Quizás si está película hubiera salido hace un par de años, sin el boom de otras conocidas comedias españolas (y recientes) como 'Ocho apellidos vascos' o 'Tres bodas de más', nos hubiera sorprendido algo más. Pero también, quizás, nunca se hubiera realizado si no fuera por el éxito que consiguieron y de ahí venga su nombre, de realizar esta película 'Ahora o nunca' para conseguir una buena recaudación en taquilla.

Ante esta tesitura nos encontramos con 'Ahora o nunca', una película que corre el riesgo de resultar cansina precisamente por jugar a lo seguro. Vemos a Dani Rovira en el papel de Dani Rovira, a Clara Lago en el papel de Clara Lago, y a María Valverde en el de María Valverde. Incluso a Jordi Sánchez lo vemos en el papel de.... Recio, eso también está claro. Y bueno, el cóctel no es desagradable, pero tampoco es excesivamente brillante. Los personajes no están, ni mucho menos, trabajados, pero creo que tampoco es lo que se pide a una película de estas características, ¿no creen?

La película se divide en tres tramas, de las cuales una sobra prácticamente por completo, al menos a mi parecer. La premisa de la película, por grillada que esté, puede funcionar en nuestro país por el revuelo formado por aquella huelga de controladores y aprovechar ese tirón para dar arranque a una comedia, que tiene momentos en los que nos saca más de una carcajada, aunque otros son momentos demasiado forzados.

¿Se deja ver? Sí. ¿Entretiene? También. ¿Será recordada? Ni por asomo. Pero a pesar del 5 que le he puesto, espero que se sigan realizando este tipo de comedias sencilllas. No todas pegarán un pelotazo como las nombradas en el párrafo inicial, pero sirven para pasar un rato entretenido.

Cuando se hable de series corales, "The Office" debería ocupar el primer lugar. Una vez pasado el filtro inicial (los primeros 3-4 capítulos), en los que te cuesta entender de qué va la serie y cuál es su estilo, una vez les das la oportunidad te aseguro que no te arrepentirás y estarás deseando seguir viendo más y más.

Sus 9 temporadas se quedan cortas, incluso si nos atenemos a algunos cambios muy importantes en su trama, los cuales han sabido solventar en todo momento. Y es que si algo se le puede valorar es que ha sido fiel a si misma de principio a fin.

La serie narra las peripecias de una oficina de papel en Dunder Mifflin, elegida para grabar un documental. Lo que podría parecer algo totalmente irrelevante se acaba convirtiendo en nuestro lugar de trabajo deseado. Los protagonistas hablan con el equipo documental y refuerzan lo que nos están enseñando en cada capítulo.

Para demostrar que es una serie inolvidable, solo cabe destacar que es imposible elegir un momento único para definirla. Los comentarios de Creed, las caras a cámara de Jim, las reflexiones y propuestas de Michael Scott, las bromas entre Dwight y Jim, además de la peculiaridad del propio Dwight, la evolución de Ryan, el trato a Toby, los openings y cierres de cada capítulo.... podría seguir, pero ver todo eso en acción es impagable. Tienes que verlo con tus propios ojos, ¡te enganchará sin dudarlo!

Y poco más. No se puede definir de otra manera una película que esperas arranque en cualquier momento, pero que nunca logra despegar. Si no fuera por sus protagonistas (especialmente Nick Frost, bien conocido por sus papeles en la Trilogía del Cornetto, esto es 'Zombies Party', 'Arma Fatal' y 'Bienvenidos al fin del mundo', y Chris O'Dowd, genial en su papel de Roy en 'The IT Crowd'), sería una película que contaría con un público mucho menor. Y no me extraña...

De ahí que realmente haya una cierta decepción ante lo que pudo haber sido y termina siendo. Es pasable, es entretenida y se deja ver, pero no por ello se puede considerar una película buena. Su guion es flojo y previsible desde prácticamente el inicio, muchos bailes y algún que otro chiste que te hará esbozar una leve sonrisa.

Lo dicho, simpática. Pero echo en falta más 'corazón' en la película (quien la haya visto lo entenderá).

Quien no se emocione con esta cinta, le compadezco. El comienzo es absolutamente maravilloso, una historia de amor perfectamente contada y que nos deja boquiabiertos. Solo por ese comienzo merece absolutamente la pena. A partir de ahí, la historia sigue su trayecto y pasamos a ver una película de aventuras, pero de las buenas, de las que nos trasladan a nuestra infancia.

Imperdonable no verla.

No es fácil plasmar en poco menos de dos horas los hechos acontecidos durante más de tres décadas, como tampoco es fácil explicar una situación tan compleja y con tantos actores globales como es la crisis financiera. Pero Charles Ferguson, el director del documental ‘Inside Job’ lo consigue. Y tiene mayor mérito cuando te involucra en la historia. Pasas de ser un mero aprendiz, sobre qué significa cada cosa y cómo se divide el mundo financiero, a indignarte con los responsables y las explicaciones que dan.

Ahí está el mérito de este documental. Si bien hace una labor didáctica, donde más sobresale es en su aspecto formal. El lenguaje utilizado, lejos de resultar engorroso con los diferentes términos económicos, pasa a ser cotidiano gracias a las explicaciones que se le otorga al espectador. Si esto pareciera escaso, se acompaña con una multitud de entrevistas con personas reconocidas e involucradas en la economía mundial. Además, el entrevistador, lejos de unirse a la película de forma física, deja que hablen los protagonistas. El tono que otorga a cada entrevista, el cómo busca las cosquillas a sus entrevistados y, en ocasiones, la fina ironía que acompaña a cada pregunta, hace que nos pongamos en su lugar. También merece destacar la división en capítulos, para que el espectador se haga una idea más precisa de los diferentes escenarios que pasa esta crisis.

El documental nos lleva a interiorizar la crisis y hacernos ciertas preguntas al buscar culpables. ¿Es por culpa de la ética de las personas ligadas con la economía? ¿Ha sido por cuestiones políticas, por la falta de regulación? ¿La culpa es de un sistema corrupto? Posiblemente, la respuesta a la crisis sea la mezcla de todas estas preguntas. Precisamente aquí es donde se aprecia la mayor laguna al documental. Es cierto que ayuda a divulgar conocimientos de forma amena y casi coloquial, pero este entramado económico no puede resumirse en una sola causa, lo que puede llegar a confundir al espectador, que ya no sabe a quién culpar al aparecer continuamente un aspecto totalmente desconocido anteriormente. Desregulación, privatización, especulación, productos derivados, drogas y prostitución, hipotecas subprime, falta de ética, conflicto de intereses, corrupción… Son solo algunas de las pinceladas que van apareciendo de forma paulatina. (Sigue en spoiler)