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España España · Jerez de la frontera
Críticas de DavidFilme
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Críticas 237
Críticas ordenadas por utilidad
10
27 de diciembre de 2017
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he visto película en toda mi vida que llegue a este nivel, y puede que nunca la vea. No puedo expresar con palabras lo mucho que me fascino este film. Decir que “Braveheart” es un peliculón es quedarse corto. Como siempre, el veredicto depende de cada uno, de sus motivaciones y lo que en él despierte. En mí, este film lo ha sido todo. Desde aquel primer visionado en cines y hasta día de hoy, se podría decir que “Braveheart” me ha ayudado a elegir una parte de mi camino, a tomar decisiones o a basarlas en ella. Hasta extremos insospechados y que analizados en frío, dan que pensar.

Extraordinario filme se mire por donde se mire. Es sin duda, la mejor película épica que se puede visionar, tiene un guión excelente en el que hay magníficas y sangrientas batallas, una historia de amor conmovedora, y donde se reunen un conglomerado de sentimientos tales como el odio, la traición, la venganza, la amistad, y el orgullo patriótico de una manera excepcional. El filme es largo, dura casi 3 horas, pero no resulta pesado en ningún momento, al contrario, disfrutas de 3 horas del mejor cine e incluso se te hace corta. Aparte de su guión, todo en esta cinta es digno de mención, destacando la banda sonora y las maravillosas escenas dedicadas a los paisajes escoceses al principio del film. Su apartado técnico es impresionante, con una espectacular fotografía y una ambientación de la época muy lograda, actuaciones sublimes de sus actores, destancando por encima de todas la estelar actuación Mel Gibson, interpretando al héroe nacional escocés William Wallace.

Es una cinta en la que sus detractores pueden encontrar multitud de fallos de rigor histórico, pero sus defensores encontramos una historia además de real e histórica, muy épica, que realza valores que nos haría falta ensalzar. Una historia no solo de guerra si no también de amor, del inevitable y del prohibido, con la presencia de la amistad por encima de casi todo y de la lealtad a unos valores por encima de todo. En la mente de todos están esas escenas claves, épicas y tantas veces vistas y cacareadas, discursos que ya son parte de la historia del cine, y escenas de guerra tan pioneras como realistas. También destaco las escenas en las que Wallace va corriendo por las montañas con la música céltica de fondo. Esta cinta es un claro ejemplo del efecto que puede causar una buena banda sonora en un film.

Las actuaciones son inmejorables, el personaje de William Wallace es una maravilla, Mel Gibson lo borda, sin duda la mejor actuación de toda su vida, hasta el punto de que no me he imagino Braveheart sin Gibson. Sophie Marceau está fantástica, interpretando a la dulce princesa Isabel de Francia, Los demás actores están también muy decentes, destacando a Patrick McGoohan, David O´Hara, Catherine McCormack, y Angus MacFadyen en el papel de Robert the Bruce.

En definitiva, nunca un film ha conseguido llegar al espectador con tanta precisión. Reflejando el ideal de héroe y de valores como honor, amor, lucha y, sobretodo libertad. Pocas películas consiguen llegarte al corazón y un poco más allá. Braveheart para mí es una de esas pocas, y seguramente, la más especial de todas.
DavidFilme
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6
10 de febrero de 2021
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Las Amantes Del Vampiro" es un destacable film de horror gótico y primera entrega de la Trilogía de los Karnstein de la Hammer, dirigido por Roy Ward Baker y protagonizado por Ingrid Pitt. A principios de los 70s, y por el natural curso que las artes cinematográficas no pueden eludir, la legendaria productora Hammer comenzaba a experimentar una evidente decadencia luego de casi una década y media de haber sido responsable del resurgimiento y esplendor del cine fantástico y de terror. En cintas como estas se podía apreciar la exploración de elementos explícitamente sexuales a la par que se explotaba el morbo de exponer a mujeres exuberantes con personajes monstruosos o depravados, en una explícita intención por despertar el miedo y el deseo simultáneamente. Un ejercicio narrativo que contraponía sensaciones, pero que funcionaba muy bien paradójicamente, y que llevaría al productor Harry Fine a aventurarse con una película vampírica con marcados tintes sexuales lésbicos. El guión de Tudor Gates, constituye una adaptación bastante fiel de la novela de Sheridan Le Fanu, estando los principales cambios al proponer una estructura narrativa lineal por sobre una retrospectiva o analéptica, cambiando nombres de los personajes e introduciendo otros que tienen cierta importancia en el clímax y desenlace.

De esta forma, Roy Ward Backer inicia el relato en 1770 aproximadamente con la aparición del Baron Hartog, cazador de vampiros que acaba con una hermosa vampiresa rubia, prosigue en 1790 con la llegada de Marcilla y la tragedia del General Spielsdorf y se encauza como leitmotiv principal con la entrada de Carmilla en la vida de Emma Morton. Una forma inteligente de adaptar la historia, que le da un buen dinamismo, respetando por supuesto la fuerte componente de suspenso. Sin embargo, una de las principales claves y mayores méritos del guión es la presentación del personaje protagónico antagonista, Carmilla y más aún la sorprendente performance de la actriz polaca, Ingrid Pitt. Además de representar a un vampiro poco ortodoxo para los canónes de Stoker, que le permite moverse con precaución por las sombras durante el día, alimentarse normalmente y no depender de tierra consagrada para descansar, Carmilla es una vampiresa que destila una sexualidad avasalladora e hipnotizante, reflejando su naturaleza sexual en cada palabra, mirada, gesto e incluso silencio. Se trata de un personaje, además de intrigante y fascinante, rico en matices y actitudes que la convierten en un ser cautivante e impredecible como pocos. En ese sentido, y a diferencia del mítico conde transilvano, adopta una naturaleza incluso más peligrosa y letal al utilizar sus atributos físicos y psicológicos para embaucar y someter a sus víctimas.

No obstante, la personalidad, belleza y encanto de Carmilla no es lo único que deslumbra respecto a los personajes femeninos en el film. La trama también aborda en detalle, la fragilidad e inocencia de Emma, hija del hacendado británico Morton e interpretada por la modelo Madeline Smith. El guión hace eco de la evolución fisiológica y psicológica de la niña que se está convirtiendo en mujer y que no tarda en sentirse agobiada y confundida en pleno despertar sexual antes los constantes guiños amorosos de su extraña huésped y amiga. También podremos verlo con Mademoiselle Perrodot, educadora de Emma, atractiva y elegante en la piel de Kate O’Mara, que experimentará el siempre doloroso y cruel viaje a la perdición moral al terminar sucumbiendo a los encantos y depravaciones de Carmilla. Para que no queden dudas que las verdaderas protagonistas de la película son las cautivadoras féminas, nos encontraremos con personajes masculinos en un rol completamente secundario. En primer lugar, está el Barón Joachim von Hartog quien aparece en un hipnótico prólogo y que no volverá a aparecer hasta el desenlace cuando resulte determinante para acabar con la amenaza vampírica. Hartog representa la mano justiciera sobre la amenaza diabólica que representa Carmilla y sus continuas reencarnaciones. Le siguen el General Spieldorf y el hacendado Morton cuyas hijas han tenido que sufrir los embates de Marcilla y Carmilla, a la postre la misma persona, y que han tenido que abandonar el terreno de la razón y sensatez que supone su estatus social y político, para abrazar otros muy dados a la superstición y la hechicería.

Las actuaciones son correctas, además de Ingrid Pitt, Madeline Smith y Kate O’Mara, encontramos al Baron Hartog interpretado satisfactoriamente por Douglas Wilmer. George Cole como Roger Morton y la leyenda viviente Peter Cushing encarnando al General von Spielsdorf. Sus personajes, funcionan como un triunvirato que recuerda a la tríada justiciera de Stoker en “Dracula” (1897) que ayudan a enfrentar al engendro, a decir el Dr. John Seward, el vaquero Quincey Morris y el abogado Arthur Holmwood. Carl Ebhardt, personificado por Jon Finch en tanto, no deja de ser el típico personaje galante y atractivo que pinta para héroe sin llegar a ser realmente tal, un aspecto que en verdad se agradece a Tudor y a Ward Backer como también que sugiera y no de como un hecho una relación posible entre Emma y él. Completan el reparto Ferdy Mayne como el doctor. Shelagh Wilcocks es la ama de llaves. Janet Key encarna a la sirvienta Gretchin. Harvey Hall como Renton el mayordomo. Pippa Steel interpreta a Laura Spieldorf. John Forbes-Robertson como el enigmático servidor de Carmilla y Kirsten Lindholm es la primera vampiresa del prólogo.

En definitiva, una de las mejores películas de vampiros del gótico británico y probablemente una de las más infravaloradas, que tiene en un guión dinámico e inteligente, un buen ritmo, una inmejorable puesta en escena, una elegante y certera cuota de erotismo y en su protagonista sus mejores cartas. Un film que recibió cierto reconocimiento de los críticos por su gran estético gótica y la dirección de Ward Backer, resultando ser bastante rentable.

FilmeClub.com
DavidFilme
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8
15 de octubre de 2019
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los tiempos que vivimos de crisis económicas y políticas, de gente sin recursos y gente poderosa. Aparece esta película que bien podría haberse llamado “Pepito” para enseñarnos la caída a los infiernos de Arthur Fleck.
No es un personaje que en su totalidad nos quede lejos, todos nos hemos sentido alguna vez como Arthur, ignorados por la sociedad, maltratados por un sistema que escucha al que tiene dinero e invisibiliza al que no tiene. Gothan podría ser la Nueva York en la que se inspira y la época en la que está enclavada podría ser esta, en la que el humor es lo que unos dicen que puede ser humor y la comedia anda con pies de plomo para no ofender. Joker es la propia revolución que se plantea en el film y un discurso sobre el dolor físico y mental.
Arthur Fleck no solo debe sobrevivir a su desorden de la risa y a sus muchos traumas, además cuida de su Madre mientras que su trabajo pende de un hilo. La vida, el día a día hacen que poco a poco valla descendiendo a un valle de locura, tristeza y miseria.

Estamos ante un categórico golpe contra el sistema, que debido a su complejidad, creo que ha sido malinterpretado. No es una oda a la violencia, ni una coartada que justifique el crimen. Es una obra radicalmente alejada de las películas de superhéroes al uso, que se nutre de la horrible realidad posmoderna de la sociedad actual. Sus influencias están en el sucio y violento cine norteamericano de los 70s, con claras influencias del cine de Scorsese, especialmente de “Taxi Driver”, lo que vuelve más icónica y simbólica la presencia de Robert De Niro en el reparto.

La estética de la cinta es perfecta y refleja a la perfección la pobre situación económica y social de la ciudad de Gotham; una ciudad en la que el rechazo de los ricos hacia la gente desfavorecida es cada vez más grande. A pesar de contar con un personaje y una ciudad ficticia sabe como tocar la tecla y emocionarnos, todo ello gracias a que sabe plasmar a la perfección dichos problemas cotidianos en la ficción, dándole un toque brutal de seriedad y realismo al film. La banda sonora es sensacional. La dirección de Todd Phillips es muy decente, quizás no diría de alabanza, pero con un buen guión, sabe llevar la historia sin hacerla pesada y dando un dinamismo muy bueno entre escena y escena, con una fotografía de ensueño y encuadres muy buenos.

Las actuaciones son magníficas, pero como era de esperar, la joya de la corona en esta cinta es Joaquin Phoenix, está sencillamente brillante. No hay palabras, ni premios, ni galardones que puedan congratular el trabajo que ha realizado de la forma que merece. Hace algo que jamás habia visto y a parte del trabajo de modulación de voz y de los probables 20 kilos que haya perdido, si algo es fascinante es el trabajo con la risa, como puede hacerte ver que su risa es dolor para él, como se atraganta con sus carcajadas mientras caen las lagrimas.

En definitiva, la película ha estallado en la cara al público y a la crítica. Es la demencia del individuo como consecuencia inevitable de la locura social, y viceversa. Es el filme más incómodo socialmente que se haya visto en mucho tiempo. Desagradable, cruel, perturbador. Y donde el despliegue físico de cuerpo, rostro y mirada de Joaquin Phoenix se convierte en un recital de talento puro. Con una actuación que posiblemente marcará un antes y un después.
DavidFilme
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6
3 de junio de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"13 Fantasmas" es un entretenido remake del film homónimo de 1960 de William Castle, dirigido por Steve Beck. Una familia que acaba de sufrir la pérdida de la madre y su hogar a causa de un incendio, recibirá como herencia una extraña y moderna casa que guarda espantosos secretos. De esta forma, el propietario Cyrus Kriticos deja en herencia la mansión a su sobrino Arthur, lo hará en realidad con la intención de utilizarlo para fines diabólicos que luego conoceremos y en donde el abogado tiene un rol absolutamente secundario al incluir a dos videntes y expertos psíquicos que trabajan para el cazador de fantasmas. El film propone un maquiavélico cazador de fantasmas y ambicioso plan diabólico que consiste en capturar y encerrar a violentos fantasmas en una especie de zodíaco negro para conjurar al diablo y un poder sobrenatural. Se trata de un villano inteligente y cruel que no tiene escrupulos en involucrar a su sobrino e hijos y así reunir y esclavizar en la máquina de Basilio a los 13 fantasmas que necesita para cumplir con su objetivo. Y a propósito de la máquina de Basilio, el complejo dispositivo medieval constituye otra de las claves narrativas para la evidente efectividad del filme. Construida en el siglo XVI, la máquina metálica tiene un mecanismo giratorio que va alineándose a medida que los fantasmas aparecen y les permite desplazarse libre e impunemente por la casa.

La máquina está alojada en el interior de la casona fabricada por Cyrus Kriticos a partir de un material ficticio conocido como ectobar, de apariencia transparente y de alta durabilidad, que incluye un complejo sistema de paredes transparentes y movibles que forman una especie de laberinto. Estas paredes contienen una serie de conjuros escritos en latín que sirven de protección contra los fantasmas cuando las paredes se mueven y permiten el ingreso de los espectros. El punto anterior nos lleva a un narrativo que la cinta sabe explotar de una forma interesante y morbosa. Me refiero a los espíritus atrapados, los cuales tienen un trasfondo bastante violento y están dispuestos en orden desde el menos al más dañino y peligroso. De esta forma, el primero es el Hijo Primogénito, el fantasma de Billy Michaels, un niño malcriado que gustaba jugar a los vaqueros y resultó muerto accidentalmente por una flecha metálica. Le sigue el Torso, el espeluznante espectro de Jimmy Gambino, un apostador que termina descuartizado por la mafia. La Mujer Amarrada, es el fantasma de Susan LeGrow, una adolescente asesinada por un pretendiente en su noche de graduación. Luego, tenemos a la Amante Marchita, que no es otra que el fantasma de Jean Kriticos, la esposa de Arthur Kriticos, el heredero de la mansión, que murió lastimosamente en el incendio que los dejó en la calle y que no constituye ningún peligro.

El quinto espectro es el Príncipe Desterrado, en vida Royce Clayton, talentoso ex jugador de béisbol que murió en un accidente de tránsito y que suele atacar con un bate de béisbol. La siguiente es la Princesa Enojada, el fantasma de Dana Newman, una hermosa joven obsesionada con la belleza y defectos físicos que sólo ella veía y que luego de abusar de las cirugías plásticas y sufrir una accidental operación ocular, decide suicidarse con un cuchillo. Por otra parte, el fantasma de Isabella Smith, colona inglesa del siglo XVII conocida como la Peregrina, que luego de ser acusada de brujería y salvarse de un incendio intencional, es condenada a morir de hambre en el cepo. Les siguen la pareja del Niño Deforme y la Madre Hiriente, que tienen uno de los más espeluznantes trasfondos. Margaret y Harold Shelburne fueron dos fenómenos circenses, madre e hijo producto de la violación que la enana mujer sufrió en el circo donde trabajaba y vivía. Los últimos tres son los más peligrosos y letales. El Martillo fue alguna vez George Markeley, un herrero que fue acusado injustamente de robo. Luego de negarse a exiliarse y ver el linchamiento de su familia, mató a los responsables y fue capturado, se le mutiló un brazo y se le encadenó para luego clavarle decenas de clavos de ferrocarril en el cuerpo. Le sigue el Chacal, el fantasma de Ryan Khun, implacable violador y asesino de mujeres que tras intentar recuperarse en un manicomio, empeoró al punto de suicidarse en un incendio en el inmueble, tiene una jaula en la cabeza y una camisa de fuerza desamarrada. Finalmente, el Aniquilador o el espectro de Horace Mahoney, fue un desequilibrado desfigurado que desarrolló una carrera como chatarrero debido a su descomunal fuerza y como asesino en serie de autopista.

Las actuaciones son más bien flojas, el único que realmente destaca en el reparto es F. Murray Abraham, que interpreta a un Cyrus Kriticos villano maquiavélico, inteligente y elegante, pero al que el director pudo incluso sacar más provecho. Tony Shalhoub, que personifica al protagónico Arthur Kriticos, en tanto, no logra nunca acomodarse y, por tanto, ofrecer la actuación empática de un personaje que obligatoriamente lo exigía, sobre todo por su rol en la completación de los 13 fantasmas. El trío juvenil secundario queda un tanto al debe empezando por Embeth Davidtz y Shannon Elizabeth, que interpretan a la médium Kalina Oretzia y a Kathy Kriticos, la hija de Arthur, en gran parte porque sus personajes no tienen profundidad. Un poco mejor, aunque muy hiperventilado, está el histriónico Matthew Lillard que encarna al médium Dennis Rafkin y resulta tener mayor carisma que el personaje de Shalhoub.

En definitiva, una cinta entretenida, sin grandes pretensiones de guión y con unos actores bastante planos. Que tiene su mayor mérito en un cuidadoso diseño de producción, decorados y maquillaje y un tratamiento más oscuro de los fantasmas, que le entregan una frescura un interés inusual. No es una película de terror adolescente al uso, es original, con un estilo visual diferente e intentando montar una historia excéntrica a más no poder y que puede resultar atractiva al espectador.
DavidFilme
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8
2 de junio de 2018
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película está basada en un hecho real. La Hermana Helen Prejean fue la consejera espiritual de dos condenados a muerte (Patrick Sonnier y Robert Lee Willie). De una mezcla de ambos, surgió el personaje de Mathew Poncelet (Sean Penn), un preso sin escrúpulos que espera que pongan fecha a su ejecución y, mientras tanto, se pone en contacto con la hermana Helen (Susan Sarandon) y le pide que sea su guía espiritual. 

Curiosamente, para hacer este alegato contra la pena de muerte, Tim Robbins escoge un personaje desagradable, que no se arrepiente de sus actos y no al típico condenado arrepentido por el que el espectador podría llegar a sentir lástima. A pesar de que recurrirán a la justicia para intentar revocar la pena capital, no es ese el tema central de la cinta. El tema principal es el dolor y el sufrimiento de todas las personas que tienen que ver con este proceso: los criminales, los familiares de las víctimas, los familiares de los asesinos, los guardias involucrados, el personal sanitario que tiene que realizar la ejecución… Incluso la hermana Helen sufre las consecuencias de ayudar a un hombre así. 

Una tremenda historia que está llevada magníficamente por Tim Robbins, que le da los tiempos necesarios a cada escena y la profundidad adecuada a los personajes, con unas interpretaciones magníficas, de Oscar, de hecho Susan Sarandon se lo llevó. Una declaración de principios contra la pena de muerte.
Quiero resaltar una frase que dice Mathew Poncelet (Sean Penn) al principio de la película que me parece una crítica brutal al sistema judicial:
“No hay millonarios en el corredor de la muerte"
En definitiva, muy buena película.
DavidFilme
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