Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cáceres
Críticas de Sinhué
Críticas 1.384
Críticas ordenadas por utilidad
7
20 de septiembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda vez que ves Caché te parece una película más ágil y más reveladora. Superado el impacto inicial y paralizante de las historias de Haneke puedes dedicarte a extraer el tuétano, a acompañar a la cámara y a eliminar aspectos que en el primer visionado habías considerado importantes y que ahora quedan en un segundo plano.

El realizador austríaco, como si de un perverso y cáustico Chabrol se tratara, escudriña una vez más las vísceras de la clase social alta y deja entrever que algunos están donde están, tal vez, no por su preparación y educación exquisitas sino por su falta de escrúpulos y su capacidad innata de pisar seres humanos con la misma elegancia que el cesped de los campos de golf.

Esta película, en la que el misterio y el ritmo de thriller son sólo la excusa para hablarnos de lo que se esconde en el alma de algunos burgueses "progresistas", arranca todas las capas que revisten la hermosa cebolla de la hipocresía y muestra la podredumbre que enmascaran los perfumes y el éxito.
Os aseguro que esta vez, esta otra vez, he perdido todo el interés por averiguar quién manda los inquietantes vídeos y las sangrientas postales, preocupado por el tufo que desprenden las supuestas víctimas: los ciudadanos libres de toda sospecha.
Y en estos días de expulsión de gitanos pobres de la Francia de las Libertades, este guión (casualmente francés) de Michael Haneke recobra una actualidad inusitada y se convertirá, por su verdad, en imperecedero.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
13 de septiembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La España profunda, de la inacabable postguerra, está fotografiada aquí, en la segunda película de Berlanga, con la justa cantidad de azúcar para esquivar la censura. Ese equilibrio mágico entre el humor, la realidad y el plácet del responsable gubernamental de la época (mitad uniforme militar, mitad sotana); es lo que convierte a Bienvenido, míster Marsahall en una auténtica joya de la cinematografía española, que además abrió una brecha para contar, en clave de negra sonrisa, lo que estaba pasando en un país secuestrado por el fascismo.
Ese criticar sin crítica, ese comprender guasón, ese imaginar cuando la imaginación estaba prohibida es lo que convierte al director valenciano y a sus guionistas para la ocasión (Juan Antonio Bardem y Miguel Mihura) en verdaderos artistas resistentes y magos sin chistera.
Por ser demasiado directo y fotografiar lo que veía W. Eugene Smith, dos años antes, fue invitado por la guardia civil a abandonar la patria: Una, Grande y Libre.

A lo largo del metraje a nadie se le llama bobo, ni cacique, ni mamarracho, ni abusón imperialista...pero unos y otros sobrevuelan los 75 minutos entre veras, bromas y sueños. Según Berlanga, la obra condenada al fracaso tuvo la suerte de ser premiada en el Festival de Cannes y eso la convirtió en exitosa.
Nunca una artista protagonista (Lolita Sevilla) tuvo menos protagonismo y tal vez nunca se habló tanto de política y economía sin mencionar ninguno de estos dos termómetros imprescindibles de la sociedad.

Los que vivieron aquel rodaje en Guadalix de la Sierra, vestido para el gran acontecimiento como Villar del Río, seguro que nunca pensaron que con el paso del tiempo aquello iba a tener alguna vigencia; pero ¡hete aquí!, sesenta años después, que seguimos gustosamente soportando el colonialismo yanqui y colocando pancartas que dicen ¡Welcome Michelle Obama!. Al menos así pensamos quienes para salvar nuestra cultura e identidad preferiríamos ver perderse cuneta abajo, hasta caer en una alcantarilla, cualquier bandera de quienes disfrazados de benefactores solo buscan hacernos comulgar con ruedas de molino y perpetuar sus intereses.
¡Viva Luis García Berlanga!. ¡Muera míster Marshall!
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
8 de septiembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La familia es lo más importante y hasta las decisiones más difíciles de tomar son sólo negocio". Son dos de los impagables consejos de papá Partanna a Charley, ahijado del Don, viejo e influyente mafioso que profesa gran afecto a los dos "sicilianos", sus principales brazos ejecutores. Pero entra en juego la pasión, puede que hasta el amor, y algunos principios comienzan a agrietarse.

La penúltima película del maestro John Huston toma el género de gangsters y profesionaliza de tal manera a los Prizzi, los Bocca...etc. que no tienes la impresión de ver nada trascendental cuando unos y otros realizan sus trabajos de "ajuste y limpieza". Es como ver en acción a un buen carpintero o mecánico. Después de acabar su jornada, vuelven a casa, se dan una ducha y se acuestan o salen a tomar una copa. Eso sí, el orgullo de ser los mejores obliga a hacer las cosas bien, y si hay alguna equivocación se enmienda lo antes posible e incluso se mejora la primera opción. El honor, ya se sabe, es lo último que se debe perder.
Todo lo demás, aquello que se adhiere a la vida rutinaria: envidias, odios, desenfrenos, ambiciones, engaños y otras gualdrapas, son nimios factores que no nos deben apartar de los objetivos, de los pactos de sangre y de la "famiglia". Aunque parezcan poderosas razones: polacas irresistibles, maletines suculentos o paraísos soñados.

Impecables interpretaciones de Kathleen Turner en su papel, una vez más, de peligrosa bomba sexual; de la vitriólica Anjelica Huston y del simpático Jack Nicholson rondando temerariamente la sensibilidad. Los secundarios, como en cualquier buena producción de mafiosos que se precie, no tienen despedicio alguno, brillando con nitidez: John Randolph (Partanna, padre) y el gran Don Corrado (Willian Hickey).
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
12 de abril de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre estudio científico y espeluznante ficción esta gran obra de Tod Browning pasará a la historia del cine por bastantes razones, entre ellas por su valentía al abordar, sin pizca de morbo, un tema en el que los monstruos del título no son precisamente los seres deformes, sino aquellos que tienen insertado un podrido cerebro en un bello soporte.

El asunto es sin duda espectacular: circo e individuos que lo habitan. Pero el tratamiento de Browning, gran conocedor de este mundo peculiar (parece ser que él mismo fue contorsionista), salta por encima de anormalidades físicas para establecer lo grotesco en los malvados comportamientos de los especímenes físicamente agraciados; y situando la bondad, la solidaridad y los buenos sentimientos del otro lado, del lado supuestamente oscuro, del de los "renglones torcidos de Dios"; también la justa ira y la venganza caen de su parte.

La película, por su carga de sinceridad y supongo que por lo que ellos considerarían "violencia estética" sufrió el látigo de la censura y tuvieron que pasar décadas hasta ser considerada lo que hoy es: cine de culto.
Recién salidos del cine mudo, "La Parada de los Monstruos" puede permitirse el lujo de ser vista sin volumen, tal es el nivel de expresividad de sus protagonistas y la capacidad descriptiva de la cámara de Tod Browning.
Es tan buena que ni siquiera el inmerecido final rebaja un ápice su categoría.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
16 de marzo de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como no podía ser de otro modo, Francis Ford Coppola se complica la vida y decide hacer la película que él tiene en la cabeza en lugar de hacer la que les gustaría ver a la mayoría de espectadores. Este proceder tiene sus inconvenientes pero también sus ventajas; y me atrevería a decir que, desde el punto de vista de la creatividad, más ventajas que inconvenientes. Porque la valentía es necesaria para inventar y para buscar nuevos caminos.

Tetro es la historia de una familia italo-argentina que siguiendo la batuta del más ambicioso de sus miembros se instala en el faro mundial del arte y sus beneficios: Nueva York. El despotismo del genio convierte a un clásico clan familiar italiano en cachitos amargos de acomplejados burgueses. Uno de estos cachitos deambula por Buenos Aires... Y al viejo y bohemio barrio de La Boca llegamos de la mano de Coppola y el joven Bennie buscando al desequilibrado primogénito de los Tetrocini, que huyendo de la familia (aunque vive de ella) ha encontrado un nido en el que viven una mujer amorosa y unos simpáticos teatreros.....

El cuento, que esconde un secreto que a la larga no nos resulta tan sorprendente, podría resultar ejemplarizante pero esto a Coppola no le importa tanto. El se fija más en las herramientas de contar: colores, músicas, atmósferas....y utiliza el guión como arma arrojadiza: autobiografía (¿ajustes íntimos de cuentas?) y su visión de la crítica (que tantas veces le hundió en el pasado).
Con razón algunos espectadores alegarán que a ellos los fantasmas y obsesiones de Coppola no les interesan, pero pedirle al director que prescinda de ambos sería como haber obligado al Greco a no estilizar sus figuras o haber quitado el amarillo de la paleta de Van Gogh.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow