Es el mayor problema de esta película. Conversaciones largas en habitaciones en ocasiones con escaso contenido pero sí dramatismo. Spacey y Irons se comen el plató. Las imágenes de Nueva York son majestuosas (sobre todo por la noche) Además le falta un final financiero potente (lo tiene, pero realmente es una metáfora). Después de realizar un extenso análisis visual de cada personaje, el último coletazo no sirve para cerrar toda la historia.

No sólo por la forma de rodarla (los 10 minutos seguidos de rollo, la misma ubicación y los fundidos hacia negro en objetos de la habitación) y la excelencia del guión, sino también por la calidad de sus actores y la trama. Estáis ante la obra maestra de Hitchcock y una de las que más desapercibidas han quedado 63 años después.

Excelente. Personajes muy cuidados y totalmente diferentes para que cada uno exprese a la perfección un estado de ánimo y una personalidad muy decantada. Detalles de genio de Hitchcock al lograr dinamismo con sus tomas. Decorados sencillos pero envolventes. Cotten se come la cámara junto a Teresa Wright. El giro del personaje de Wright merece la pena.
El final es una maravilla cuando todo parece que va a acabar sin más. Suspense alto que decrece y que luego renace para poner el sello final.

Gran película, pero por dos problemas otorgo un siete y lo explico en el spoiler.

Porque no es capaz de mantener un tono cómico constante al tratarse supuestamente de una comedia. Porque aburre ver siempre el mismo tipo de personajes.
Porque la historia de Hopkins ya la habíamos visto en Poderosa Afrodita.
Porque complica siempre las relaciones para hacerlas más entretenidas.
Porque crea un nexo de unión al principio y al final que parece demasiado forzado.
Por la utilización demasiado banal de la voz en off.