Una serie de 2017 en una temporada de diez capítulos, de mas o menos 43 minutos; en la que la producción nos sitúa en la Iowa profunda de los treinta, aunque se grabara EB Calgari Canada.
La serie empezó con un buen seguimiento de un millón cuatrocientos de seguidores, y esto prometía una segunda temporada, pero se hundió a 500.000 he hizo anular la pretensión.

Un guión que nos presenta una América estaunidente rural, bajo la sombra del crack del 29, en la que dos hermanos presentaran una lucha de clases despiadada, en una trama llena de accion, con personajes solidos que mantienen perfectamente el equilibrio.

El buen hacer en formación de escenas amenas, ante un ritmo ascendente.
Aunque el pero tal vez esté, en la congestión de ciertos moldes en la convergencia de tramas insustanciales, y la espesura que muestra, lo cual creo difumina el verdadero objetivo.
Subtramas que se vierten en un cuestionable pasado; luchas apasasionadas que terminan siendo un tanto engorrosas.

Una dirección acertada, con una banda sonora ideal, la cual te mete en escena, en este Caín y Abel en clave de western.

Película italiana de 2020, de 91 minutos, de una valoración de 3/10, bajo dirección de Alice Felipi y guión de Roberto Propia, con un presupuesto de 9 millones.

Confieso que de este trabajo sin que fuera algo
excepcional me resultaría fresco y sorpendente, ante lo que vi del tráiler.
Pero según empezaba a caminar, me dejaba decepcionado por que no aportaba nada que me llamara la atención.
Es una película tonta emocionalmente, sin fondo ni cuerpo, que ni tan siquiera saca jugo a las pocas cosas en la que de envuelve de forma de especial. No es capaz ni del cliché social de chica pobre, chico rico; ni la bisexualidad de sus amigos; ni la del humor; ni la de los diálogos inteligentes y sagaces.
Al final me pareció una historia de romántica de serie B, que ponen en tv los domingos por la tarde.

Ni tan si quiere se aprovecha la teórica fotografía monumental italiana. Y la musica un popurrí de todo, en el que el grupo o cantante italiano de la presentación hubiera dado algo bueno. Por lo que pareció que prometia, y me resulto un bluf adolescente. Y a la dirección se le nota una cierta falta de oficio.

Película basada en la llamada masacre de Katyn, en el que de los 230.000 prisioneros Polacos, los soviéticos ejecutaron 21.768 Polacos, bajo el auspicio del pacto Sovietco-Nazi de Molotox-Ribbentrop.
La NKVD (policía secreta soviética Comisionado del Pueblo para Asuntos Internos) Decide purgar tras la invasión de Polonia en la primavera de 1940, a todos aquellos residentes de invasión en la que incluye 8.000 Militares, 6.000 Policías y Funcionarios, pero también a Abogados, Religiosos, Intelectuales, Artistas, Historiadores, Cientificos., Quimicos, convirtiéndose en un genocidio político polaco.
El metraje se centra en los 4.000 Oficiales polacos de Kobielsk y Starobielsk, donde estaban seleccionados. De la masacre tan solo 395 se salvaron. Este hecho después también fue silenciado por los EEUU.
El film es lento, oscuro, y un bajo presupuesto. No obstante es una perspectiva político intelectual, que da un juego psicológico entre carcelero y prisioneros que da cuerpo al guión.
Te puede agradar o aburrir terriblemente ante la meta de sus personajes, con teorias y posturas diferentes.
La interpretación me parece bastante buena, el inconveniente es que es con subtítulos, cuestión que hace bajar la puntuación, pues soy un ferviente defensor del doblaje, pues el idioma de cada sitio te acerca y te sincroniza con el trabajo realizado, mas en un trabajo de interpretación tan pronunciado como este.

Una buena serie de 6 capitulos, una valoración de 7/10, bajo dirección de Ziad Doueiri, que sorprende el cine francés, y con extraordinaria actuación profrsional de Eric Cantona.
Un trabajo complejo que emocionalmente aglutina muchas cosas distintas, con vertiendose con sus giros en unos perfectos dientes de sierra, en una heterodoxa..
Su director Ziad Doueirei trabaja muy inteligentemente y saca partido, atrapando al espectador pendiente de la pantalla. Así como un aceptable trabajo técnico, y de montaje. Aunque tenga algunas tomas un pelin largas, que no vam a ningún sitio
Guion interesante a la altura literaria, sobre crítica social contra el sistema neoliberal de hoy en día, llevando a todas las partes al mismo camino, pues la ambion todo lo arroya.
Si bien la trama tiene situaciones poco veridicas, y algo confusas, el guión es sólido y no cae en interés.
Así como al ser una serie corta, no se dilata y mantiene un buen ritmo.
El final es genial y una vez más, cuando todo parece acabado en más desastre, se vuelve abrir una puerta donde seguir hacia adelante, en una nueva historia, donde el guionista Lemaitre saca su sello psicólogo policial.

Una serie del 2020, de una media por capitulo de 45 minutos, de 6 capitulos, de producción alemana, bajo dirección de Bárbara Eder y guión de Andreas Heckmann.

En el que sin alarderdes es un gran trabajo, no está mal, pues al fin en cuenta termina siendo entretenida dentro de su género bélico y sangriento.

Hay que reconocerle que esta bien firmada, y resulta firme. Aunque también altibajos, y puede resultar aburrudilla, si uno inconscientemente espera algo mas.

Históricamente es mayormente un montaje muy personal, sobre la batalla de Teutoburgo entre Galas Julius Arminio contra Publio Quintilio Varo, en lo que fue tal vez la mayor derrota del Imperio Romano en las Galias. Fue un punto de inflexión, y Roma durante mucho tiempo quedó afectada, ante la pérdida de tres legiones sobre 20.000 bajas. Tras esta batalla Arminio no logro la unificación de los pueblos germanos. Varo fue enterrado, pero se le des enterró y de Capito, para emviar la cabeza a Augusto.

La fotografía es aceptable, y la ambientación está conseguida, a mi gusto la interpretación le falta un poquito, y la dirección un tanto fría.

Pero bueno esta bien, pues no todo debe ser una obra maestra, y la tabla media es un aprobado.