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Críticas de Sibila de Delfos
Críticas 4.406
Críticas ordenadas por utilidad
7
21 de octubre de 2020
45 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cosas que se pueden comprender y otras que no a la hora de leer las reacciones críticas que ha generado esta Rebeca de Ben Wheatley.
No se puede comprender el porqué de su existencia, por qué volver a adaptar una novela que ya cuenta con una adaptación previa que es una absoluta obra maestra del cine. De la misma manera, lo mismo se podría decir con la cantidad de reboots, remakes, nuevas adaptaciones, sagas, spin-offs, precuelas y secuelas que pueblan el universo cinematográfico. ¿Por qué cada tan pocos años hay un nuevo Batman, un nuevo Spider-Man, un nuevo Joker, o llegarán nuevos Vengadores y nuevos X-Men, cuando ya hay películas maravillosas sobre estos personajes (muchas de ellas además muy recientes)? ¿Por qué llegará seguro un día en que alguien volverá a adaptar las novelas de Harry Potter y El Señor de los Anillos? ¿Por qué cada pocos años tenemos nuevas adaptaciones de Drácula, Frankenstein u Otra vuelta de tuerca? Son sólo algunos ejemplos de los miles que podríamos poner aquí. Lo mismo se puede decir de esta Rebeca, que llega partiendo en clara desventaja
y teniendo que remontar un partido claramente en contra. Y sus responsables lo saben. Y aun así se ha rodado y estrenado.
Se puede entender que, existiendo la versión de Hitchcock, una de las mejores películas de un genio y una de las obras magnas de la Historia del Cine, cualquier cosa pueda saber a poco, más si cabe cuando la cinta de Ben Wheatley no es ninguna obra maestra, ni siquiera tiene nivel para llegar al sobresaliente. Y no llega porque le falta mucho, pero muchísimo, para ser respetuosa con el tono innegablemente gótico de la historia original. Pese a la excelencia de todos los departamentos técnicos y el esfuerzo por resaltar el goticismo en las escenas en las que está presente Danvers, todo es demasiado luminoso, demasiado como un anuncio de colonia a veces incluso (las escenas de la seducción y el romance de Maxim y la protagonista) y demasiado "bonito", poco en consonancia con lo que era Rebeca antes. Además, algunos momentos y algunas escenas impactantes, como el famoso momento en que Maxim revela a su joven esposa la verdadera naturaleza de su relación con la difunta Rebeca, revelan una preocupante falta de fuerza, cuando, sí, en la versión con Joan Fontaine y Laurence Olivier eran auténticas bombas en la cara del espectador.
Sin embargo, una cosa que no se puede entender es que se machaque sin piedad a una película simplemente porque se ha atrevido a adaptar de nuevo un texto que previamente adaptó Hitchcock. Porque ese es el gran pecado de esta Rebeca: existir.
Porque, si la película se viera con objetividad, habría que decir que puede que no se sobresaliente, ni una obra maestra, pero sí es notable, y lo es por su esfuerzo de producción, porque Lily James y Armie Hammer son perfectos para dar vida a los De Winter, porque otras escenas sí conservan el mismo impacto (ver cuando la protagonista se pone cierto vestido), porque la presencia de Rebeca sigue siendo omnipresente y omnipotente en Manderley, y muy especialmente, porque Kristin Scott Thomas está fabulosa. Hace una Danvers quizá menos villana que la de Judith Anderson, menos psicótica y loca, pero igualmente sibilina, traidora y obsesionada con la memoria de Rebeca. Hacía bastante que no veíamos a Scott Thomas en un producto tan mainstream, tras años centrada en el cine francés y británico, y es un regalo ver su mirada, su fuerza, su capacidad para ser sibilina y siniestra sin pasarse ni un pelo.
No es una grandísima película, pero sí es una película notable. Si se la mira sin prejuicios, claro.

Lo mejor: El esfuerzo de producción, el innegable poder de la historia y la excelente interpretación de Kristin Scott Thomas.
Lo peor: Le falta mucho goticismo, le sobra luz y hay escenas desaprovechadas.
Sibila de Delfos
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8
31 de octubre de 2014
38 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Horns es quizás una película única en la historia del cine.
Pocas veces se recuerda una cinta que haya combinado tan bien una historia de amor, toques fantásticos, cierto terror, gore, drama, comedia negra y thriller policiaco con tanta pericia. El resultado es una película no solo entretenidísima, sino también brillante a muchos niveles y en muchos momentos. Es divertida (atención al tronchante momento de Ig en el médico y especialmente en el quirófano), tiene ritmo (la investigación cuasi detectivesca de Ig para averiguar quién mató a Merrin), resulta emotiva (atención a cuando Ig lee la carta de Merrin... quizás hasta demasiado emotiva) y sobre todo es original. No se parece a nada que se haya visto antes y eso siempre se agradece. Además, es conscientemente bizarra, freak y atrevida (ojo a la cantidad de escenas de sexo, tacos y desnudos que hay) y no sólo no se avergüenza de ello sino que lo convierte en puntos fuertes de su propuesta al espectador.
Sin embargo, hay que reconocer que es una película irregular. Durante toda su primera hora, aunque entretiene, da la sensación de que le falta mala baba y mala leche y que un relato así pedía más sal en la herida a gritos, sobre todo siendo una película de Alexandre Aja, que siempre se ha caracterizado por esa mala baba, al menos en sus inicios. Digamos que se queda un poco a la mitad de lo que se esperaba de ella en cuanto a la utilización del humor negro. Y el final, con ese clímax tan indescriptible, es quizás demasiado. Demasiada ida de olla, vaya, aunque aun así resulta divertido y distinto a todo lo que se haya visto antes.
Pero sobre todo lo que es Horns es la confirmación definitiva del talentazo de Daniel Radcliffe más allá de la saga Harry Potter. Dos años han pasado desde el final de la celebrada y exitosísima serie del mago juvenil y Radcliffe ha probado ya la comedia romántica (Amigos de más), el terror sobrenatural (La mujer de negro), el drama biográfico (Kill your darlings) y en todo ha salido victorioso. Lo que hace en Horns es quizás lo mejor de toda su carrera hasta el momento, porque no sólo consigue echarse la película a sus espaldas sin que nadie se acuerde de Harry ni un momento, sino que además está carismático, divertido, emotivo y tétrico según toca. No van a darle premios por esta interpretación, pero sin duda los merecería, o al menos merecería que se valorara y apreciara el enorme esfuerzo que ha hecho y el magnífico resultado que ha logrado.
¡Ah! Y no se olviden... Horns es principalmente una historia de amor. Salvaje y atípico, pero amor al fin y al cabo. Quedan avisados.

Lo mejor: Daniel Radcliffe y la mezcla entre comedia negra, fantasía y romance.
Lo peor: Le falta mala uva, sobre todo en su primera hora, y quizás le sobra algo de azúcar.
Sibila de Delfos
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8
13 de enero de 2019
34 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sex Education es una estupenda noticia para la televisión (¡Gracias, Netflix! Una vez más).
Es fresca, es divertida, es atrevida, es irreverente, es original y sobre todo es entretenida. Resulta un soplo de aire fresco y además está muy bien escrita y tiene unos personajes muy bien perfilados y desarrollados (con una excepción, que comentaremos después). Es admirable el retrato que se hace de los adolescentes, siempre obsesionados con el sexo por efectos cómicos, pero tratados con mucho respeto también por la cabeza pensante tras la serie, Laurie Nunn. Especialmente impresionantes son Maeve y Eric, interpretados a la perfección por unos soberbios Emma Mackey y Ncuti Gatwa (atención al capítulo de su cumpleaños), dos personajes ya para la historia de la comedia televisiva británica, o por supuesto el timorato Otis Milburn que compone un fantástico Asa Butterfield (¿alguna vez se le pondrá cara de adulto? Tiene 21 años y aparenta 14 o 15, lo cual es perfecto para este personaje). Tiene momentos, además, realmente divertidos y en general se trata de una serie que se devora muy rápidamente y que engancha desde el primer episodio.
¿Problemas? Algunos. Gillian Anderson es una gran actriz, pero aquí no está aprovechada. Parece mentira tener que decir esto, pero el personaje de Jean no tiene realmente demasiada importancia. Se acaba la temporada y apenas sabemos quién es esta mujer, qué siente, qué piensa, que oculta tras esa máscara pública. Apenas sabemos nada más aparte de que es la madre de Otis, tiene muchos amantes y se dedica a la terapia sexual y de pareja. Es un personaje claramente desaprovechado, extrañamente. Además, va de más a menos, con 5 primeros episodios francamente buenos y los tres últimos claramente inferiores, al querer introducir más drama, cuando lo que funciona en esta ficción es la comedia pura y dura.
Con todo, una más que notable serie de necesaria irreverencia y atrevimiento en los tiempos que corren.

Lo mejor: Su frescura y originalidad, y la interpretación de Butterfield, Mackey y Gatwa.
Lo peor: El personaje de Jean está desaprovechado, y va de más a menos.
Sibila de Delfos
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4
28 de agosto de 2016
34 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Koldo Serra dirige con brío una producción correcta en lo formal pero que falla en lo narrativo.
Por desgracia, la película tiene un guión que no pone la carne en el asador ni en lo político ni en lo amoroso, y el resultado es un guión flojo que no emociona y se queda a medias de todo lo que intenta. Al final, el resultado es más propio de telefilme de tarde que de película de sala de cine.

Lo mejor: Su ambientación
Lo peor: no emociona, apenas interesa, apenas ofrece nada
Sibila de Delfos
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6
12 de octubre de 2015
33 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Marte (The Martian) se ha venido a considerar el regreso de Ridley Scott al buen cine. Por supuesto, eso lo dicen los que desprecian las últimas cintas del realizador de Blade Runner. Para quien esto firma no había mucho que recuperar, salvo por la parte de la muy decepcionante Exodus, pero sí es cierto que The Martian es otra cosa. Para bien y para mal.
Tiene buenos puntos (el uso de las canciones, los toques de humor), tiene un empaque cinematográfico de primerísimo nivel (sinceramente, el que cuestione que Ridley Scott es uno de los mejores realizadores del mundo, al margen de que luego sus películas gusten más o menos o tengan mejores o peores guiones, debe hacérselo mirar. Pocos, muy pocos hay como Scott en lo que se refiere al encuadre, la espectacularidad o la elegancia visual, y pocos hay que trabajen tan bien la ciencia-ficción... y sí, me estoy acordando de la muy incomprendida Prometheus), una belleza visual extraordinario y es un buen retrato de la soledad y el espíritu de supervivencia del hombre. Sin embargo, resulta sorprendente lo mucho que pesan sus casi dos horas y veinte y el escaísimo poder emocional de la historia. Llega el final al espectador casi le da igual lo que pase con el personaje de Matt Damon. No hay implicación emocional, no hay ninguna emotividad en la narración. Las dificultades por las que pasa el protagonista le son muy ajenas al espectador, a salvo en su butaca. No se pasa miedo por él, no se comparten sus sufrimientos. Lo que viene a ser una narración fría y sin alma.
En definitiva, correcta, pero podría haber dado para mucho más a poco que hubiese sido un poco más emotiva, como sí lo son Gravity e Interstellar, las dos sci-fi más exitosas de los últimos tiempos.

Lo mejor: Su estilo visual
Lo peor: Su escasa emoción
Sibila de Delfos
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