Sobrio documental, tirando a soso, que cuenta las peripecias de Julian Assange en el periodo convulso que va desde 2010 (cuando Bradley Manning le da a enviar) hasta 2016 (cuando el hacktivista cumple cuatro años encerrado en la embajada de Ecuador).Laura Poitras tiene libre acceso (como no podía ser de otra manera con WikiLeaks), así que toma asiento en su palco preferente y observa al personaje en sus múltiples facetas: Assange jefe, Assange mesías, Assange paranoico, Assange acusado, Assange estrella, Assange Mortadelo, Assange Zelig... También reflexiona sobre su esquiva figura y sobre el film que está haciendo, cuyo olor a cerrado combate de vez en cuando con excursiones a países entonces agitados como Egipto o Túnez, donde Jacob Appelbaum predica el safe computing. La película está lejos de resultar apasionante, pero es de innegable valor.

A medio camino entre el thriller de espías (con poco thrill) y la sátira política (con poco punch), la penúltima película de Richard Brooks, tan afilada como acartonada, da pábulo a la teoría de Tarantino, pero pone el dedo en la llaga. ¡Vaya que sí! No question, que diría Rafeeq, el terrorista. "Lo que está mal está bien" se llamó originalmente, y hace honor a su nombre, pues el film es malo en casi todos los aspectos (salvaría si acaso el libreto) pero atinado en su ácido retrato de la Casa Blanca, la CIA y la televisión. Complacerá solo a conspiranoicos del 11-S.

Comedia romántica zigzagueante, nerviosa, filmada cámara en mano casi con la inmediatez de un reportaje, que poco a poco se va asentando hasta encontrar la calma como los protagonistas. No promete gran cosa al principio, una vez pasada la escena inicial de la ruptura (robada cual pez globo por el gran gran Philip Seymour Hoffman), pero se las arregla para mantenerte entretenido y expectante. Los hombres y las mujeres, el destino y el azar, y todas esas cosas un tanto cargantes de este tipo de películas, solo que servidas con la urgencia de un Paul Greengrass y a ritmo sostenido de bossa nova. A destacar el montaje, obra del propio director.

Comedia coral indie muy verbosa que recuerda un poco, por su premisa (gente corriente en pesquisa detectivesca por la Gran Manzana), a "Misterioso asesinato en Manhattan", tres años anterior (aunque juega más bien en la liga de Tom DiCillo). Siendo una cinta muy ligera (se ve en un santiamén y prácticamente se desliza hasta su conseguido desenlace), resulta a la vez bastante sólida: elenco compacto, guion consistente, personajes tridimensionales, manejo firme de la dirección de actores y del tono... Es en definitiva una buena ópera prima, pero poco memorable.

Comedia irreverente y un tanto gruesa que avanza casi a golpe de sketch, con un inspirado George Segal (que hoy parece un deep fake de Ewan McGregor) y una guapérrima Trish Van Devere en su debut en la pantalla (de enfermera, ni más ni menos). No esperen sutilidad en la puesta en escena, no esperen desarrollo de los personajes (a pesar de su apariencia teatral), no esperen ritmo ni diálogos ingeniosos, pero esperen lo inesperado. Sorprendente resulta. Y algo de gracia tiene, aunque más de uno se preguntará (con la insistencia de Ruth Gordon, la madre senil del protagonista): "Where´s comedy?"