Comprendo que de una película comercial y encima de acción, no pueda esperar gran cosa... pero, ¿es necesario que sean tan absurdos por ejemplo, los diálogos?, ¿tan poco se les debe exigir en la interpretación a los actores?. Lo peor es que para una de las pocas veces que el cine europeo hace acción, lo hace mal y dejándose influenciar por los yanquis. Muy triste.

La segunda parte gana aún más en fantasiosidad, si cabe.

Además incorpora demasiados tópicos para defender en algo el argumento de la película. Por ejemplo, que los malos sean muy malos. Y en cuanto a los buenos, el transportista, que aunque esta vez sea francés, le hace un favor a EE.UU y acaba siendo un héroe en defensa de la nación. Donde aparezca una bandera de los Estados Unidos, casi siempre es mala señal... algo que se ha convertido en regla desde hace mucho tiempo.

Mi más sincera enhorabuena a todo el equipo de Fariña. Desde la trama, que nos mantiene en tensión en casi todos los capítulos y nos va introduciendo siempre algo nuevo, hasta la interpretación, pasando por la iluminación, es digno casi todo de un buen reconocimiento. Más series como ésta y La Casa de Papel, para catapultar del todo al cine español; que es donde se merece estar.

Personajes sin rumbo se funden y estallan en un lugar donde no corre el tiempo, sólo las emociones pasan.

En un marco como el desierto, tan árido y áspero para rodar una película, se consigue crear una historia entrañable gracias en buena medida a la excelente iluminación, que transforma aquel paisaje y por supuesto, a la hipnotizante banda sonora.