La adaptación de Aladdín es, sin duda alguna, de las más originales y coloristas del estudio. Basada en uno de los cuentos pertenecientes a la novela de las 1000 y una noches, éste clásico de Disney es más fiel a la historia original (que data del 850 A.C) de lo que podemos imaginar. El estudio eliminó del guión a la madre, reunió en un mismo personaje al tío falso de Aladdín y al Visir Real en la figura de Jafar, y sustituyó el anillo que aparece en el relato por una alfombra mágica. Y si todo ésto fue un acierto para el desarrollo argumental de la trama, la figura del Genio lo fue aún más: acapara la mayor parte de gags de la película, es alocado, risueño, gracioso, expresivo a más no poder... y utiliza sus poderes mágicos para convertirse en cualquier cosa (incluso en personajes famosos). De nuevo nos encontramos con el nuevo prototipo de heroína Disney, Jasmine (instaurado con La Sirenita) y con el muchacho de buen corazón que tiene un golpe de suerte tras otro (Aladdín), cuyo romance con la princesa traspasa la pantalla. El villano del film, Jafar, vuelve a ser una de las grandes aportaciones del Estudio (ambicioso hasta límites insospechados) tiene ese punto de humor negro que hace que no parezca tan vil como se supone que debe ser; y su fiel compañero Iago (y sus buenísimos gags imitando voces) dan un ritmo a la película que otros malos anteriores no tenían debido a su escaso protagonismo.
Un buen guión, unos personajes bien diseñados, unos fondos impresionantes (a destacar los anocheceres), tecnología punta en su justa medida (vuelo de la alfombra dentro de la cueva), una banda sonora impresionante (ganadora de 2 Oscar y 2 Globos de Oro) e infinidad de gags y situaciones cómicas, hacen de la película "Aladdín" un verdadero cóctel explosivo para los sentidos.

La película más divertida de Disney. Apta para todos los gustos. ¡Genial!

No voy a resaltar todas las virtudes que tiene esta serie porque ya se ha dicho lo maravillosa que es a nivel técnico, de interpretación, de escenarios, de efectos especiales y hasta la banda sonora ha sido capaz de colarnos el tema principal de cabecera como un clásico.

Prefiero hacer una reflexión sobre la adaptación de novelas a la gran o pequeña pantalla en general. Hay muchas personas que se debaten en sí es mejor una determinada historia en un libro o en una película, y yo creo que estamos hablando de cosas distintas. El viaje que uno recorre alguien leyendo un libro es muy personal y su imaginación vuela recreándose en los detalles de una forma muy diferente a lo que haría cualquier otra persona. Cuando se adapta un libro al cine tiene que ajustarse a unos criterios y unos parámetros, y lo más probable es que no encaje en lo que uno se imaginó leyendo. Además, los ritmos en literatura y en cine no son los mismos. Un libro puede ser maravillosamente lento y rico en detalles porque el que lee tiene todo el tiempo del mundo. El cine exige una limitación de tiempo con los inconvenientes que ello conlleva.

Y dicho esto, yo me he leído los libros y he visto la serie, y me parecen ambos magníficos. Si bien la serie es calcada a los primeros libros, luego toma caminos distintos, y tiene su explicación. El universo de Canción de Hielo y Fuego es tan enorme que entraña mucha dificultad ajustarlo a la pantalla, y hay que simplificarlo para que el espectador no se pierda. Y yo creo que es algo de agradecer. Hay cambios que se han realizado respecto a la historia que, en mi opinión, incluso mejoran al libro. No me parecen cosas incompatibles sino complementarias.

Es cierto que en la séptima temporada hay una cierta sensación de que todo se precipita rápidamente hacia el final, pero es que muchas tramas ya se han cerrado y la serie toca a su fin. Me parece brillante que todo vaya finalizando poco a poco, y no de golpe, como la vida misma.

Para los amantes de la fantasía y lo medieval es una verdadera obra de arte, con todos los elementos que una misma obra puede recoger. No es un mero juego de tronos, es el juego de la vida y la muerte que todos jugamos.

La primera película de Disney rodada en CinemaScope (y de las primeras del cine en general) permitió crear una verdadera obra mestra que ahora podemos disfrutar en dvd (porque hasta la fecha el formato de pantalla de televisión y el vhs seccionaban la imagen por ambos laterales perdiendo una gran parte de la animación) . Éste sistema, además de alargar el plano de tal manera que los personajes se pudieran mover más libremente, permitió a la vez narrarnos la historia a "vista de perro" (las cabezas de los amos apenas aparecen y la mayoría de los planos no son superiores a los marcos de las puertas, lo que hace que esta película se viva desde dentro como ninguna otra de Disney haya conseguido jamás). Y no sólo eso, sino que probablemente sea para esta película la que mejor y con más detallismo se han hecho jamás unos fondos, con unos cambios de luz impresionantes (y todos los reflejos que de ella se pueden obtener). En cuanto a la animación es la más realista que se haya hecho en una película de animales (superando incluso a Bambi) en la que los movimientos de los perros son tremendamente exactos al mundo natural.

Basado en un cuento del propio Walt Disney (aportó a Dama) y remezclado con otro de Ward Green (aportó a Golfo), nos presentan unos personajes bien desarrollados (cada uno es respresentativo de un estrato social de la clase más alta a la más baja sin saltarse uno solo), una historia de amor de primeras imposible (con el beso más original de la Disney hasta la fecha incluído), un desarrollo impoluto de principio a fin (un opening de los mejorcitos de la factoría) plagado de grandes escenas (como la del zoo, la perrera y la cena en el restaurante) que han perdurado de generación en generación. La banda sonora es de lujo: canciones memorables como "Bella Notte" y "He's A Tramp" (interpretadas por Peggy Lee, la misma que abrió la caja de Pandora con los royalities del VHS y que ha propiciado que muchas películas vuelvan a redoblarse en la versión dvd por la demanda de otras actrices, incluída ésta en su versión al español).

La crítica más feroz viene al considerar a "La Dama y el Vagabundo" como una película clasista. No sirve de nada engañar a los niños: las clases existen, es un fenómeno social que se remonta a la prehistoria, y los niños tendrán que vivir con eso, les guste o no (aunque en la película quede bien reflejado que uno puede ser feliz si es capaz de adaptarse al medio en el que vive), al igual que se tendrán que acostumbrar a que las perreras estén llenas de perros que mueren si no son adoptados.

Puede que no sea de las películas con más gags de Disney (escasea bastante) y que ello eche para atrás a más de uno, pero es sin duda una de las 10 mejores películas de animación de todos los tiempos. EXTRAORDINARIA.

Muchos intentos de adaptar adecuadamente esta obra al cine (y más aún, al cine de Disney) hizo que tardaran más de 12 años en concluirla (5 años de producción real). Y es que animar una historia tan compleja desde un punto de vista infantil es bastante complicado. El resultado: una película diferente al sello Disney y al estilo de animación que había marcado toda una época, y destinada a un público más juvenil que infantil (de ahí que desaparecieran todas las canciones y números musicales).

Una película sombría a la vez que mágica, repleta de personajes del mundo de la fantasía al más puro estilo "Dragones y Mazmorras" (un porquero, un cerdo, una princesa, un rey esqueleto, un poeta fracasado, duendes, brujas, todo tipo de criaturas, una espada y un caldero mágico, etc). La animación es excelente y los fondos están muy cuidados para darle ese aspecto siniestro que caracteriza a la película.

Y pese a todo lo que pueda suponerse hasta aquí, es una gran película, quizás la primera en introducir elementos adultos (hay sangre, escenas con cierto erotismo protagonizada por los pechos de una bruja, luchas con espada, la primera princesa rebelde con ideas propias, etc). Además tiene uno de los mejores personajes secundarios (y el más olvidado) de los que han dado el estudio: Gurgi, una especie de perro con una personalidad muy bien construída que protagoniza varios gags y que consigue protagonizar varios momentos estelares.

Pero "Taron y el Caldero Mágico" está a tantos años luz del resto de producciones del Estudio (con ésto quiero decir que es una película que apenas tiene elementos en común con el resto de los clásicos Disney) que ha sido relegada al polvo del olvido de las estanterías de Burbank. Tiene además el desfavorable honor de no haber sido nunca editada en España.

Pero si se decide a verla, tenga en cuenta que va a ver una película de animación repleta de los gustos que triunfaban en los años 80 en películas como Conan, Willow, La Guerra de Las Galaxias, Excalibur, etc. Si ese tipo de película fantástica le gustó, ésta no le defraudará.

"Madre sabe más, haz caso a tu mami" le canta madre Ghotel a Rapuncel.

Cuando mi mejor amigo me dijo que le había gustado más Enredados que Toy Story 3 saltaron todas mis alarmas. ¿Sería posible que Disney consiguiera hacer algo mejor que Pixar en CGI?

Por primera vez en muchos años, y después de clavar muchos dardos en la pared ("Salvaje", "Chicken Little"), Disney da de lleno en la diana. Pero considero, que para muchos fieles seguidores de la compañía, sobre todo para aquellos que nos pillaron los 90 en plena infancia, nos supone un reto de reseteado y reprogramación. Y digo esto porque este nuevo clásico de Disney está muy bien dirigido a las nuevas generaciones de niños y adolescentes con todo lo que ello supone.

Sin dejar de ser fiel al sello, nos encontramos con una historia llena de amor y magia, con mucho más humor del que nos tienen acostumbrados (y mucho más inteligente dicho sea de paso) sin caer en lo tosco. La historia está muy bien construída aunque tenga algún punto bajo. De hecho la trama va ganando interés según van pasando los minutos hasta llegar a un final sorprendente y apoteósico. No me voy a detener en alabar la animación, que es muy buena, aunque reconozco que falla en algún momento.

Respecto a los personajes, a pesar de que el reparto sigue los cánones habituales de la casa, tenemos innovaciones importantes respecto al carácter de Rapuncel, con una personalidad mucho más cercana a las niñas de hoy en día. Flynn, es un sabio híbrido entre Aladdín y Naveen, pero con un aire descarado de rompecorazones. Los gags vuelven a recaer en los animales, Pascal y Maximus, y sin duda, el regalo esta vez ha sido Madre Gothel, un personaje complejo y bien elaborado que se alzará con el tiempo en el pódium de los malos más recordados de la casa.

"Enredados" contiene una buena banda sonora, aunque Menken ha flojeado un poco respecto a ocasiones anteriores ("Kingdom Dance" es lo mejor del score). Respecto a las canciones, "When will my life begin" está encaminada al fenómeno adolescente y el tipo de canciones que han popularizado otros productos Disney como Hanna Montana. "Healing Incantation" es muy pegadiza y se asocia fácilmente a la película, y "I see the light" sigue los pasos marcados anteriormente con "Beauty and The Beast" y "A Whole New World". Sin embargo, la novedad viene con "Mother Knows Best", una brillante interpretación (tanto en la versión americana como española) al más puro estilo de los musicales de Broadway.

Lo mejor: la innovación de los personajes, la recreación de la vida de Rapuncel en la torre, aventura y acción a partes iguales, mucho humor y unas escenas de gran belleza para nuestra retina.

Lo peor: el prólogo con la voz en off de Flynn Ryder no tiene ninguna gracia. Algunas partes de la historia quedan un poco colgadas de un hilo.

En cualquier caso, desenrédate de los viejos clichés y enrédate con enredados, más magia y más diversión que nunca, con el mismo sabor Disney de siempre.