse por las ramas, abordando por ejemplo temas de forma concisa como la educación, la importancia del feminismo, los derechos laborales, la calidad de vida, una breve introspección histórica y/o el respeto por los derechos humanos, entre muchos otros. Un documental de amplio espectro.
Su invasión transcurre por Italia, Finlandia, Eslovenia, Alemania, Portugal, Noruega, Túnez e Islandia. Y en palabras de Michael Moore:
“Cada país tiene sus propios problemas, pero mi objetivo es coger las flores, no las hierbas.”

Por ello, si en algún momento puntual cae en algo de demagogia, es buscada expresamente con buenas intenciones -y necesarias, viendo como está la situación en los EEUU-. Se trata quizá de su trabajo más ligero, con una manera fresca y directa de relatar algunos de los grandes problemas que padecen los Estados Unidos desde hace décadas, y aportando ideas para empezar a solucionarlos. Porque nada es imposible. Todo puede cambiar.
¿Qué invadimos ahora? es en definitiva un documental que recomiendo encarecidamente ver, debido a su gran valor didáctico sin olvidarse a su vez de brindar un buen entretenimiento.
Bouns
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6
18 de julio de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hany Abu-Assad es un director palestino a tener muy en cuenta, con gran proyección. Autor de dos obras importantes que fueron nominadas al Oscar a mejor película de habla no inglesa, Paradise Now y Omar, es un director que aprovecha siempre para plasmar en sus películas una mirada crítica con la dura situación de su país, y las injusticias que sufre.
Es por ello que sus fans puedan quedar algo sorprendidos con su nuevo film, Idol, donde el director palestino muestra su parte más sensible en un film de una gran carga emocional. Pero en el fondo su mirada crítica sigue bien presente, diseccionando Gaza de una forma distinta. La voz oprimida del pueblo palestino a través de la historia real de Mohammed Assaf.

La historia es narrada mediante dos saltos temporales, en primer lugar se centra en una parte importante de la infancia de Mohammed Assaf, y posteriormente ya en su edad adulta, cuando decide presentarse al concurso Arab Idol a cualquier precio, a pesar de los obstáculos.

Se trata de una historia basada en hechos reales, una historia de superación, junto a la gran presión además de cargar con la ilusión de todo un pueblo. El film viene a ser a su vez una especie de metáfora sobre la voz del pueblo palestino.

Los inicios de la carrera musical del protagonista empiezan ya en su infancia, cuando su hermana les insta a crear una banda, a pesar de las grandes dificultades de conseguir instrumentos en dicho entorno en el que viven, y de los problemas personales y sociales.
“Prefiero limpiar mi riñón, que limpiar mi casa.”

Y de telón de fondo, cuando nuestro protagonista ya es adulto, tenemos la Gaza del 2012. Ruinas por doquier, una mirada de la ciudad devastada. Y unos chavales haciendo parkour entre las ruinas. La cruda realidad de Gaza con sus calles polvorientas y el bloqueo de Israel están latentes siempre en el trasfondo. Y en el fondo, la realidad supera la ficción, y es que a día de hoy Assaf Mohammed sigue necesitando un permiso especial para entrar o salir de Gaza, a pesar de haber sido nombrado embajador de la paz en la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, una organización de las Naciones Unidas que proporciona y atiende el desarrollo, la educación, la salud, los servicios sociales y la ayuda de emergencia a más de cuatro millones de refugiados palestinos.

La película en su conjunto es un poco irregular, pero merece la pena ser vista porque ante todo es honesta, y demuestra que de los escombros de la guerra todavía pueden surgir películas encantadoras como ésta.
“Yo solo quiero que mi voz y la de mi pueblo sea escuchada.”

https://revista.tviso.com/idol-la-voz-oprimida-del-pueblo-palestino/
Bouns
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7
18 de julio de 2016
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Les amigues de l’Àgata es uno de esos milagros que llegan de vez en cuando al cine y ofrecen una gran frescura. Fruto de un trabajo de final de carrera, y producido mediante crowdfunding, se trata de un fabuloso debut de cuatro graduadas en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra: Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius y Marta Verheyen. El nombre de las cuatro aparece conjuntamente en los apartados de los créditos de directoras, guionistas, montadoras y directoras de fotografía: un trabajo artesanal y muy personal realizado con cariño por parte de todas ellas, rodando incluso en sus respectivas casas. Un proyecto apadrinado además por los realizadores Isaki Lacuesta y León Siminiani. Y lo que iba a ser un cortometraje se transformó en un largometraje de 70 minutos que ha alcanzado las salas de cines y cosechado éxito por donde ha pasado.
En la edición del Festival D’A en Barcelona del año pasado se alzaron con el Premio del Público, siendo una de las películas revelación.

La película se centra en captar un instante, un cambio, un primer extrañamiento del que había sido su íntimo entorno afectivo hasta el momento por parte de una joven de 19 años. Ágata es una chica que estudia primero de Humanidades en Barcelona, y sigue manteniendo un fuerte lazo que en su día parecía inquebrantable con sus amigas del instituto. Pero esta relación, de forma involuntaria, empieza a cambiar bajo las nuevas perspectivas de la vida, al iniciar un nuevo ciclo en la universidad y entablar nuevas amistades que abren nuevos horizontes e inquietudes.

Las directoras decidieron contactar desde buen inicio del proyecto con las cuatro actrices que iban a dar vida a Ágata, Carla, Ari y Mar, para poder trabajar con ellas los personajes y que les pudieran dotar de vida propia ellas mismas. Así fue como surgió el contacto con las actrices Elena Martin, Carla Linares, Marta Cañas y Victòria Serra, que se fueron familiarizando con sus respectivos papeles hasta hacerlos suyos. Y la magia del film recae precisamente en la maravillosa naturalidad dramatúrgica lograda por parte de las actrices. Las directoras les dejaron libertad para improvisar en las escenas una vez interiorizaron a sus respectivos personajes, y tan solo les dieron las instrucciones de a dónde tenían que llegar en cada escena, dejándoles a las actrices crear el camino para ello. Y el resultado es un éxito: una agradable sensación de que todo resulta espontáneo, natural, cercano e íntimo.
En palabras de las directoras:
“Queríamos que cada escena estuviese en estado de suspensión, como si fuese un recuerdo.”

Les amigues de l’Àgata es una película sencilla, cuya magia recae precisamente en los pequeños detalles, tales como los gestos, pausas y elipsis. Se trata de una obra sin artificios, de gran autenticidad, que logra transmitir muchas emociones. Dirigida más bien a un público joven que puede sentirse identificado, pero de interés para cualquier tipo de espectador dado que permite ver a través de los ojos de Ágata y sus amigas un retrato de la amistad femenina por parte de unas jóvenes de casi 20 años, a través de una mirada sincera.

En definitiva, una película recomendable que se agradece que haya llegado a las salas de cine. Imperfecta, pero maravillosa incluso en sus defectos. Una pequeña joya.

https://revista.tviso.com/les-amigues-lagata/
Bouns
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