Este remake se dedica a lapidar todas y cada una de las virtudes de la original, le da énfasis a la trama ignorando lo que hizo grande a la versión argentina: sus personajes y la relación entre ellos. Totalmente innecesaria versión de una obra maestra que se ha hecho con el piloto automático y que aún tiene la osadía de darnos las lecciones morales que no nos dio la primera.

Muy sensacionalista, con una producción correcta pero que te obliga a deambular durante casi cuatro horas a través de pistas falsas. Una serie documental muy manipuladora, con un conductor que va de estrella pero que no es más que un charlatán. No recomiendo perder el tiempo con ella. Vacuedad morbosa típica de Netflix.

Que "Bocadillo" fuese una broma para hacer este documental no implica que este documental sea meritorio.
Que a lo largo de todo el metraje nos repitan una y otra vez que "así vemos como funcionan las cosas por dentro" no quiere decir que lo veamos de verdad (lo poco interesante está censurado). No hay nada más allá del "buah tío, la vamos a liar". Esta película, y todo lo montado a su alrededor, no nos enseña nada, es todo fogueo. Al menos "Bocadillo" tiene el valor de ser una absurdez.

La película no funciona ni como adaptación (apenas acaricia la superficie del universo creado por King) ni como película de consumo para masas. Un despropósito de gran calibre que obedece a varios amos y acaba por no centrarse en nada, ya que no deja contento a nadie. La presentación de personajes es desoladora, la dirección es cobarde y sin alma y no hay un sólo rastro de la grandeza del universo del Mundo Medio. Los actores divagan en un guión maniqueo bochornoso y una historia mil veces vista construida sobre toneladas de clichés.
Lo único positivo es su corta duración.
P.D. Si no lo vas a hacer bien, no lo hagas.

La película lo tiene todo para ser más que decente, pero no alcanzo a comprender cómo al igual que "Prometheus" basa su avance en una serie de decisiones estúpidas de TODOS los personajes. Me cuesta entrar en una historia cuando quien me la cuenta me toma por idiota, y sólo por eso no puedo hablar bien de ella. Técnicamente es impecable y su ritmo es muy bueno, pero es una tontería con un tono solemne que no le pega lo más mínimo.
Para que una peli de este tipo funcione no necesitas que la gente sea tonta. Tampoco necesitas que todos estén liados entre todos.