Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Mesonikis
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 39
Críticas ordenadas por utilidad
10
19 de julio de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En tan solo quince minutos, y con una realización e interpretación tan precisas como dignas, Gonzalo Bendala nos lleva de la mano de un personaje que, presa del miedo y de la rabia, emprende una huida hacia delante con la esperanza de que ese monstruo hecho de intolerancia e injusticia, de asesinatos a pie de cuneta y de ignominia y aceite de ricino del que trata de escapar durará poco. Sin duda, una breve pero intensa historia que posee todas las virtudes que debe poseer un buen relato y cuya mayor virtud es su fidelidad a la realidad que algunos tratan de ignorar.
Mesonikis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
30 de diciembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anoche volvía a ver una película que estoy seguro que habréis visto no solo una sino dos veces o más. En ella no se ofrecía una imagen irreal o exagerada de lo que fue España hace algunos años, como algunos, por cojear del pie del que cojean, prefieren afirmar, sino que era una escena captada de la misma realidad, primero por la pluma de uno de los escritores más importantes de este país, y luego, puesta en movimiento y con personajes de carne y hueso por un gran director así como por unas insuperables actrices y actores. Una España que, como ya he apuntado, fue, pero que algunos, más que por nostalgia por interés, quieren que vuelva a ser o, mejor dicho, que no deje de ser.
Se trataba del mundo feudal, oscuro y cruel donde un matrimonio de mediana edad, sus dos hijos mayores, un chico y una chica, la hija menor, una niña eternamente chica y su tío, que compartía con ella ese halo de pureza que solo algunos seres poseen, luchaban por subsistir, pues había seres para los que ellos no eran más valiosos que un par de palomas torcaces o unos cuantos cerdos. Un estado de cosas donde una mísera bombilla pendiente de un cable suponía diferencia infinita con una covacha apenas alumbrada por un cabo de vela. Un mundo donde a los señoritos tan solo les interesaba que sus sirvientes supieran lo justo: escribir con esfuerzo su propio nombre en una libreta para darle en las narices a algún embajador que dudase de la educación que estos recibían en esa España modélica.
En fin, volvía a verla y en cierto modo sentía esa sensación que experimenté cuando en un hospital alguien puso en el único televisor que había una serie sobre urgencias hospitalarias. Porque aquí y ahora todavía hay muchos españoles que siguen viviendo en covachas donde la luz eléctrica es un artículo de lujo. Españoles que no tienen más remedio que resignarse, tragarse el orgullo y decirle a sus patronos que a mandar, que para eso están ellos, para servirlos en los que haga falta por una miseria.
Mesonikis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
12 de septiembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al principio Calle Mayor me pareció un título más de los años cincuenta a los que el tiempo y el corsé de la censura franquista le han pasado factura. El hecho de que la protagonista fuese hija de un militar del bando vencedor y de que su existencia estuviese condicionada por un catolicismo ultra ortodoxo, así como ciertas expresiones de los protagonistas (“me sobran riñones para…”) me hizo temer que la impronta del régimen era tan evidente que ni siquiera llegaría a esperar a la primera media hora de su metraje.
Pero, para satisfacción mía, me equivoqué. Y además pude constatar que esta película es un estudio acertadísimo sobre la hipocresía y la crueldad de una sociedad provinciana que tiene su mejor exponente en una pandilla de señoritos de casino que ven en el mal ajeno su mayor diversión. De hecho, si Betsy Blair está insuperable en su papel de un ser cándido e inocente que es víctima de la imbecilidad de unos parásitos de cortijo, tanto el irrepetible Manuel Alexandre como Alfonso Godá y por supuesto José Suárez y, cómo no, José Calvo cumplen su cometido con absoluta credibilidad. Tal es así, que viéndolos, y recordando cierta serie donde es posible viajar a través del tiempo, lamenté que no existan los viajes no al pasado sino a ese mundo donde los personajes del cine, del teatro y de la literatura son tan reales y tangibles como nosotros con el único propósito de reventarles la boca a puñetazos. Un imposible que, sin embargo, se compensa con el delicioso consuelo de poder tomarme unos vinos en compañía de personas que, por su edad, si satisficieron en aquellos oscuros años el capricho de volarle unos cuantos dientes a algún señorito de carne y hueso igual o peor que esos chulos de la Calle Mayor.
Mesonikis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
29 de marzo de 2021
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginad que un día, al pasar ante el escaparate de una tienda ropa, os llama tanto la atención los productos expuestos, que decidís entrar.
Dentro, el dueño, que es el típico comerciante que le gusta hacerse el gracioso y el simpático, os abruma ofreciéndoos un sinfín de camisas y pantalones. Empezáis a sentiros cansados e incluso os planteáis seriamente marcharos sin comprar nada. Pero justo en ese instante os llama la atención una camisa. Y al preguntarle el precio al dueño, no solo deja de mostrarse simpático y gracioso sino que llega a mostrarse renuente y de muy mala leche.
Tras unos instantes, el comerciante vuelve a mostrarse extravertido y ocurrente, pero solo para volveros a ofrecer el resto de artículos que no os interesa. Pero ante vuestra insistencia con la camisa, cede y de mala gana os la da para que os la probéis.
Sin embargo, al probárosla, descubrís que es una talla más pequeña que la vuestra. Y es entonces cuando el dueño del establecimiento os dice que no hay más camisas como esa.
Pues bien, Netflix es ese vendedor de ropa. Y El Mesías esa camisa. Una serie que desde el primer capítulo logra atraparte y que, lejos de ser previsible, posee tantas razones para hacerte creer que el protagonista es quien dice ser como para que creas que es un farsante, tal y como afirman sus detractores. Una intriga donde, también a partes iguales, todo apunta a que se trata de una especie de complot de carácter internacional o, simplemente, del final de los tiempos, la parusía de la que hablan las escrituras. Y todo ello de la mano de unos personajes tan sólidos como convincentes, entre los que destaca un Al-Masih dotado de ese cinismo y acritud que es capaz de llevarte a su terreno y una Eva Geller atormentada, sagaz y fría que te atrae desde el primer instante.
Una camisa que, por desgracia, no volveremos a disfrutar porque al Netflix comerciante e histriónico le interesa más ofertarnos otras prendas como Aquiles de color, prostitutas vengativas o zombis de infinitas temporadas que desvelarnos un misterio que ha logrado atraparnos a muchos durante sus escasos diez episodios.
Mesonikis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
16 de noviembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Soy profe’ de instituto, de Filosofía, y me parece una basura esta serie porque es irreal”. De acuerdo, querida o querido maestro. Y, además, está llena de clichés, es un plagio de otras series y películas de instituto, especialmente de “Rebelión en las aulas”, que es un título ‘sagrado’, y, además, de Filosofía solo tiene un 7%.
En resumidas cuentas, críticas que no me sorprenden en absoluto. Porque, ¿qué serie o película histórica o que, simplemente, trate de médicos, fontaneros, fotógrafos o vete tú a saber qué gremio no ha sido puesta en entredicho porque no se ajusta a la realidad según los profesionales de cada ramo, ya sean historiadores, militares, médicos, barrenderos o mendigos de cajero automático y cartones por lecho?
Que Merli es algo así como una especie de caricatura nietzscheana antisocial, inmoral y cínica lo admito. Como también admito que una clase de instituto no es un club de la comedia donde los alumnos pugnan por escarnecer al profesor de turno mientras se besuquean con sus parejas o whatsappean ajenos a la realidad que los circunda. Aunque, de todo hay, ya que, no hace muchos años, compartí pupitre con adolescentes al sacarme un ciclo de grado medio y he sido testigo de situaciones similares.
Pero Merli, queridas detractoras y detractores de esta serie, con todos sus supuestos defectos, es algo más. Para muchos adolescentes, y también para muchos adultos, gracias a ese ápice, que tal vez no llegue siquiera a un 7% de Filosofía, puede suponer el primer contacto que van a tener con los peripatéticos, el Banquete de Platón, el mito de la caverna, el eterno retorno, las mónadas, y otros términos que, reconozcámoslo, no los oirán mencionar siquiera en un Sálvame de Lux, en una Isla de los famosos o cualquier otro engendro por el estilo.
Que el hecho de ver las tres temporadas no garantiza el aprobado ni aun de un control de primero de Bachillerato, es más que evidente. Pero, al menos, puede caber la posibilidad de que una chica o un chico, al oír aun de pasada en boca de Francesc Orella a esos personajes, teclee en su buscador de Google a Nietzsche, a Descartes, a Sócrates, a Kant y, quién sabe, de ahí a ver en el Youtube un vídeo sobre dichos personajes o, incluso, a comprar alguna obra para quienes piensen iniciarse en la Filosofía, como El gozo de pensar, de Margarita Fuster Maciá, solo puede haber un pequeño paso.
Mesonikis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow