Había escuchado críticas feroces contra esta película pero también sabía que tenía sus adeptos ya que tan mala no podía hacer teniendo hoy en día una puntuación de 5.9 en FilmAffinity.
Así que hoy salí, dormí una siesta, y muy tranquilo y con el estómago lleno me puse a ver la película. Los primeros 15 minutos son alentadores pero con el correr de los minutos la película no toma ningún camino y por momentos resulta sin sentido alguno. Seguramente debe ser una de las películas con mejor fotografía de los últimos tiempos y también hay que destacar una banda sonora acorde gracias a Alexandre Desplat pero es una película visualmente y sonoramente tan atractiva, que sus actores no están tan a la altura y se van perdiendo en el medio de la película y ni Pitt, Chastain ni Penn nos van a dejar momentos o actuaciones para el recuerdo.
Es bueno que en estos tiempos en el que solo aparecen remakes, películas sobre superhéroes o guiones sobre libros aparezca una película "distinta", aunque en este caso, el resultado final no me haya parecido tan bueno.

La primera película es entretenida, atrapante y llevadera. La segunda entrega empieza a decaer debido a la repetición de gags y situaciones, a la inclusión de Alex y que el personaje de John Hannah ya no tiene tanto encanto como en la primera, pero así y todo se deja ver.
Ahora, ya la tercera película me parece demasiado. La desaparición de Rachel Weisz, sin explicación alguna, y reemplazarla por María Bello con "nueva" personalidad y con menos gracia que escuchar por radio una partida de golf fue una verdadera locura. La película ahonda y repite constantemente chistes fáciles, situaciones absurdas y diálogos completamente olvidables. El hecho de cambiar Egipto por China no creo que haya sido el más acertado, y Jet Li como el enemigo no genera miedo, ni odio, ni nada, sino lo peor de todo: indiferencia.
Los amantes de las películas anteriores de La Momia se van a llevar una gran decepción, y para el que no las vio le recomendaría que siga igual, y que la evite, ya que no se va a perder de nada.

La historia trata de una madre y sus dos hijas que se mudan a una cabaña enorme en el medio de la nada. Esa trama fue contada en innumerable cantidad de veces pero muchas veces incide la forma con cómo la cuentan y cómo la van tratando lo que nos va atrapando.. pero éste no es el caso.
Lo que le pasa a los niños nos lo cuentan en unos pocos minutos y ahí ya pierde cierta intriga, más teniendo en cuenta que a lo largo de la película no ocurre nada. Apenas podemos verlos a los cuarenta minutos y recién a la hora "entran en acción" si es que se le puede decir así.
El maquillaje de los niños es paupérrimo, y es el mismo que he visto a muchas personas por la calle con poca idea de cómo "decorar" su cara; y no, no dan miedo, sino más bien pena.
Una película que quedará en el olvido muy fácilmente.