La cosa es así, el anodino Kyle Reese esta todo el día en el gym y bebiendo batidos de proteínas pasando de matar terminators, ya un poco rayado John le dice que para estar en ese plan se vaya al pasado y se zumbe a su madre y así de paso, pues nace y tal, Kyle emocionado con la idea de ser modelo en los años 80 acepta,
Al viajar al pasado se encuentra que todo esta patas arriba y tras cuatro peleas, dos persecuciones y cinco tiroteos, se ve a si mismo en una cueva con el Doctor T-800 explicándole paradojas temporales, movidas y números que le dan igual, pero al final consigue entender que le van a mandar al futuro no se para que, y el, pues va, al fin y al cabo, llegado a este punto entiende lo mismo que el espectador. En el futuro salvan el mundo, engendran a John Connor y todo sale bien, y pueden seguir despreciando a esa maquina de matar sabionda al que llaman "el abuelo", un robot asesino que envejece y hace chistes malos.

Channing Tatum flotando por el espacio sin traje espacial, aguantando como un jabato la "primaveral" temperatura del espacio profundo, o atravesando agujeros de gusano con sus patines mágicos. Son solo una muestra de sus superpoderes.

Película bien estructurada con sus partes bien diferenciadas.
Introducción: Se nos presenta a dos niños repelentes haciendo verdaderos esfuerzos por ganarse el odio del espectador.
Nudo: Viejos haciendo locuras y niños repelentes partiendose la caja o asustándose alternativamente. Subtrama de la madre pasando de sus vástagos y poniéndose pedo en un barco lleno de maromos.
Desenlace: Viejo planta dodotis con caca en la cara del niño. Viejos confiesan que son alienígenas venidos del planeta Raticulín.
Y fin, ya esta, esta es la nueva obra maestra del eterno director del Sexto Sentido.
Cabe mencionar ciertos momentos estelares, por ejemplo, que unos gansos de 15 y 13 años jueguen al escondite, que vean a su abuela potando y en vez de ayudarla se escondan, que la niña baje al sótano oscuro cuando descubre que son unos psicópatas, o que la policía del pueblo pase de coger el teléfono, para que, si total son funcionarios...

La historia arranca con Hece volviendo a su barrio, viene de Londres deprimido porque allí tampoco le entienden al hablar, y decide quedar con sus amigotes para hacer unas cuantas dominadas, pero una jamba, no se sabe muy bien porqué le persigue y le roba la gasolina, Hece le suelta una serie de gruñidos inentendibles y se la mete en el bolsillo, y así empieza una bonita historia de amor.
La chica en cuestión se llama Gin (bautizada como Gintonic en un alarde de originalidad por parte de Hece), una vulgar gorrona de gimnasios, que le termina de seducir soltando aullidos cual gato mojado, acompañados de una guitarra desafinada. Tras una serie de vergonzosos coqueteos se la empotra en un mirador situado en la vía pública convenientemente vacío para ellos.
Es aquí donde comienza una enrevesada trama de aventuras y desventuras al enterarse la "sin tetas" de que Hece ha vuelto, y dejando de lado el hecho de que a su hermanita (una niña rata drogodependiente) le han hecho un bombo, y que su padre (un insulso viejo verde ) se ha comprado una cubana, centra todas sus energías en sentir por ultima vez el falo de Hece dentro, y lo consigue.
Después de esto, Hece vuelve a por Gintonic, con su miembro aun sucio de una noche de sexo, se encuentra con que están violando discretamente en un camerino a su ladrona de gasolina, y entra en un extraño trance donde pega a tres puertas, llora y grita; y consecuentemente con la escena, se va a vengar al "pollo" en una carrera contra un barbas. Para seguir con la lógica en sus actos se queda parado en medio de la carrera, y ya para despertar el mas absoluto desconcierto, tira la moto de su difunto compinche al mar, y se queda toda la noche mirando al horizonte, seguramente pensando en como mejorar su técnica en las dominadas.
Estoy esperando ansioso una tercera parte.