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España España · Zaragoza
Críticas de Kforever
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
7
21 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi esta película una noche, tampoco es que me fuera a la cama con chiribitas en los ojos y paladeando lo que acababa de ver. Pero tengo que reconocer que me gustó mucho mas de lo que esperaba, ya que pensaba que podría ser un producto hollywoodense comercial, patético y blando, que iba a ser un truño, vamos, yo empecé a verla predispuesto a dejar de hacerlo a los 15 o 20 minutos ("ya verás", me dije, "como luego cambio a otra cosa"). Y, la verdad, me quedé a verla hasta el final por lo que me atrapó, por el ambiente tan conseguido en la película, porque es la biografía de las Runaways (al menos mientras estaba Cherie Currie en las mismas, es forzoso concretar), porque las Runaways fueron importantes y uno es aficionado al rock de los 70 y al rock en general y porque me decía a mi mismo coño, esto es mucho mejor de lo que me creía. Y eso que tiene defectos. Y no pocos.
La directora y guionista peca de una indefinición tanto en la trama como en el desarrollo del argumento propia de alguien a quien le viene grande el proyecto; no alcanza el aspecto de super-producción ni tampoco el de película independiente ni el de película con aspecto de documental ni...; los hechos se suceden de manera brusca, sin que se sepan encajar el uno con el anterior ni con el siguiente, no se trabajan bien las transiciones; hay personajes que podrían haber sido importantes, pero que se disuelven como un azucarillo y/o que dejan de aparecer casi por completo en la segunda mitad del filme; donde la película discurre por derroteros muy indecisos, y sin rematar lo que sucede en la misma.
Hay actores muy poco aprovechados y personajes reales que apenas se asoman, y quizás es debido a que se tomó como base la biografía de Cherie Currie sobre su paso por el grupo, y esto se nota, por el protagonismo eclipsante de la historia de la cantante sobre el resto de las componentes, y eso resulta sangrante en el caso de Lita Ford, que luego tuvo una carrera en solitario no tan importante como la de Joan Jett, pero si apreciable, y a años-luz, de la casi inexistente carrera que intentó hacer Cherie Currie, y aún mas en el caso de la bajista y de la batería del grupo, que practicamente, casi no hablan en toda la película, son como muebles que están ahí y que hay que ponerlos porque no hay otro remedio. No extraña que la que fue bajista durante la mayor parte del tiempo en el que estuvo Cherie Currie prohibiera que usasen su nombre real en esta película. Y si Joan Jett aparece aquí como contrapeso a Cherie Currie, puede que sea tanto por la importancia que tenía dentro del grupo y su larga y exitosa carrera en solitario, como por el hecho que hizo labores de asistencia a los productores y a la directora y guionista. A eso hay que añadir que parece insinuar, sin decirlo abiertamente, pero lo deja ahí colgando, que, luego de la marcha de Currie, las Runaways entraron en barrena y que su carrera posterior ya no tiene importancia, cuando en realidad pudieron funcionar dos años mas sin Currie a igual nivel de trascendencia, bajo la batuta de Jett, que en realidad, siempre, durante los cuatro años de existencia de este grupo, fue la que compuso la mayor parte de las canciones.
Ya que estamos con el duelo interpretativo, que duda cabe que Dakota Fanning es mejor actriz, mucho mejor, que Kristen Stewart, pero bien es cierto que si bien sigue dando muestras de su talento, su personaje, Cherie Currie aparece en esta película como una muchacha atolondrada que parece que se deja mover de un lado a otro las mas de las veces, cosa que en realidad no es culpa de Fanning, sino de un guión en el que su personaje no tiene la suficiente personalidad en algunas ocasiones y en otras protagoniza ramalazos de capríchos adolescentes que termina por producir la sensación de que a Currie lo que le sucedió en las Runaways le venía demasiado grande. Y siendo que esta película toma el libro de memorias de Cherie Currie como punto de partida, podemos deducir que igual puede que la Currie real no sea muy diferente de esta chica que no sabe definirse y que se deja llevar en mas ocasiones de las que debería. Por contra, Kristen Stewart hace la que yo creo que es la única actuación buena de su vida. Una actriz mediocre, y en muchas ocasiones mala, sin carisma, pero que aquí lo clava, es una gran y muy agradable sorpresa en esta película, lo que mas me sorprendió, probablemente, hace los mismos gestos, las mismas reacciones, las mismas actitudes de la grande Joan Jett. El que la propia Jett estuviera encima suyo durante el rodaje ayudó a ello, y quizás también ayudó no poco el que el rostro de atontada que se acaba de levantar de la cama o que ha mordido un limón que suele tener casi siempre Stewart de fábrica se asemeje mucho al gesto desafiante, brusco y de tipa dura por el que también es conocida la buena de Jett. A esto hay que añadir que Michael Shannon, haciendo de Kim Fowley lo borda, es de 10, tremenda su interpretación del desquiciado manager que en la vida real estaba igual de pirado o incluso mas. Lástima que en la segunda mitad de película pase a estar infra-utilizado.
Y este es un punto a reseñar, a favor y en contra, de esta película, al basarse, vuelvo a este tema, primeramente en el testimonio de Currie, que por contra demasiadas cosas basculan en base a ella, que muchos sucesos se plasman desde su punto de vista, pero a favor, quien sabe un poco la historia de esta banda puede reconocer algunos hechos y datos ciertos,... sigo en spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kforever
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8
17 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Desafío en la ciudad muerta" es de esas películas que he perdido la cuenta de las veces que he visto, siendo la primera vez, seguro, en una de las muchas ocasiones en que, cuando yo era cachorro, cuando yo levantaba palmo y medio del suelo, me tragaba alguna de las pelis del oeste que tanto emitían en los poquísimos canales de televisón que entonces teníamos y que siempre me lanzaba a ver con pasión. Muchos años después, volví a vérmela, pero como la primera vez fue cuando yo era pitufo, pues como si me la viese por primera vez. Con el transcurso del tiempo me la habré debido de ver cuatro o cinco veces, por lo menos, la última de ellas hará unas semanas. Y me sigue gustando como siempre.
John Sturges es un director por el que siento debilidad, el rigor de su narrativa cinematográfica y la calidad media que siempre presentaron sus películas me hace ponerlo, al igual que Henry Hathaway, Anthony Mann y Delmer Daves, a la misma altura que Howard Hawks y a una altura cercana a la de otro maestro del western que fue John Ford. Si, al igual que los otros tres que he mencionado, no es tan recordado como Hawks y Ford hoy en día, quizás, especulo, fue porque también se lanzó a dirigir principalmente películas "de género", principalmente cine del oeste, bélico y policiaco, en su mayor parte. "Desafío en la ciudad muerta" fue uno de los varios westerns que produjo y realizó en los 50 y que no solo fueron piedras fundamentales del cine del oeste clásico y arquetípico, sino que formaron parte de una corriente en este género en la que había mas preocupación por parte de los guionistas en presentar personajes mas perfilados, con mas profundidad psicológica, con una mirada a su pasado y a las motivaciones que los mueven.
El guión es sólido, como era habitual en Sturges, que aunque no los firmaba, siempre controlaba bastante las escrituras de los guiones, sobre todo desde el inicio de la década de los 50, y el desarrollo del argumento transcurre por cauces que ayudan a mantener el interés. Quizás la resolución de la película no sea todo lo llena de fuegos artificiales, no sea todo lo superlativa, cumbre y exaltada que prometía toda la historia que ha ido desarrollándose, la cual va avanzando con una enorme tensión, pero no deja de ser un buen final, no tan tremendo como podía haberse pensado, pero sigue siendo una buena rúbrica a esta buena muestra del cine del oeste clásico, cine con guión, cine con historia, con matices y con talento.
A la tensión de la película ayuda el buen hacer de la cámara de Sturges, como ejemplo tenemos su inicio, donde las tomas y los encuadres hacen que el héroe de la función, interpretado por Robert Taylor, no sea visto con claridad ni de manera completa durante este primerísimo tramo de película.
Ya que estamos con ello, Robert Taylor, actor del Hollywood clásico de aquellos años, cumple con su papel, pero poco mas, era un actor sin técnica muy estudiada que siempre dependía de su presencia, no era alguien de matices ni de aspavientos, casi se puede decir que ponía la misma cara en mas de la mitad de la película en la que interviniese, y por ello en el duelo actoral con Richard Widmark sale eclipsado por el mismo, que da otra buena muestra de interpretación y de carisma, en su personaje de villano, una vez mas, otro villano en su carrera, un villano que se come la pantalla con su presencia apasionada y con su verborrea entusiasta.
Por cierto, Widmark interpretó a villanos en la mayoría de las películas en las que intervino hasta estos años, y por ellos era conocido basicamente, pero fue precisamente John Sturges el que le dió un papel de héroe principal, en otra película suya del oeste, rodada poco antes de esta, "El sexto fugitivo". Y a partir de ahí, fue cuando ya le ofrecíeron al bueno de Widmark mas personajes de "bueno de la película".
Kforever
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8
17 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ay, redios, que guapa que era Natalie Wood. El caso es que "Colinas Ardientes" es una película de la que tenía el concepto de que era un western convencional, pero como a mi las pelis "de vaqueros", aún las normaluchas, me entretienen como un yo-yó a un niño pequeño, siempre y cuando no sean tampoco un pestiño, por supuesto, pues ahí que me puse a verla aprovechando que la echaban por la tele. Además, que está Natalie Wood, jovencilla y en el esplendor (chiste facilón, lo se) de su belleza. Y, la verdad, me gustó mas de lo esperado, igual no tenía una idea muy elevada de lo que podía ser esta peli, y al notarla mejor de lo pensado a priori, me dejó por ello bastante buena sensación, a pesar de que muchos de sus componentes no sean muy originales.
No se puede decir que "Colinas Ardientes" sea un western "pro-indio", el argumento y su narrativa no se puede incorporar a esta variedad, pero si notamos que esa corriente dentro del cine del oeste estaba dejando su huella profunda e influye tangencialmente en los planteamientos de esta película: los indios que aparecen de manera temporal en parte del metraje no son tratados de forma negativa, y es mas, involuntariamente actúan favoreciendo a los protagonistas; la propia protagonista que sufre todas las desventuras y peligros que se ciernen es mestiza (una hermosa Natalie Wood que, bueno, son los años 50, solamente por ser morena y de ojos oscuros ya se pensaba entonces que podía pasar por mestiza) y su propia familia sufre las penalidades con las que algunos colonos blancos les cargan; incluso el mestizo que es usado por la panda de "villanos" como rastreador no es presentado con una perspectiva negativa, llega un momento en que es forzado a esa función y se muestra como un personaje sencillo y compasivo que ha vivido mucho y que alberga mucha "sabiduría popular", podríamos decir.
Usando un arranque arquetípico lleno de los recursos y las convenciones habituales del cine del oeste, se mantiene un ritmo trepidante y una emoción con un guión bien redactado, sin virtuosismos narrativos, eso si, y que, como suele suceder en películas clásicas, se va al grano sin demorarse en detalles superfluos, la película no es muy larga, poco mas de hora y media que se puede ver de un tirón, sin darse uno cuenta, consiguiendo elevar la intriga general a medida que va avanzando y logrando que la historia de amor entre los dos protagonistas sea creíble y vaya evolucionando en interés también.
Y esta es una característica importante de esta película, aunque puede que predicada en exceso por la publicidad de la misma, el componente sentimental, que no solo es lo que da sentido a la película, sino que supone uno de los motores principales de la misma y lo que le aporta un color especial, la emoción de la persecución sube de grado por el hecho de que el prota huye con la bellísima mestiza, que hay que ver que guapa era Natalie Wood. Precisamente, yendo a esto, este es un acierto de esta película, los dos protagonistas y la excelente química que hay entre ellos dos, dos actores entonces muy jóvenes, muy guapos los dos (Tab Hunter era entonces uno de los guaperas que ejercían de terror de las nenas y Natalie Wood, ains, que belleza mas deslumbrante tenía), que actúan bien, medianamente bien, y que se compenetran mucho mejor en pantalla. Como anécdota, hablando de esto, los servicios de publicidad de los estudios se dedicaron a difundir el rumor de un romance entre ellos dos, ayudado por el hecho de que, aprovechando su química, actuaron juntos en algunas películas, pero lo que no se sabía publicamente es que Tab Hunter es homosexual (jiasjiasjiasjiasjiasjias).
Dirige Stuart Heisler, un director de aquel tiempo, un artesano de los grandes estudios, con una dirección convencional pero efectiva, que saber montar las secuencias de acción y con buen gusto para rodar en paisajes naturales estupendamente fotografiados que contribuyen a aportar mas dramatismo a la historia y a destacar aún mas la hermosura de una Natalie Wood jovencísima que ¿he dicho que está guapísima?
Kforever
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7
17 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El piel roja" es el título con el que se estrenó en España y con el que se distribuye (en algunas ocasiones también se usa el título "Piel Roja") la película de George Sherman de título original "Tomahawk". Sherman fue un director de la época clásica, productor asimismo, conocido principalmente por los westerns, las pelis del oeste o "de vaqueros", como decíamos antes popularmente, de factura clásica que rodó durante mas de dos décadas, alternando con obras de otros géneros, como de aventuras o policiacos. El caso es que me la ví hace un tiempo, dejándome una buena impresión por su aire académico en su forma de rodar, por su historia interesante y bien desarrollada, inspirada algo lejanamente en un hecho histórico, por cierto, por su fotografía, sus paisajes, su música, sus actores y, entre los actores, una Yvonne De Carlo esplendorosa, una de las actrices, para mi, mas impresionantes y de belleza mas subyugante de la historia del cine, no es de extrañar que durante esos años fuese llamada "La Reina del Technicolor", por lo que realzaba su encanto ese proceso de fotografía cinematográfica. Esta película se encuadra dentro del denominado western "pro-indio", surgido precisamente en aquel tiempo, en el cual las historias que se filmaban se preocupaban de mostrar un lado mas humano de los pueblos indios e incluso de algunas de las injusticias de las que habían sido víctimas en el proceso de la denominada "Conquista del Oeste" por parte de colonos y del ejército estadounidense (hay un momento de la película en que, por parte de unos personajes, se menciona retrospectivamente la masacre de Sand Creek). El guión está bien armado, si bien desaprovecha algunas posibilidades y también algún personaje secundario que otro, que podría haber dado aún mas jugo y aportado mas complejidad a la película, pero de todas maneras, como sucede con muchas películas de cuando se hacía cine de verdad, con guión, con inicio, nudo y desenlace, nos encontramos, pienso yo, con una película donde no hay hueco alguno en el desarrollo de la historia, ya está todo pensado antes de dar la primera vuelta de manivela de la cámara, se va al grano, no se pierde el tiempo en florituras que no llevan a ningún lugar y no solamente se mantiene la tensión de la historia, sino que, también, se nota el proceso de cambio y transformación de los personajes, de sus puntos de vista, sobre todo por parte de la protagonista, si bien tampoco profundiza demasiado en su perfil psicológico, tal como se harían en las pelis del oeste de años posteriores, la película tiene la duración que tiene (menos de hora y media) y no se demora en ciertos aspectos, pero a pesar de ello, se transmiten los carácteres de los personajes con certeras pinceladas, así como el pasado de cada uno de ellos. Quizás, la historia de amor entre los dos protagonistas no termina de estar culminada, la guionista no sabe como rematarla, si llevarla a otro nivel o no, y la deja como está, pero esto quizás es un punto mas de originalidad, si se mira desde esa perspectiva, en esa época, donde la norma eran los finales empalagosos y engolados, aquí estamos en el inicio de los westerns con historias menos maniqueas y un poco mas melancólicas. George Sherman es un director del cual poco se habla actualmente, pero del cual llevo viendo algunas películas suyas en los últimos años y re-viendo algunas otras que vi cuando era pequeñajo. Fue bastante prolífico desde finales de los 30 hasta principios de los 60 y su manera de rodar era, pues eso, como he dicho, muy de los directores clásicos, todo un artesano de la imagen clásica, grandes paisajes, amplias tomas, Sherman sabía rodar con pulso firme, con una excelente puesta en escena, y en esta película se ven algunas de sus constantes, no solamente secuencias con una puesta en escena muy bien pensada y una gran distribución de los elementos de la misma, sino también ese gusto suyo por paisajes grandes y estupendamente fotografiados y esos planos generales que aportan grandiosidad a la narración. De prota masculino tenemos a Van Heflin, no uno de los rostros mas conocidos, pero si un grande de la interpretación de la época, incansable trabajador que aportaba siempre caracter a sus personajes y que, si bien era habitual en muchos westerns, tocó todos los géneros, demostrando en esta película las tablas que tenía. Y de prota femenina ya he mencionado a la canadiense Yvonne De Carlo, ains, hermosísima, imposible no fijarse en ella.
Kforever
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3
6 de agosto de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Habéis visto alguna vez una película donde todos o casi todos los personajes os parezcan irritantes? Pues a mi me ha pasado. Con esta película.
No se como he tenido arrestos para terminármela, de hecho, llevaba media hora, y ya sabía yo que no me iba a gustar. La única razón por la que he seguido viéndola, fue por la presencia de mi adorada Michelle Pfeiffer... que encima aparece muy poco.
Dos horas de mi vida, por la publicidad incluída cuando la he visto por televisión, que no voy a recuperar, con un argumento vacío, estúpido, sin sentido, y con unos personajes irritantes, empezando por el niño, al que yo le hubiera dado cuatro guantazos; siguiendo con su madre, la medio-hermana del prota, siempre lamentándose de su pasado y su presente; la madre del prota, de actitud injustificable; el padre ausente, que se ponga como se ponga el guión, es un sinvergüenza y un jeta; para terminar con el propio protagonista, el mas cretino de toda esta cuadrilla, el que mas ganas me ha dado de meterme dentro y darle de bofetones y no parar... ¿que se esperaba que iba a pasar con todo lo que hacía?, ¿para que alarga ese berenjenal de modo tan innecesario?
En fin, lamentable y penosa película, una pérdida de tiempo. Un desperdicio de talento por parte de las actrices involucradas. Y un actor protagonista mediocre y sin carisma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kforever
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