Lo que suele apasionar tanto a los aficionados de este tipo de películas de acción o de suspense es el final. Cuando llega el momento de la verdad, esto es, el final, a uno no le queda más que abrir los ojos como platos y decir al guionista "la madre que te parió". Porque lo que parece que es una película decente se rompe en un giro brutal al final del metraje que machaca la verosimilitud de la narración. Así que, si quieren ver una película que promete buenas maneras y que se destroza al final, no duden en elegir "Más allá de la duda".

Convencionalismo al máximo. No hay una conexión entre las diferentes historias que provoquen que el espectador se enganche. Fotografía sencilla, escenarios poco esmerados e interpretaciones insípidas. No hay nada en esta película que invite a su revisión. La historia del niño deja un sinsabor especial porque de ahí se podrían haber extraído situaciones cómicas y/o dramáticas.

Muy alejada de los mejores momentos de la comedia de los años 40, próxima a la mejor gracia de Hitchcock en sus escenas más satíricas de su filmografía, pero a años luz de lo se exige del genio de Inglaterra. Ningún plano es recordable y el entretenimiento sucumbe ante lo que se debe pedir del cineasta. No os va a aburrir, no os va a encantar. Descolocada.

Que a alguien le conviertan en culpable cuando no es cierto y además no tiene pruebas para demostrar lo contrario porque los testigos le apuntan es una situación negra, sombría y con mucho nerviosismo. Todo esto lo transmite Hitchcock con unos planos que describen la soledad del encausado y las consecuencias del suceso (enfermedad mental de su mujer). Si no decayese la intriga del minuto 55 al 80, la película sería soberbia. Henry Fonda se mete muy bien en el papel y Vera Miles cumple su parte mejor a partir de la segunda mitad de la película.

El inicio de la película (con un flashback inmediato) es genial, así como su final (quizás algo rebuscado, pero efectivo). Sin embargo, el nudo es ciertamente flojo y a pesar de que Hitchcock pone sus típicos toques en la confección de las escenas, el resultado es ciertamente flojo. Decepción de Marlene Dietrich, que hace de sí misma, y que no llena por sí sola una película situada entre las peores del filmador inglés.