Aunque este documental trata sobre un pizpireto grupo musical infantil me ha sorprendido la seriedad con la que se afronta este relato desde el principio, relegando sólo en ciertos momentos a los miembros del grupo en la actualidad ya siendo adultos algunas gracias y ocurrencias, aderezado con muchas imágenes y canciones de la época y contanto con los testimonios de algunos peces gordos de aquella aventura de Parchis (Managers, el dueño de la discográfica, empresarios, profesores, técnicos de sonido, tutores...) que son los "malos" de la película al contar sin tapujos los trapos sucios del grupo que a pesar de tener magia y luz en el escenario también tenían su oscuridad, como que a veces algunos de ellos cantaba tan mal que tenían que ser "doblados" en el estudio de grabación.

Hicieron discos, películas, sesiones de fotos, fueron a todo tipo de programas, tenían giras interminables y ganaron millones de pesos, pesetas y dólares. Se puede decir que fueron explotados, aunque ellos lo pasasen bien. Les robaban gran parte del dinero que ellos bien se ganaban con el sudor de su frente, sin saber muy bien quién o quienes eran ni como lo hacían.

Me ha parecido más un testimonio de cosas que pasaron alrededor de este grupo y que nosotros nos vimos que el típico producto para los fans, pero como película documental es fallida totalmente porque más bien parece un programa de televisión tipo "Equipo de investigación" o "En el punto de mira", y precisamente por eso, por su valor como documento me ha parecido muy interesante.

Lo mejor: Se respasa toda la historia del grupo, desde como se formó, sus comienzos, su éxito imparable e internacional y su declive que propició el fin de su carrera, ondeando en lo que hicieron sus integrantes posteriormente.

Lo peor: El largísimo pasaje de hispanoamérica. Es cierto que alli fueron ídolos y estuvieron mucho tiempo de gira, pero quizá sería más interesante hacer menciones puntuales de ello y contar lo que hacían en su país que también era intesante, y que no participasen en el documental Michel y Chus, sobre todo el último, que también fueron parte de Parchís como Oscar y sustituyó ni más ni menos que a Tino.

Copia, se puede decir calcada, de la serie italiana "Los del intervalo". El resultado es un remake malo de una serie mala. Disney cuida mucho sus productos cinematográficos, pero los de TV los deja completamente de lado y viendo Disney Chanel uno se pregunta si hasta los niños pueden tragarse semejantes bodrios.

Por razones que no vienen al caso me estoy “tragando” a diario esta serie y estoy alucinando pepinillos, como diría Chicote. La serie es mala, está llena de sonidos y efectos que cansan mucho (Por ejemplo cuando habla el empollón de la clase siempre suena las mismas notas de una pieza de música clásica.) y las continuas risas enlatadas hacen pensar que si alguien es capaz de reírse de eso que se vaya al programa del Arguiñano a reirle a él los chistes.

Pero mi "cabreo monumental" es por la actuación del actor Luisber Santiago, el cual se limita todo el tiempo a sobreactuar un personaje que ya es patético de por sí; el más chistoso del colegio que está enamorado de la chica más guapa de la clase y no para de hacer ni decir tonterías para llamar su atención. Claro que no es el único, el guaperas del cantante habla tan raro como canta y Piñata siempre comiendo bocadillos es una copia barata del Piraña del Verano azul como del tragaldabas de las películas de Parchís.

Pero no son sólo los actores, el principal problema de esta serie más juvenil que infantil es que tiene el mismo formato de Camera Cafe, por lo tanto en una historia de ficción los personajes hablan a cámara como si estuvieran en complicidad con el espectador, y eso hay que ser muy gracioso o queda muy mal. Arturo Vals y compañía lo eran en Camera Cafe y estos de Cambio de Clase no.

En fin, que yo casi salvaría de la quema al vapuleado chico de Bom Bom Chip porque es el que más está en su papel. (Horrible papel, por cierto.)

Lo mejor: Sin duda su duración: 5 minutos.
Lo peor: Pues casi todo.

Película sobre la movida madrileña que no va sobre la movida madrileña.
Entre actuaciones de grupos musicales tipo "Tocata" o "300 millones" vemos lo que se supone que es una historia que más que a la mencionada movida recuerda a las películas de Manuel Summers de Hombres G, ya que en vez de ondear entre los entresijos del movimiento se muesta a una serie de presuntos jóvenes actores más salidos que el pico de una mesa que sólo piensan en meter y ligar y se adereza con actuaciones musicales de grupazos importantísimos como los que salen en el cartel, pero que sín embargo no aportan nada a la trama ya que sería como ver una de Pajares y Esteso con actuaciones de Mónica Naranjo cada diez minutos, por mencionar algo. Resumiendo: Una película pésima que si no fuera por algunos grupos que formaron la movida y otros que estaban allí hubiese caido completamente en la cima del olvido.

Lo mejor: Las actuaciones musicales.
Lo peor: La historia, los actores (Especialmente los jóvenes), la fotografía ,el guión, la dirección y que Yolanda de Objetivo Birmania fuese despedida, en principio por su físico, para meter a otra nueva cantante más mona en la película.

Verano 1993, película preseleccionada para los Oscars, y que tantas críticas buenas ha cosedado, vamos que todos los críticos se han arrodillado ante ella, me parece una de las películas más tediosas que he visto en mi vida, y mira que he visto.

No me ha parecido mala para nada, pero tampoco buena. Se llamará costumbrismo, realismo, camara en mano, pero ver a los protagonistas lavándose las manos, yendo a por una lechuga al huerto, poner la mesa o hablar como si fuera un documental me llega a aburrir bastante, porque el cine no es realismo, el cine es todo fingido, esos planos de la niña con gente hablando en otra habitación donde no se oye nada creo que sobran descaradamente, si la niña no se entera o se medio entera, nosotros tampoco nos enteramos.

Sobre el tema que trata y por lo visto por ser una historia verdadera pues que decir, que eso es lo que seguramente le ha gustado a la gente y a los críticos, pero "Un monstruo viene a verme" también trataba un tema parecido y así es muy fácil hacer llorar, aunque eso sí, me estaré volviendo muy duro, porque no me ha emocinado ni un momento por muy mona que sea la niña protagonista.

En resumen, si el cine es entretenimiento esta película no entretendrá a mucha gente mientras que otros se quitaran el sombrero ante la supuesta obra maestra que se supone que es.

Lo mejor : Se puede ver. No obstante no la recomiendo a la gente que no le gusten las películas lentas donde no pasa nada o casi nada.

Lo peor : Siendo una película tan realista se da poca información de lo que está pasando, y si se da es para confundir, y que el protagonismo de la niña, que no hace nada o hace lo que hace una niña de verdad, puedan tediar al espectador, aunque sea siempre tierno mirar a los peques.

"Biutiful" empieza igual que acaba, con un padre y su hija tendidos en la cama hablando sobre un anillo. Ya desde la primera escena oímos a los actores hablar muy bajito, tan bajito que apenas se les entiende. Y lo malo, lo malo, es que las dos horas y medias siguientes son así. Todo el rato susurrando, hablando muy bajo para que no se entienda nada (ni aunque se ponga el televisor al máximo) y rozando el mal gusto como una escena donde alguien está hablando por teléfono y se fondo se oye una estridente música. Pienso que Iñárritu pretendía al hacer la película que los actores parecieran que realmente estaban cuchicheando para que el espectador no se enterase de nada, por lo tanto podía haber hecho una película muda. Es una pena porque la historia no esta mal, Bardem lo hace genial (recibió ni más ni menos que una nominacion al Oscar) e incluso el ambiente cutre de la Barcelona pobre está muy conseguido, pero la pongo un CERO con una casa porque al no cuidar lo suficiente el sonido se han cargado toda la película.

Lo mejor : Qué un español pueda optar a un Oscar al mejor actor protagonista por una película hispano/mexicana.
Lo peor : Para verla y sobre todo oirla hay que comprarse un Whisper XL.