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Antigua y Barbuda Antigua y Barbuda · Fea
Críticas de Rodolfo Lasparri
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Críticas 61
Críticas ordenadas por utilidad
Las estaciones
MediometrajeDocumental
Unión Soviética (URSS)1975
7,4
444
Documental
10
19 de diciembre de 2010
33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
“¿De que va The Season (y su obra)?” es como preguntarse “¿De que va la Novena de Beethoven?”. De la misma forma que la música se escucha y se siente, este es un cine que se mira y se siente. Pelechian se comprende con el estómago. Se mastica.

Estamos ante un cine semi-mudo, sin actores, sin decorados. Cine documental que no necesita de palabras. Así pues, ¿estamos ante un cine somnífero? No, para nada. Lo cuento.
Cuando se trata de hablar de la humanidad sólo tenemos un lenguaje. Cine.

Primero, no estamos ante producciones mastodonticas de seis horas como mínimo, no. Se trata de proyectos que no llegan, en la mayoría de los casos, a 10 minutos. Vamos bien.
Segundo, que sea mudo no significa que no pueda poner una selección musical exquisita. Y lo hace.
Tercero, el montaje. Reiteración sistemática de planos, ralentización y aceleración de imágenes, primeros planos faciales y planos dedicados al movimiento en la naturaleza, provocan que el montaje (la forma) sea la protagonista y a su vez, evocan emociones de una manera increíblemente sencilla. En este caso, The Season, tanto al principio como al final del mediometraje aparece ese hombre cayendo rio abajo junto con una oveja. El resultado, con la música y a cámara lenta es conmovedor. Increíble como elemento documental, precioso estéticamente y tremendamente sugestivo. (Lluvia de ideas al azar: la caída como elemento poético. El hombre arrastrado por la naturaleza. Hacia abajo. Como ovejas. Como animales. La naturaleza expulsando al hombre, vomitándolo, escupiéndolo. El hombre bailando con el agua. Bailando con ovejas, etc.).

De mayor quiero ser Pelechian.
Rodolfo Lasparri
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Vida (C)
CortometrajeDocumental
Armenia1993
6,2
693
Documental
10
19 de diciembre de 2010
33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este monstruo cinematográfico ha pasado desapercibido en la historia del cine. Aún vivo, el maestro se ha limitado a pasar por algunas salas de exposiciones, aparecer en algún número de la revista Cahiers du Cinéma, conceder alguna entrevista, colgar sus OBRAS en youtube y poco más.

Mi pregunta es, ¿de que vive?
Me fascina este personaje. Poca producción y muy corta (en no más de 3 horas te lo has visto todo). Llegas, "partes la pana" y te vas. Se puede ser más elegante.
En este proyecto Life (para nada ambicioso con este título), consigue enmudecer a cualquiera. Tanto por el valor documental como por el montaje (ese primer plano tan...¿sincero, crudo, real, sudoroso?, con esa música increíble y el latido constante) demuestra una sensibilidad que te llega, que no pretende grandes discursos. Un mensaje, un goce, un instante, una reflexión. Una palabra. Life. No se, me deja mudo. Me desarma.

Simplemente considéralo.


De mayor quiero ser Pelechian.



A quien le interese:
La música que suena es la Messa da Requiem de Verdi (parte Offertorio: Hostias).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rodolfo Lasparri
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1
1 de agosto de 2010
42 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intentaré sintetizar en un solo concepto, repito, en un solo concepto la sensación que te deja en el cuerpo el pase de esta película, así como la idea que te rodea en la mente tras salir del cine. Intentaré a la par ser lo más honesto sin entrar en un terreno que ahuyente a los más pulcros lectores y a su vez agradar a los amantes de la escatología de una forma ligera y amena. Este concepto intentará describir aquello que me producen los graciosillos que uno se cruza por la vida, los que parecen haber salido del Club de la Comedia, monologistas sin cerebro, graciosillos con nadie cerca que les ame suficientemente para decirles que NADA de lo que dicen es divertido. La película supo retratar este perfil perfectamente. Por otra parte, si le añadimos las banderas americanas ondeando allí en la casa del lago, las escenas con tartas, con perros, con feos, con gordas y con abuelas (ja ja divertidísimo), tenemos un cóctel perfecto para los estómagos más débiles. En fin, creo que el concepto, la palabra, reúne todas las condiciones para una descripción sincera y honesta de la película: vomitiva.
Rodolfo Lasparri
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8
4 de octubre de 2010
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Querido Jean-Paul, estoy aburrido. Aburrido he ido al cine y he visto la película más aburrida que corren por estos tiempos…pero, ¿sabes? ¡Me encantó! ¡Es brillante!...

Si, amigo, una película aburrida me encantó. Qué absurdo, ¿no?

La historia es la siguiente, un hombre que desea escapar de la prisión y, como su título lo indica, lo hace. Fin. El argumento llega hasta aquí. Nada más. Una frase. Es la gran derrota del ¿Qué sucede?, la gran derrota del ¿Cómo sucede?, aquí sólo importa ¿Cómo lo cuentas? La clave está allí, en la forma. Es como si me contaras una historia muy simple y yo sólo me fijase en las palabras que utilizas, el tono que usas en cada frase, tus labios y tu cara, y a su vez, me preguntase como tienes los ojos tan separados de la nariz. ¡La forma de la película es única! Es eso que llaman hoy en día, el minimalismo. Creo que es Bresson, ¿sabes? ese que encontramos el otro día, allí en Saint-Michel, intentando robarle la cartera a uno que iba un poco bebido. ¿Te acuerdas?

En fin, la película es de análisis, cuando la hayas visto lo comentamos más detalladamente. Destaco dos elementos clave del minimalismo cinematográfico del ladrón.

Primero, digamos que es un ejercicio de reducción a la esencia de la gramática del lenguaje cinematográfico, es decir, falto de teatralidad total, inexpresión emocional, ahorro económico de movimientos de cámara sumamente pensados y meditados, sumamente escasos y precisos. La película deviene así una sucesión de planos acertados, que se suman y componen la frase. Es decir, yo digo, “he amigo” y luego “vigila” y luego “el coche” y luego “que viene” y luego “de cara” y luego el clímax (“con ambas manos contuve los latidos de mi corazón”). Créditos. Fin. El impacto es muy potente.

Segundo, hay que tomarse la película bajo la perspectiva wittgensteiniana de los juegos del lenguaje. Como el protagonista nos indica al principio de la película (“¿va a intentar escaparse? – No”, responde). Tanto la forma, el lenguaje o la fuga en sí misma, no son otra cosa que un juego, aquí no hay juramentos sacros, no hay decisiones legales, no hay integridad, honor o vergüenza, solo un preso que se fuga y Bresson nos invita a participar de ello. Y, ¿cuáles son las reglas? Creerse los hechos, faltos de interpretación y verosimilitud (El general nazi pregunta, “¿lápiz?, - No tengo lápiz,” responde Fontaine), una voz en off redundante y constante, un tempo tremendamente lento, un ejercicio de empatía con el protagonista, y por último, una agudización del sentido del oído, ya que el carterista, construye las escenas desde el fuera plano. Vamos una experiencia muy gratificante.

Bueno, amigo, voy a verme Ninotchka. Necesito airearme.
Rodolfo Lasparri
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8
5 de octubre de 2014
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Eleanor Rigby" era un díptico subjetivo: His y Her. Hoy llega la versión Them.

Un montaje recortado y adaptado a los tiempos de Twitter. Más corto. Más fugaz. Más efímero. Más frágil y más mutilado. Confiemos dé más dinero, más fortuna y más gloria a quién obligó a Ned Benson a realizar tal estrategia comercial.

El caso, tras la amputación fílmica, nos encontramos con la construcción de la ruptura entre Eleanor y Conor. Lejos de ser una contradicción, aquí se construye con cenizas, con tacto y mucha paciencia. Aunque al principio existe un elemento trágico que se va haciendo evidente a medida que pasa la película, la cámara no se centra en ese detalle desencadenador y tremendamente insoportable. Sino que persigue la búsqueda de la joven pareja del nosotros-en-drama.

¿Cómo romper, de la mejor manera, siete años de relación?

En toda pareja que se ama existen ciertos códigos internos. Toda una gramática emocional basada en las cosa buenas y malas de la vida en común. Escribir encima de los buenos tiempos es lo que hacen, por lo general, las comedias románticas. Escribir encharcados en los peores tiempos es lo que hace Ned Benson en esta desaparición. La pregunta es ¿cómo separarse de alguien a quién amas? Lejos de ser una cuestión trivial y ligera, lo cierto es que oculta una constante emocional, ciertamente contradictoria, que palpita lenta y silenciosamente en el corazón de muchas relaciones. Ellos se lanzan al vacío y lo que vemos es la lenta afinación armónica de los instrumentos corporales del dúo. La construcción del them. En un momento de la película ella pregunta a su padre, ¿cuál es el secreto para mantener una relación con otra persona durante tanto tiempo? La respuesta nos la dirán con un final solvente.

La película se sustenta sobre el trabajo interpretativo de Jessica Chastain, primero, y de James McAvoy, después. Ella carga de luz y de oscuridad toda la cinta. Él responde y persigue a la pelirroja como puede. McAvoy consigue construir un chico transparente, contradictorio, algo lento, temperamental y sincero, pero Chastain no construye un personaje. Urbaniza una figura emocional. Es una bomba contenida durante toda la película. Elegante, alocada, firme, insegura, absorta, triste, fantasiosa o tímida según convenga. Salta de un registro a otro sin que se le escape el centro. Un trabajo que hacía tiempo no veía.
Rodolfo Lasparri
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