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España España · Madrid
Críticas de OsitoF
Críticas 2.096
Críticas ordenadas por utilidad
3
9 de mayo de 2023
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigo sin entender el empeño que tiene Disney en dilapidar su crédito y fracasar económica y reputacionalmente con cada estreno que, por increíble que parezca, logra bajar un poco más el nivel del anterior sin que, por el momento, se perciba que vaya a tocar fondo en breve. Hace unos años se embarcó en un proyecto interesante de traer a películas con actores de carne y hueso sus éxitos animados del siglo pasado. A veces con un enfoque novedoso, como “Maléfica”; a veces desplegando músculo CGI, como “El rey león” y a veces, simplemente, aprovechando los adelantos técnicos para traer revestir las historias de siempre con la espectacularidad de escenarios majestuosos ,como “Cenicienta” o “El libro de la selva”. Si bien se podía achacar cierta falta de creatividad a la iniciativa, los productos, en general, eran muy meritorios en lo técnico, resultaban agradables de ver y terminaba siendo perfectamente disfrutables por el público de todas las edades. A nadie (o casi nadie) le molestaba o le daba pereza volver a ver lo que ya había visto o que le contaran lo que ya sabía con un aire más moderno.

Todo cambió hace unos años cuando la compañía abrazó abiertamente el activismo y declaró como inherente a su cultura de empresa, el aprovechar su posición para inculcar o corregir determinados valores relacionados con la diversidad y la inclusividad entre sus espectadores. Me ahorraré enumerar los ejemplos de controversias raciales o de identidad sexual en personajes icónicos en los que Disney se ha visto envuelta en los últimos tiempos porque son de sobra conocidos y porque, de hecho, no son el problema de que “Peter Pan & Wendy” haya terminado siendo el pufo que ha sido. Tampoco voy a engañar a nadie: a mí me resulta chirriante ver un Peter Pan agitanado o una campanilla negra pero no es tanto por la falta de respeto al canon (que también) sino por lo que tiene de hipócrita el querer hacer proselitismo sobre seguro, sabiendo que tienes la facturación asegurada por el reclamo de Petar Pan en el título. Hace poco Disney se arriesgó en “Mundo extraño” con un protagonista abiertamente gay y elenco multicultural, me pareció perfecto y creo que la película no se merecía el batacazo en taquilla que se metió, del mismo modo que creo que no hay que buscar explicaciones homofóbicas o racistas sino el simple y manifiesto hecho de que la gente va al cine a pasarlo bien y a que no le den la chapa con mensajes o polémicas artificiosas. Pero le reconozcño a Disney el mérito y la valentía de de seguir sus ideales sin red y con ideas propias. Aprovecharse de personajes ya existentes como Peter Pan me parece cobarde.

Con todo, insisto que el problema no es sólo ese. Es imposible identificarse con ese Peter Pan y con esa Campanilla no por su raza, sino porque están en permanente conflicto con ochenta años de iconografía, pero al final te da lo mismo porque su presencia es casi simbólica. También hay diversidad racial y de género en los niños perdidos y los piratas, pero está mejor integrada y no resulta chocante. Me sobra el niño perdido con síndrome de Down, otra concesión hipócrita para ganarse simpatías y poner el ‘check’ a otra minoría visibilizada. El gran problema de “Peter Pan & Wendy” es que Disney modifica la historia para hacerla más alineada con los conceptos modernos de que las niñas son guerreras, todos podemos ser amigos, las guerras son malas y nadie debe perder ni ganar. La gran protagonista es una Wendy a la que se le atribuyen capacidades que la transforman en un personaje diferente que manda un mensaje distinto a la moraleja original. No entro en si mejor o peor, pero ESTO NO ES MI PETER PAN. Esa es la gran maldición de la Disney actual: la soberbia y prepotencia de unos creadores que piensan que los libretos originales están mal, que necesitan mejoras y que menos mal que están ellos para recepcionar las sensibilidades modernas y corregir los fallos.

En fin. Cómo será la cosa que la dirección de un David Lowery bajo permanente sospecha desde ese absoluto mojón que terminó siendo “El caballero verde” es lo mejor de la película, sacando lo mejor a los efectos digitales sin perder naturalidad en la producción. Es cierto que reduce la vistosidad de un mundo supuestamente colorista hasta lo irreal y lo aterriza a solemnes acantilados, verdes praderas esmeralda y aguas tropicales, pero creo que encaja en la premisa inicial adaptar a carne y hueso los dibujos animados. Desgraciadamente, es lo único en una película que termina aburriendo: las novedades forzosas en el guion no la hacen menos previsible sino todo lo contrario.

Otra muesca más en el revólver de los que quieren destrozar el legado Disney. Felicidades.
OsitoF
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3
31 de marzo de 2012
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cantante Beyoncé y el fornido Idris Elba protagonizan este “estrenos TV” de presupuesto respetable que al final se queda en nada. Ambos forman una pareja afroamericana ideal, los dos guapos, casados, con un niño al que por lo que se ve no llora de noche ni hay que darle de comer, con éxito en lo profesional, una casa de la leche, dos Mercedes… pero un día él empieza a ser acosado por una rubia blanca, toda buenorra ella, que empieza poniendo en peligro sus votos maritales, luego su matrimonio propiamente dicho y ya finalmente su vida. Ya veis, aunque no lo parezca, eso de que te lo puedas montar por la mañana con Beyoncé y por la tarde con la rubiaca acosadora Ali Larter trae más problemas de los que os imagináis.

Hasta aquí, cambiando el atrezzo, nada que no se haya visto antes en miles de películas de acosos y obsesiones, a no ser que alguien considere el hecho racial como elemento diferenciador válido respecto a otras obras comparables. Pido perdón por adelantado si alguien se siente ofendido, pero pero “Obsesionada” es una película producida por gente de color (Beyoncé y Magic Johnson), protagonizada por gente de color y dirigida a la gente de color… No hay que ser muy retorcido para darse cuenta de que los protagonistas son afroamericanos de éxito y que los blancos son los que cargan los muebles en las mudanzas, los que cogen las llamadas, los que acosan y los que en todo momento ponen miradas aviesas como si estuviesen tramando algo.

Dejando a un lado esta anécdota racial, lo que único que distingue “Obsesionada” (para mal) de otras películas similares es un desarrollo delirante. De entrada, Beyoncé hace de maruja desesperada que por la mañana no dice que no a un polvete rápido, por la tarde estudia y por la noche le monta pollos al marido por llegar tarde (con ese típico bamboleo de cabeza con un brazo en jarra mientras el otro señala acusadoramente tan afroamericano). Luego está el tema del acoso, que como queda fatal en pantalla que un hombre se defienda de una acosadora, el guión tiene que dar treinta inverosímiles vueltas para que sea una mujer la que le ponga las peras a cuarto a otra. De la parte de fractura familiar, metida con calzador para sacar el lado más trágico de Beyoncé, mejor no hablar… tengo fundadas sospechas de que se eliminó media hora de metraje, la parte cómica que falta en todo este batiburrillo de lugares comunes llamado “Obsesionada”, en la que salían Bill Cosby, Steve Urkel y el tío Philip Banks.

Dudo mucho que haya pasado por las pantallas de cine, pero si lo ha hecho seguro que ha sido un batacazo porque cuesta encontrar referencias a esta película (me he enterado de su existencia por pura casualidad). “Obsesionada” es más bien carne de televisión, para cualquier tarde de verano en Antena 3 para competir con “Sálvame”, nada más que eso. Me juego cualquier cosa a que Beyoncé cambia de tema y canta “halo, halo, halo” cuando le comentan su participación en esta película.
OsitoF
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6
3 de enero de 2009
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Despierto” es de esas películas difíciles de encasillar en un único género porque realmente tiene una parte de drama romántico-familiar, una parte de thriller policíaco y una parte de terror angustioso. Lo mejor de la peli es que, por separado, las tres partes son interesantes: el drama romántico es bonito, el thriller tiene un par de buenas sorpresas y la historia de terror tiene momentos verdaderamente novedosos. Lo peor es que el director y el guionista (que en el fondo son el mismo: el conocidísimo, en su casa, Joby Harold) es tan sumamente… ¿Cómo decirlo? ¿amateur? ¿incapaz? que no es capaz de mezclar las partes individuales en un todo narrativamente coherente sino que empieza con una, pasa a otra y termina con otra. Ha ido a lo fácil y le ha salido una película en tres actos completamente independientes. Una penita.

Aunque ya digo que hay tres episodios, supongo que el eje central es la parte de intriga. Y es una lástima, porque yo creo que la que sí daba para hacer una película interesante es la parte en la que, y cito textualmente la sinopsis que acompaña a esta película, “[el protagonista] experimenta un extraño fenómeno que le hace estar consciente y completamente paralizado mientras le operan”. De verdad que, a pesar de lo desaprovechada que está esa parte y de que como digo el tal Joby Harold es un completo incapaz, se consiguen momentos verdaderamente macabros y angustiosos. En buenas manos podría haber sido una película de terror novedosa y alejada de los plagios baratos de Saw, Scream, Rings y demás que nos inundan.

Pero en fin, la peli es la que es y no se puede cambiar, así que vamos allá. Hayden y Jessica son tan guapos como sosos, pero encajan perfectamente en lo que se les pide. El resto de intérpretes son tan anodinos como ellos y como el director, pero tampoco importa demasiado. La historia en sí, con sus tres o cuatro giros y sorpresas, es el punto fuerte de la película y la que hace que a algunos nos parezca suficientemente entretenida como para justificar noventa minutos mientras que a otros les parecerá una pérdida de tiempo sin efectos especiales, desnudos o protesta social.

¿Mejorable? Ya digo que sí, con otro enfoque y un director como Dios manda que no nos tome por tontos y nos haga flashbacks cada cinco minutos, como diciendo "Uy, con lo que me he currado este detalle, no quiero que a nadie se le pase por alto" o que abuse de los "momentos Ghost/Entre Fantasmas". De todos, la primera vez que se ve, se pasa un buen rato.
OsitoF
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7
16 de marzo de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo un título almodovariano (de esos que resultan repulsivos a fuerza de pretender ser vanguardistas) se esconde una más de las miles de películas que nos inundan hoy día con desarrollos no lineales: la misma historia contada desde la perspectiva de diversos personajes con continuos saltos en el tiempo hacia delante, hacia atrás y hacia los dados. Como siempre, es inevitable no alabar el trabajo de corta y pega en el guión para empastar unas tramas con otras y algún sorprendente giro en plan “anda, claro, ahora que me lo muestran desde esa perspectiva entiendo por qué fulanito hizo lo que hizo hace media hora” igual que es inevitable (esto ya lo he comentado en alguna otra ocasión) empezar a estar cansado de tanto exhibicionismo de lo listos que son los escritores a la hora de redactar el guión.

Lo mejor, las interpretaciones (no sólo la de Marisa Tomei) y la crudeza de la historia, sin escrúpulos a la hora de mostrar la degeneración y la sordidez moral de algunos personajes. También es de destacar que aunque la trama vaya y venga de acá para allá, se puede seguir perfectamente sin demasiado esfuerzo ya que simplemente se trata de una (discutible) elección narrativa y no de una performance de dirección avanzada.

En la parte negativa, que la película es (y se hace) larga… Son dos horas que, para lo relativamente poco que se quiere contar, provocan un ritmo lento (tirando a cansino). En cualquier caso, más puntos a favor que en contra.
OsitoF
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6
29 de octubre de 2012
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil hacer un chiste de minusválidos sin que nadie se sienta ofendido (especialmente en España donde siempre hay algún oportunista buscando un motivo de ofensa que le permita vivir de erigirse en defensor de algo para lo que no ha sido llamado y que no va a beneficiar más que a él) por eso cada vez que los Farrelly hacen una película que no respeta los tópicos sociales, me tomo la molestia de ver por donde salen.

Seguramente los mejores tiempos de los Farrelly ya han pasado y hayan perdido ya la frescura con la que revolucionaron hace años el mundo de la diversión cinematográfica con comedias sin argumento más allá de hacer reír (esa maravillosa “Dos tontos muy tontos”), con comedias zafias de buen gusto (“Algo pasa con Mary”) o con parodias que involucraban a minusválidos (“Pegado a ti”), pero siguen teniendo un gran ojo para identificar tabúes sociales y normalizarlos. Allí donde otros caen en la frivolización o en el mal gusto, Farrelly Bros son capaces de romper las barreras e integrar a gordos, siameses, esquizofrénicos, negros o discapacitados mentales como objetos de parodia y, por tanto, en la normalidad. Muchas veces la sobreprotección es una forma más de discriminación y los Farrelly son expertos en hacer que nos riamos con esos colectivos y no DE esos correctivos, fomentando que los veamos como personas y no como “gente especial”.

“Carta Blanca” no es la mejor de sus obras, no tiene ningún puntazo para la Historia del Cine, ni un ritmo frenético, ni fluye elegantemente de gag en gag como los clásicos Farrellianos, ni se desvincula del argumento principal para que la risa sea el único objetivo… Además, no ayuda demasiado un elenco protagonista en el que Owen Wilson, que siempre ha sido un poco sosaina, aún parece en terapia antidepresiva para recuperarse de los de Kate Hudson y el resto no aportan más inexplicables caras serias. Los secundarios sí parecen haber sido elegidos entre profesionales de la comedia, aunque para desgracia de la película no aparecen demasiado. Eso sí, “Carta Blanca” se ve con más interés que otras películas calificadas como serias, establece la misma complicidad de siempre con el espectador, deja para el recuerdo un par de conceptos sexuales (como el de “comida falsa”) en los que todos hemos pensado pero nunca hemos encontrado las palabras y, lo que es marca de la casa, concluye con un sketch exitoso que deja buen sabor de boca (esto parece obvio pero ¿cuántas buenas comedias han perdido un montón de puntos por un chiste final fallido?).

Un pelin lenta pero los Farrelly han conseguido algo más que un cúmulo de chistes sobre el eje central de “Te casaste, la cagaste” o “follas menos que un casado”: han conseguido hacer una película.
OsitoF
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