Al final, resulta que la prota llevaba catatónica desde niña y vivía en un mundo imaginario de su mente. Un doctor la hipnotiza para hacer que todos los personajes de ese mundo mueran y ella despierte medianamente cuerda. Bien, hasta ahí lo entiendo. ¿Pero por qué narices, a un segundo escaso del final, el coche en que viaja la prota se estampa y ella la palma?
* Será que soy algo tiquismiquis, pero ese truco de matar al personaje que creías que se había salvado en el último minuto no me gusta nada.

Por cierto, se agradece que la cosa no derive en el típico romance. Ambos protagonistas van a lo que van: él a descubrir la verdad sobre la muerte de su mujer y ella a escapar de su marido y a reunirse con su hija. Demasiado "rotos" están los dos en esos momentos como para andar de ligoteo abierto. Y, si quieren liarse después, eso ya es cosa suya.

Spoiler1

Que la amiga fuese mala es algo que se veía venir. El abanico de sospechosos era muy cortito: el ex, el ligue y ella. El ex ya sabíamos que era malo, al ligue parecía que se le había pillado demasiado pronto (ergo no podía ser el malo sorpresa), de modo que sólo quedaba la aparente amiga. Que el villano sorpresa sea una mujer y que traicione a su cómplice masculino (el ex) también es algo muy, muy visto.
Lo que sí me ha parecido original es que la mala sea una mujer maltratadora y que su móbil sea la venganza contra la (ñoña) bloguera que despertó en su novio ansias emancipatorias.

Spoiler2

La escena en que la mala asesina a su ninguneado novio cuando éste se cabrea resulta muy chusca. "¿Que no tenemos bolsita de sangre con petardo dentro para simular el balazo? No pasa nada, enfocamos en un primerísimo plano la cara del actor que hace de víctima y en cuanto oiga ruido le decimos que haga una mueca y se agache rápidamente".
* Para eso haber acabado el flashback como al principio, con la tía apretando el gatillo, digo yo. Entiendo que quieran contarnos cómo fue la escena al completo, pero la gran novedad (que en realidad la víctima era él) ya estaba introducida. No hacía falta que añadieran ese plano final a todas luces sobrante.

O la de la muerte de la mala. El policía entra y le pega tres tiros a palo seco. Un rápido enfoque de ella convulsionándose con el primer tiro (procurando que no se vea el teórico sitio donde le han dado) y luego que reciba los otros dos estando de espaldas al público y se tire al suelo como un fardo boca abajo. Todo ello a velocidad luz, que no se note que no hay bolsitas de sangre.

Los malos, muy malos y los buenos (quitando algún que otro trauma) son muy buenos. Hasta los del pueblo, que son unos cobardes, son buena gente (se avergüenzan de lo que está haciendo su cacique en lugar de importarles tres pitos la suerte de esos forasteros).
**Aunque sí me ha gustado que el pueblo se lance a ayudar a los protas cuando ya no hay peligro porque los matones han menguado. Es también algo visto, pero se agradece que luego los enseñen (aunque sea de fondo) asesinando al matón que ha escapado en una auténtica caza al hombre desarmado por los prados. Doblemente cobardes.

El bando de los buenos: el héroe atormentado, el anciano mentor, el gigantón forzudo con pocas luces pero de buen corazón y el chico joven e impulsivo que tiene a su cuadrilla por familia. Demasiado visto. Hubiera sido de agradecer un grupo menos estereotipado.

No puede faltar la chica (mujer, en este caso) que se enamora del héroe atormentado en un rápido período de tiempo, cual flechazo instantáneo. ¡Qué sería de las historias sin romances!

Otro recurso muy usado: "¿Sr. y Sra. X? Vaya, la chica de la peli está pillada. ¡Ah no, que se llaman igual no porque estén casados, sino porque son hermanos! ¡Viva, el chico y la chica se juntan!"

**Sí, las armas en el lejano oeste eran pesadas y podías dispararle a un enemigo a dos pasos y que la bala fuese a Pernambuco. Ese puntazo de realismo está muy logrado, pero...
Pero, obviamente, estamos en el mismo tiroteo de siempre en el que los buenos se cepillan a un montón de malos sin sufrir más que heridas leves que no les impiden seguir en acción, mientras sus oponentes (a pesar de ser más y de conocer el terreno) acaban barridos del mapa. ¿Por qué siempre la mala puntería -por muy realista que sea ahora- se ceba con unos y no con los otros?