Vaya, en su momento me encanto.

Ahora me gusta mucho más. Pareciere poesía sobre la degradación de un mundo a una añoranza sobre tiempos concretos. Este lugar necesita ser regido.

Aquel chico de la moto, ¿lo sabrá?.

La naturalidad es una virtud, aquí no hay fingimiento. La belleza del blanco y negro. Filosofía nihilista. Los peces en combate. Rusty James. La armonía impera. El mensaje, también.

Ya no volverán esos años y Coppola lo sabe. Por eso captura la esencia. El trágico devenir de aquella época se funde en un sello que sabe a nostalgia. A celuloide artístico.

Rourke impresiona, pero los demas no se quedan atrás. Incluso Cage. El reparto es atinado. La obra permanece intacta.

Si, es una gran obra.

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La hija de Coppola crearía 20 años más tarde "Lost in Translation". ;)

En 1983 Gazebo saca "I like Chopin". También se cuela Cindy Lauper con "Girls just want to have fun". Ambas fueron exitosas.

Tom Waits siempre lo he preferido conversando con Iggy Pop, aunque con Roberto Benigni y John Lurie también tiene su mérito.

No me gusta Antidoping, aunque el reggae nunca ha sido lo mío, la verdad.

Con lo poco que a mí me seducen los dramas románticos pastelosos, “An education” había logrado cautivarme en su inicio. Le doy todo el mérito a la Mulligan, y, en menor medida, a Molina, ofreciendo papeles memorables. Luego viene la fotografía, de lo más destacable de la cinta. La banda sonora no esta mal, por cierto.

Y digo había, pero a medida que avanzó el filme, la sorpresa fue demeritando poco a poco su inacabado guión. Hasta un punto donde lo noté forzado, apresurado y torpe. Y es una pena, pues daba para mucho más. Esbozarte una sonrisa durante casi todo su metraje es algo difícil en estos tiempos. Lo es mucho más, si todo ese trabajo se debe a alguien en específico. La valoración pende bajo estos preceptos, o bajaría un par de puntos más y sería una peli del montón. Pero preserva los personajes sobre la historia, un acierto, creo yo.

Perdono sus defectos, a excepción de su desenlace, que lastra demasiado a la película como conjunto. Pese a ello no la castigo, porque los aciertos con los que cuenta brillan por luz propia, especialmente el de la protagonista. De una aura inmensa.

Y ver a Londres (sesentero) como escenario principal, of course.

Estaba sentado dentro de una sala de cine, solo, pensé. Contemplando el nuevo filme del decadente Alex Proyas. A mi lado, para terror mío se encontraba Antipseudo vanagloriando a Nicolas Cage y su enésima peluca. Este tipo lo tiene que amar pensé. Después deduje que tenía que prestarle atención al filme. Y lo hize.

El principio y el nudo me dejan perplejo. De una ilógica que abruma. Para justificarlo un poco algunos toques forzados. Y tan tan. Un producto con bastante suspenso si no se le busca tres pies al gato. A mi mente al mismo tiempo me remite a la memoria bastantes filmes de ciencia ficción y terror. Algo prestado tuvo que haber pedido, pienso. Volteo a ver a Antipseudo y lo encuentro con una cara de maravillado, como si hubiese descubierto el mismo alguna especie de preciado tesoro. Pero no se debe al filme que encuentra endeble, se debe a Nicolas Cage. Que miedo y me embulle un escalofrío fatal...

Como sea, prosigo con mi visionado. Después de algunas escenas que molan bastante a pesar de su ingenuidad (¿pasajeros corriendo después de haberse colisionado su propio avión? jejeje, pero queda genial esa toma a primera persona!!!) estoy a punto de entrar el desenlace...

2009: Odisea al origen de la vida...

Me despierto, al día siguiente se me entrega un papel. Lamentablemente no esta llena de números. Y aún es más triste que no se trate de Antipseudo quien me lo este entregando. Bueno, que más da. Unos boletos de cine para el filme de Alex Proyas. Allá vamos.

Termino el visionado y estoy seguro de mi puntuación. Un uno. Sin embargo...

Nunca la música clásica se oía tan preciosa mientras contemplaba el final. El acalorante final. La nota sube a cinco por dos minutos. Curioso.

Analicemos:

Observe usted la cinta de Robert Mulligan “El Otro”, degústela con calma y cautela. Perciba. Piense.

Luego reflexione unos momentos.

Posteriormente observe Los Otros de Alejandro Amenábar. Practique el mismo procedimiento a esta. Pasó a paso.

Finalmente observe Rec de Balagueró. Una vez más, ponga a paso los prácticos consejos que se han citado en las anteriores películas.

Veamos:

• Es un hecho que la imaginación da para mucho, sobretodo si se trata de infantes. Es un hecho, también, que se trata de una clara influencia. Y porque no, es terror que ahonda en la menta. Un terror que explora, que profundiza. Un terror que en la actualidad, se ve anticuado y algo complejo para la sociedad actual. Nos hemos desviado hacia rumbos donde el terror ya no sugiere, ya no respeta, un terror que se da en tiempos acelerados. Un terror que es previsible y tópico… pero:

¿Alguien lo ha denostado?

Es una bendición que en toda regla haya la excepción. A mí me gusta Rec, por mucho que se trate de un terror más “vulgar” por llamarlo de alguna manera. Esta claro que El Otro posee mayor virtuosismo en todos lo sentidos, y que acojona. Es solo que me niego a encasillarme.

Nunca un final me había impactado tanto. Es broma, me esperaba ese impacto, pero vamos, que impacto!!!

Por momentos me recuerda a Frailty. Aunque por senderos completamente distintos.

Comentaba un amigo alguna vez durante el transcurso de ésta efímera vida que: "El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es". Yo siempre mantuve una ligera distancia acerca de tales pensamientos, certeros o no, era algo que me producía mayor placer mientras me mantenía ajeno a las posibles respuestas que me albergara dichas cuestiones, aunque en algún momento todo se tornara del color de los recovecos más profundos...

"Sin las ilusiones y los sueños, a veces la vida pierde sentido"...

... La última vez que hable con ella parecía el crepúsculo de nuestras vidas. El mutuo conocimiento no solo lo hizo posible. Lo rebasó.

"Life is but a dream"

El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos

Ésta última de Octavio Paz...