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España España · Barcelona
Críticas de manulynk
Críticas 1.155
Críticas ordenadas por utilidad
8
15 de mayo de 2012
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John Milius, mejor guionista que director fue el firmante de la adaptación de las aventuras de un bárbaro, surgidas de la imaginación del escritor Robert E. Howard y popularizado gracias a los cómics de Marvel. Milius fabrica una historia en la que en su primer tercio nos ilustra los orígenes, desde niño (interpretado por Jorge Sanz), hasta su madurez tras ser esclavizado después que el malvado de la función, Thulsa Doom (James Earl Jones), hubiera arrasado el pueblo donde vivían.
En realidad, hay dos películas complementarias. Una es la evidente, una historia de espada y brujería, con su buena dosis de acción y aventuras en la que el protagonista se mueve como pez en el agua (o como bárbaro con taparrabos). La otra película que nos cuenta Milius es mucho menos evidente y que trata de revestir de cierto contenido a las andanzas de su protagonista en busca de venganza. No es casualidad que el héroe apenas hable y cuando lo hace en la mayor parte de los casos sea para mentar a los dioses. Y es que la cita de Nietzsche ("Aquello que no nos mata nos hace más fuertes") con la que arranca el film es toda una declaración de intenciones. Así para Milius, Conan es un hombre que tras pasar muchas vicisitudes se ha hecho a si mismo, y llega un momento en que pese a que no reniega de sus dioses, deja de temerles. Hay un cierto discurso cercano a Nietzsche que impregna todo el relato, en el que el hombre va dejando atrás sus supersticiones y a unos dioses invisibles, caprichosos y que no parecen tener en cuenta a los simples mortales. Así, la historia de venganza que se explica en el argumento, esconde la superación del hombre elevándose por encima de un pateón heterogéneo de dioses y persiguiendo a quien se ha auto erigido como un Dios. Milius retrata de forma inteligente lo que Nietzsche dio a conocer como "Übermensch", que nosotros conocemos traducido como "superhombre".
Milius sin alejarse de las referencias creadas por Howard y los dibujantes de la Marvel (Buscema entre ellos), consigue fabricar un film que aúna aventuras, acción y mucho sexo y violencia que hace las delicias del gran público, y al mismo tiempo le dota de un contenido "maduro" una reflexión sobre lo humano y lo divino. Todo esto acompañado de una excelente fotografía y una buena banda sonora que sabe resaltar los momentos épicos cuando la ocasión lo requiere. Quizás sea muy atrevido el decirlo pero es una de las mejores películas en las que haya aparecido Schwarzeneeger. A su lado James Earl Jones compone un malo tan poco locuaz como él pero mucho más expresivo.
Puestos a buscarle algún pero, habría que señalar que el resto del reparto apenas tiene relevancia, quedando reducidos casi cameos, además que a Milius le cuesta mantener el ritmo en ciertas ocasiones. Aún así, no cabe duda que nos ofreció una de las mejores películas de espada y brujería hasta el momento. En los 90 llegaron los Hobbits y lo borraron todo.
manulynk
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6
11 de mayo de 2012
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Como suele suceder en las segundas partes Todd Phillips nos ofrece más de lo mismo pero aumentado. si "Resacón en Las vegas" supuso un soplo de aire fresco para la nueva comedia norteamericana, y, hasta cierto punto un tanto original en sus planteamientos, en esta segunda mitad, el realizador repite la misma estructura con los mismos personajes. Es decir, una desmadrada despedida de soltero, que sus protagonistas deben reconstruir pieza a pieza.
Si la primera parte se ambientó en Las Vegas, el único lugar norteamericano más parecido a Sodoma y Gomorra, la segunda parte tiene lugar en Bangkok, lugar que reúne los requisitos adecuados para una desfasante fiesta de despedida que pueda superar a Las Vegas (drogas, mafia, sexo...y además sin fuerzas de la ley visibles). Por lo que a priori, la elección no parece desentonar. Así, sus protagonistas, interpretados por Bradley Cooper, Ed Helms y Zach Galifianakis, se ven envueltos en otra noche de locos de las que sólo nos quedan sus consecuencias. Básicamente la estructura es calcada, y en esta ocasión, además de los cameos de Ken Jeong y Mike Tyson, también aparece Paul Giamatti. Hay que decir que Galifianakis ha conseguido mucha mayor presencia y notoriedad en la función. No en vano, es el actor que más recorrido ha tenido de todos desde el estreno de la primera mitad.
Lo más sencillo de criticar este film es decir que es lo mismo que la primera pero en Bangkok y con el desfase aumentado varios niveles. Y lo cierto es que cualquiera que quiera atacar el film empezará con palabras parecidas. Realmente el film es entrenido, tiene buenos e irreverentes gags, y proporciona unas buenas risas. Pero también es verdad que gran parte de lo que le hacía atractivo al film era su original estructura, y esa sensación de descolocar al espectador quedando totalmente a merced de las imágenes. En una segunda parte donde se repite todo, e incluso se recurren a los mismos personajes (con cameos incluidos). Lo que le hace perder frescura sobre todo a los que tenemos la primera parte muy presente.
Sin lugar a dudas, cualquier espectador que se incorpore "virgen" a la saga, tendrá sensaciones similares a quienes vieron la primera parte y no dudo que la gran mayoría de los que hayan visto la segunda parte, salgan del cine satisfechos pero con una extraña sensación de "deja vu". Ciertamente, hay lo mismo que en la primera pero sobredimensionado, pero a la larga, la repetición de la estructura, que es la base fundamental de la originalidad de la película, hace que esta segunda parte se mantenga menos tiempo en la retina que la primera.
Esperemos que a Todd Phillips no se le ocurra perpetuar este estilo como marca de fábrica de sus futuras comedias. Es lícito querer aprovechar el tirón de la primera, pero el abuso puede llegar a un rápido rechazo.
manulynk
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5
11 de mayo de 2012
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Después de dos aventuras protagonizadas por Schwarzeneeger en los 80, parecía que ya estaba todo dicho y hecho sobre la figura de Conan el Bárbaro. Sin embargo, nuevos productores han querido ofrecer una visión diferente a la ofrecida por John Milius, y además aprovechar la tecnología del 3D. Marcus Nispel es el firmante de la resurrección del personaje creado por Robert E. Howard. Hay que aclarar que el film de Nispel no es estrictamente un "remake". Pese a que comparten ciertas similitudes en el arranque, a todos los efectos, la trama ignora totalmente los films de los 80.
Jason Momoa ha sido el escogido para ponerse en la piel del bárbaro, una elección que físicamente le asemeja bastante más al original de los cómics. Y es que los responsables del film han querido devolver al personaje a sus historias genuinas buscando el parecido no sólo físico sino también estético y argumental de los cómics publicados. En este sentido, la propuesta de Nispel es valorable estrictamente en cuanto a lo que realmente es: un espectáculo, con mucha acción y entretenimiento. Pero totalmente despojada de contenido. Por lo demás, los guionistas han querido meter en las dos horas de metraje todas las referencias posibles sobre el personaje varios cientos de cómics existentes, desde su orígenes, pasando por su época de pirata o la de ladrón, seguramente con la finalidad de captar al público simpatizante y devorador habitual de sus aventuras, y de paso, captar la atención de las nuevas generaciones. Pero en realidad el motor de la trama no es otra cosa que la venganza. En definitiva, hay demasiadas referencias, demasiados escenarios diferentes, como para poder mantener una mínima coherencia general. Así, los acontecimientos se van sucediendo sin que en muchos casos tengan excesiva relación entre sí, y para cuando llega el enfrentamiento final, la chistera del mago se ha vaciado. Por otro lado, pese al 3D y cierta voluntariosa vistosidad, la impresión que da el film es que tenía un presupuesto muy ajustado, o más bien recortado, ya que a lo largo de las dos horas de metraje se suceden escenas digitales con escenas hechas en cartón-piedra, sin que se atisbe una voluntdad verdaderamente artística.
Pese al poco carisma de Momoa, la elección no es del todo desacertada puesto que Nispel pretende integrar al protagonista en su entorno, y Momoa cumple con lo que se le pide: componer un personaje eminentemente físico que luzca mucho palmito y hable poco. Claro que ni la breve presencia de Ron Perlman, ni la figura de Rachel Nichols, en plan mujer-florero, ni un malo como Stephen Lang acompañado por una voluntariosa Rose McGowan, consiguen dar al conjunto un mínimo interés. Además ni el realizador consigue sustraerse a la idea que estamos asistiendo a un film de acción y entretenimiento para todos los públicos. Y de hecho, Nispel tampoco consigue quitarse de encima la impresión que es un mero asalariado al servicio de los productores, verdaderos responsables de la función.
manulynk
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6
3 de mayo de 2012
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Jane Champion vuelve al cine de época donde parece sentirse cómoda con películas ambientadas en el siglo XIX. En este caso, el film de Champion gira alrededor de la relación entre John Keats (Ben Whishaw) uno de los poetas más conocidos del Romanticismo, y Fany Brawne (Abbie Cornish) vecina ocasional del poeta.

Lo primero que hay que destacar es el tono contenido que la realizadora mantiene a lo largo de todo el metraje. Ambientando la acción en la campiña inglesa, sin apenas vislumbrar la gran ciudad y manteniendo como eje principal el personaje de Fanny, Champion va tejiendo con tranquilidad, a base de miradas, silencios y ausencias una relación amorosa desde el principio. Una relación marcada por el fatalismo y la tragedia. A estas alturas supongo que todos deberían saber que John Keats murió muy joven.

La realizadora no se aparta en ningún momento de la contención, como si quisiera llevar el retrato de la sociedad británica hasta sus últimas consecuencias, lo que le sirve por un lado para componer excelentes secuencias con un buen gusto por la estética y la plasticidad cuando se encuentra en el campo, y una mirada más sombría cuando se encuentra en interiores. De esta forma, progresivamente va retratando una relación entre dos personas muy complicada llena de obstáculos, el principal de ellos económico, debido al contexto social en que viven. La opción de la realizadora a la hora de retratar esta relación es todo lo opuesto a un melodrama de pasiones desbordadas al uso, sino más bien todo lo contrario. La pasión que retrata Champion está construida a base de miradas y silencios, rellenados además por los poemos de Keats recitados en off.

Esa contención de lo que es una relación amorosa, sumado a las dos horas de metraje hacen que el film de Champion no sea apto para todos los públicos. No porque salgan escenas subidas de tono, sino porque la realizadora opta por ofrecernos un film adulto, inteligente, bien planificado, sin caras conocidas, y en el que lo que no se dice acaba siendo igual de importante que lo que se dice. Por ello la valoración del film se encontrará posiciones encontradas. Un espectador acostumbrado a productos excesivamente comerciales seguramente se aburrirá con una historia en la que "no pasa nada". Un espectador que conozca mínimante la vida (y la muerte) de Keats verá un film trágico que intenta captar ese sentimiento trágico y otros matices propios del movimiento literario del romanticismo en cada uno de sus fotogramas.
manulynk
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8
10 de abril de 2012
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Adaptación de un cómic del dibujante Frank Miller sobre una conocida batalla histórica entre griegos y persas. El realizador Zack Snyder ha sido el encargado de novelar el enfrentamiento del rey Leónidas (Gerard Butler) junto a un puñado de valientes espartanos contra el todopoderoso ejército del rey persa Jerjes. Si bien basado en hechos reales, l pluma de Frank Miller consiguió llevar un hecho de por sí heroico a altas cotas de exaltación épica, sin escatimar a la hora de mostrarnos la violencia de la guerra. Pero, no hay que engañarse. De hecho, ni el dibujante ni el realizador lo pretenden. Parece claro que algunos hechos no sólo están exagerados, sino que otros están claramente deformados. Los hechos de las Termópilas son indiscutibles. Otro tema es ahondar en los detalles, en llevar al paroxismo y a la hipérbole el valor de los espartanos, y convertir a los persas en unos medradores traicioneros, sin contar además lo "modernos" que resultan algunas de las unidades del ejército persa.

Si en algo es meritorio el film es sobre todo por su forma de plasmarlo en la gran pantalla, siguiendo la senda marcada por Robert Rodríguez en "Sin City" (creación también de Miller), con lo que se consigue emular el efecto cómic. Puesto que en realidad lo que estamos alabando fundamentalmente de este film es lo fiel que resulta su trasposición a la pantalla grande. Y es que el cómic de Miller ya tiene todos los ingredientes necesarios para que sea una buena película (una historia heroica, mucha acción, diálogos punzantes, etc). De esta forma, los fanáticos del cómic quedan plenamente satisfechos. Al mismo tiempo, consigue enganchar a otro público deseoso de ver algo diferente (aunque en el fondo la historia es la de siempre). También es cierto que la simplicidad general que hay en su trama la hacen blanco del público mayoritariamente adolescente. Sin desmerecer a otro público más "maduro".

Estamos, pues, ante un film de acción, bien narrado, pero acción a fin de cuentas. Hablar de la calidad de las actuaciones en una película de estas características es un poco superfluo. Snyder aprovecha punto por punto lo que es una trama bien construida, utilizando incluso sus diálogos, y pone de su parte lo que ofrecen las nuevas tecnologías dando movimiento al cómic. No cabe duda que la tarea no es sencilla, pero es más informática que cinematográfica.

Se le puede buscar algún paralelismo entre aquéllos hechos y la actualidad, por ejemplo, en el sentido de un poderoso ejército invadiendo un país en el que rige la democracia, pero ninguno de los argumentos aguantará ni un asalto (no se acaba de sostener puesto que no todos los griegos eran iguales, y de entre ellos, los espartanos no eran especialmente demócratas). Está claro que lo que nos muestran es el clásico enfrentamiento entre buenos y malos, algo que no esconden sus autores, así que lo mejor es disfrutar durante las casi dos horas del metraje de una historia de acción.
manulynk
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