Es una pena que Alex Proyas no haga más películas. Muchas veces ser un director "personal" quiere decir "pedante" y "aburrido" pero no es este el caso.

Hay que dar un aviso: el film comienza málamente, una alarma se dispara en tu cabeza y te dice "esta peli no va a tener ni pies ni cabeza", pero nadas más lejos de la realidad, al final las piezas encajan a la perfección en un final satisfactorio, cosa rara en este tipo de ciencia ficción.
Rufus Sewell es un actor poco valorado para su talento, quizas por culpa de su físico y su mirada inquietante que le encasillan en papeles de malvado (destino de caballero, el ilusionista, etc.), pero aquí esta perfecto como protagonista atormentado, además su química con la Connelly (¡todos te queremos, Jennifer!) funciona a las mil maravillas.
La trama es original, pero no ilógica, la ambientación es gótica e inquietante, pero no sucia.

Si una palabra la define es "diferente". Muy pocas pelis logran captar y atrapar en imagenes el ambiente desquiciado y surrreal de los sueños, me viene a la cabeza "Silent Hill", y por supuesto, "Dark City". Pero no os asusteis, al final nadie se despierta en su cama diciendo "ha sido todo un sueño", odiamos esos finales tan cobardes ¿verdad?.

Es muy triste ver como José Mota ha entrado en caída libre.
Año tras año su show de Nochevieja nos deja cada vez más con cara de tontos. Ya no quiere hacer reír, ahora quiere ser trascendente.

¿Esto es lo que pagamos con nuestros impuestos?, ¿esto es lo que engrosa la abultada deuda de la televisión pública?
Mota se sube al carro de la hipocresía y esto es lo que nos dice:
1. Yo me quejo del humor políticamente correcto...pero yo hago humor políticamente correcto.
2. Yo digo que me gustaría hacer un chiste sobre la igualdad de género...pero no lo hago porque tengo miedo de ofender a alguien.
3. Yo critico los chiringuitos...pero yo tengo un chiringuito en TVE.
4. A mi me gusta la cocina de toda la vida... pero voy a decir que la "cocina fusión" es deliciosa y así entierro un poco más profundo a mi personaje de El Tío de la Vara.
5. Yo quiero ser original...pero repito una y otra vez el mismo sketch de los soldados en una trinchera.

No hay peor traición que traicionarse a uno mismo.

Hay comedias que se estrenan como dramas y eso no puede ser, no señor.

Esta es una frikada, sin orden ni concierto, sin nada que ver con la novela del bueno de Michael Crichton (ambientada en los años 70) pero si la ves con una actitud positiva te divierte mucho, no se si me explico.

Lo mejor: los monos asesinos, ¡que cachondos!
Lo peor: los actores sin traje de mono

Es demencial ver el nivel de antisemitismo, o directamente nazismo, que tienen algunos.
Ahora resulta que uno de los imperios más genocidas de la historia son los buenos, en fin.
Esta es una serie épica total, injustamente olvidada y en su momento boicoteada solo porque en la intro aparecen soldados israelíes, los demonios del siglo xx, según algunos.
La trama tiene empaque, buen presupuesto, actores míticos, pero ya sabemos que el Astérix judío no acabará cenando jabalí.

A primera vista parece una más de romanos, algo barata y con decorados teatrales, pero el director es Douglas Sirk, ¡¿que pinta el rey del melodrama en una película de romanos?!...llenarla de mala leche y hacer un elogio del salvajismo.

Lo digo porque tenemos claro desde el principio que el malo (Atila) es el bueno de la historia, además del protagonista absoluto, por eso quizás ponen al sosainas de Jeff Chandler como el supuesto héroe de la función, pero es casi un cero a la izquierda en la trama, incluso se muestra bastante torpe en las escenas de lucha.

En ninguna otra película los emperadores romanos fueron retratados de una forma tan triste y patética, parecen unos políticos envidiosos, catetos, corruptos y cobardes, que huyen de su ciudad con los bolsillos bien llenos y dejando tirados a sus ciudadanos (¿de que me suena a mi esto?).

Por contraste, Atila se muestra valiente, incorruptible y desprecia el oro que le ofrecen para "tener la fiesta en paz", respondiendo que él solo quiere destruir el sistema. No se si Douglas Sirk y sus guionistas eran comunistas anti-sistema pero aquí lo parecen.

Por último destacar la imagen icónica de Jack Palance, estoy casi seguro que los dibujantes de "La espada salvaje de Conan" copiaron su cara para sus viñetas.