Aunque tenía interés en ver esta película en su día en cines, por diferentes cuestiones he tenido que esperar a su estreno en plataforma (Prime, en este caso) y he de decir que casi lo agradezco. No porque no me haya gustado, sino porque la he visto en una semana en la que el “mcguffin” del film ha estado muy presente en España por una polémica (y acertadísima, viendo el resultado) campaña del Ministerio de Igualdad. Ha logrado que me anime a volver ha escribir una crítica por aquí tras muchos lustros.

Sólo hay que ver las críticas en esta web para darse cuenta que la película ha dado en la diana (al igual que los famosos anuncios, por cierto): “feminismo radical”, “Irene Montero”, “odio a los hombres”, “ideología de género”, etc, etc. El combo perfecto de la España que madruga. Realmente la película les da igual, la cuestión es que está fatal eso de contar una historia en la que haya hombres babosos, acosadores, o violadores, directamente. Todos sabemos que eso no existe.

La película, sin ser excelente, me parece brillante (por momentos, mucho), y aunque es cierto que en algunos devenires cabalga sobre la fina línea entre la denuncia y la demagogia, para mí sale indemne, y lo hace porque ejemplifica muy bien a los culpables “pasivos”. Esa figura que simplemente mira para otro lado ante cualquier asunto problemático, que no quiere líos y donde uno a veces duda si ha llegado a estar alguna vez (ver spoiler).
La historia es francamente potente y está bien desarrollada, pero no sé si en la dirección llega al mismo nivel. No deja de ser un debut (en cine) muy digno, pero a veces ciertas decisiones me sacan ligeramente. Por lo demás, Mulligan clava ese personaje atormentado (las críticas sobre sus arrugas y la imposibilidad de hacer una personaje así, son maravillosas, porque sin querer, no hacen más que justificar el fondo de esta película). El resto del plantel cumple (siempre es un gusto ver a un casi olvidado Clancy Brown) y la música ochentera, a los ya maduros, siempre nos agrada.

Por resumir: Todo lo que no sea una visita de Carey Mulligan a El Hormiguero, me defraudaría.