Pues eso, que es una adaptación bastante correcta del anime. Los titanes están bastante logrados y los combates con el equipo de maniobras no están nada mal. Es, eso sí, una obra bastante innecesaria, ya que se limita a contar una pequeñísima parte de la historia y parece poco probable que segunda parte pueda cerrarla de manera satisfactoria.

Básicamente coincido con las críticas que defienden la película pese a ser conscientes de sus errores. Falta guión, falta estructura y progresión dramática, (no se puede ser tan solemne desde el minuto uno), no se entienden las motivaciones del villano ni que es exactamente lo que hace y a veces parece que simplemente pasan cosas y ya está. Lo peor sin duda es Luthor que lastra muy seriamente la película con una interpretación infumable ¿quién pretende ser el Joker, un adolescente imitando al Joker o qué?. Pese a todo ello, que ya se ha dicho y lo sabemos bien, debemos defender está película quienes nos gusten los cómics y el cine de superhéroes, porque es el Batman que siempre hemos querido (imponente, obsesivo, oscuro y violento), el que más se parece al concepto de Frank Mller y porque se toma en serio a sí misma. Lejos del tono ligero y casi cómico de Marvel, está es una película muy seria, quizá demasiado (no sabe encontrar el tono adecuado francamente) y el exceso de solemnidad y dramatsmo llega a ser pretencioso y cargante. Pero así es como yo concibo el género (intenso, épico, adulto) y está película se atreve a abordarlo en esos mismos términos, así que adelante, quiero que este universo DC siga creciendo (y mejorando), quiero volver a ver a Ben Affleck, que está fenomenal, y sigo confiando en Zack Snyder, pese a sus errores acierta en lo fundamental.

Me parece que está película tiene una nota exageradamente baja. Si bien es cierto que no funciona bien narrativa ni emocionalmente, hay que valorar que está hecha con mucho estilo. El diseño de producción es elegantísimo y las escenas de acción funcionan bastante bien. Se nota que han puesto mucha atención en cada detalle y el resultado es una película preciosista y llena de buenas intenciones aunque algo fallida.

Decepcionante nueva entrega de la saga que no aporta absolutamente nada. Película esencialmente mediocre y sin ideas, tanto que es básicamente un reboot que copia la segunda parte. Hasta aquí, pues lo normal, una forma fácil de hacer caja valiéndose del prestigio de una franquicia que no ha dado nada remarcable más allá de sus inicios, pero lo que empieza a ser irritante es esa aficción que ha tomado Hollywood a sermonearnos hasta en las pelis mas palomiteras. Y es que el cine de pura evasión es algo muy digno si tienes claro que su misión es entretener, esto parece que en Hollywood lo sabían, pero ya no, ahora nos meten propaganda ideológica (preferentemente feminista) sin tregua. Y es que no es lo mismo hacer una película con protagonistas femeninas, que darle ese tufillo propagandístico (empoderamiento, emancipación, patriarcado...) a cada puñetera película. Al final, empiezo a sospechar que nos la están colando, como hicieron con las nuevas Star Wars, y que para dignificar la absoluta falta de ideas en esta y otras obras recurren a darle un enfoque "feminista". O sea, hagamos lo mismo pero en plan feminista y el público a tragar porque, no querréis parecer machistas ¿no?

Este hombre empieza a repetirse más que el ajo. Desde Inglorious Bastards parece que siempre haga la misma película. Y es que el esquema está ya tan manoseado (por el propio Tarantino) que se le ven todas las costuras. Se dedica recrear aquellos géneros clásicos del cine de barrio: el western, las artes marciales... y darle su propio toque, el problema es que su toque ya huele rancio. Dialogos largos y estallidos repentinos de violencia, es la marca Tarantino y es lo que vamos a encontrar, pero esta vez cansa. Primero porque el guión es muy pobre, como lo fue el Django por cierto, no hay apenas giros, sorpresas o profundidad, todo es muy simple, para una película que se toma sus casi tres horas cabe pensar que tendría más miga dentro, pero está peligrosamente vacía, todo es fachada. Segundo porque los personajes no son tan molones como el piensa, ni tan odiosos, ni los diálogos tan chispeantes como él cree. Tercero porque los estallidos de violencia no sorprenden a nadie, casi estás esperando que a tal o cual personaje le vuelen la cabeza de repente y puedes sentir el momento en que va a pasar, así es, no hay sorpresa alguna, porque es Tarantino, es lo que hace y nos sabemos todos sus trucos.
Así que estos "Odiosos ocho" no pasan de ser un entretenimiento pasajero, con un metraje excesivo y con pretensiones de ser algo más, pero no, este hombre ya hizo sus mejores obras hace mucho tiempo (y sólo una de ellas es una gran película), no esperen gran cosa en el futuro.