Un amigo me la vendió como muy buena y sorprendente y no estuvo, ni de lejos, a la altura de las espectativas que creó.

Una historia contada mil veces. Contada correctamente, entretenida, pero nada más. Si has visto más películas de abogados intentando sacar a presos del corredor de la muerte, puedes ir directamente al final y ver el giro. Me parece que es lo único que aporta.

(no suelo ser tan negativo en las críticas, pero realmente esperaba algo muy bueno y me encontré algo normal).

No arrancaba. La escena del guardia civil está más o menos bien, pero pasa media hora y los chistes son tontorrones. Nada que ver con "El mundo es nuestro" que desde el primer minuto me enganchó, con ese discurso del Culebra y el Cabesa en la moto, con los reporteros y el público, los embrollos, el final,...

Esta no llegué a verla entera. A lo mejor la gracia estaba al final... pero creo que no lo comprobaré.

Veré como empieza "El mundo es suyo" y si en 10 minutos no arranca...la quito.

Espero y deseo que Alfonso Sánchez remonte, porque la primera nos puso la miel en los labios y mucha esperanza en ver más cine español de calidad.

El planteamiento está realmente bien.
El tema que trata me tocó las entrañas.
Pero me faltó un final más completo.

Recomendable para quienes no quieren hablar de sus problemas y sus sentimientos cuando sufren.

Los personajes interesantes, intensos. Tal vez un poco excesivo el tartamudeo de uno de ellos. Por lo demás, genial; las tensiones entre ellos, sus conflictos, sus caracteres... me gustaron. El de Roberto Álamo me gustó especialmente, muy creíble y con mucho carácter. Muy merecido su goya a mejor actor protagonista.

La trama no está mal. Tampoco demasiado enrevesada. Me gustan más esas en que muestran a todos los sospechosos desde el principio y cualquiera podría ser; pero esta tampoco estuvo mal. Te consigue mantener la tensión y el interés.

Me gustó la realización y el ritmo. Es discreta, sin pretensiones, pero ligera, te lleva de la mano. No se hizo nada pesada. Muy entretenida. Yo diría que incluso para ir a verla al cine. De hecho lo diría sin dudar. Me gustó.

Para mi gusto merecía el Goya más que la de Raul Arévalo, que me pareció más sosaina, seca, silenciosa.

El formato ya no es original porque es el mismo de la primera parte. La sensación de "realidad" es lo único que puede tener algo de gracia.