Terminando de ver "Picnic at Hanging Rock" (1975) de Peter Weir con Anne-Louise Lambert, Helen Morse, Rachel Roberts, Vivean Gray y Dominic Guard. entre otros. IMPRESIONANTE drama de misterio y terror sobre una inocente excursión y picnic a la montaña, que se convirtió en pesadilla para todo un pueblo. La película tiene detalles de gran factura técnica, mostrando los límites de la realidad y lo onírico, con múltiples explicaciones, metáforas, alusiones, detalles narrativos y de Leyenda Urbana; la propuesta es impactante por su época de producción, muy adelantada en cuanto temas de sexualidad, ufología, y de crimen. Todo un suceso sin resolver que llega hasta nuestros días. Un reparto a la altura de una producción que merece ser vista y analizada.
RECOMENDADA
PRONTO en Lecturas Cinematográficas.
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Terminando de ver “Buddymoon” (2016) de Alex Simmons con David Giuntoli, Flula Borg, Claire Coffee, Brian T. Finney, Jeanne Syquia, Hutch Harris, entre otros. Comedia “Buddy/Road Movie” sobre un ex-actor infantil, cuando días antes de su boda, es abandonado por la novia, así que su padrino insiste en aprovechar el viaje de Luna de Miel: Una expedición a las montañas de Oregon. La película es un homenaje a la amistad masculina; y es el primer largometraje del director, quien ha tenido éxito en el género documental, y coescribió este guión con sus amigos y antiguos compañeros de piso: David Giuntoli y Flula Borg; que en conjunto coprodujeron la película; la cual gira en torno a la relación entre los 2 amigos, que son polos opuestos en personalidad: Mientras Flula es tremendamente sociable, David es reservado e introspectivo. En el fondo, la historia demuestra que no hay nada malo que los hombres tengan sentimientos mutuos sin ser valores LGBT; de hecho, se alaba que no hayan vulgaridades, solo 1 y es en alemán, así que realmente no hay desnudez, ni violencia, sólo el uso del alcohol y los hongos alucinógenos… además, las aventuras se basan en pasajes del diario de William Clark, que en 1805, atravesó las mismas áreas en la famosa expedición de Lewis y Clark; donde describe la expedición y su amistad con Meriwether Lewis, lo cual le da a la relación de David y Flula, un toque de historia de confraternización. Técnicamente, debido a que la mayoría de la historia gira en torno a la caminata a través de las montañas, fue filmada principalmente al aire libre, y sólo unas pocas escenas tienen lugar en el interior; por lo que las panorámicas están hermosamente fotografiadas. No obstante, “Buddymoon” (2016) ha recibido un estreno limitado, y solo en los cines independientes. Muy en el fondo, la historia central no se concreta en lo absoluto, no hay humor, sino mucha tontería o bobería irritante por parte del personaje de Flula, que hace increíble que alguien como David, tenga que soportarlo; tanto que no se ve creíble esa amistad tan rara, que a David le parece muy extraño. Lástima un actor tan carismático como David Giuntoli, haciendo películas tan malas; además, su historia con la chica… cuyas razones no están del todo claras, y sus escenas retrospectivas van a ninguna parte, resolviéndose todo de manera esperada y rápida. ¿Sería muy diferente si la novia fuera Megan Fox, y no Jeanne Syquia?
NO RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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Terminando de ver “Tanna” (2015) de Bentley Dean & Martin Butler con Marie Wawa, Mungau Dain, y un brillante elenco formado por actores no profesionales, miembros de la tribu que interpretan el mismo rol que tienen en la vida real. Así, los guerreros son interpretados por guerreros, el jefe por el jefe, etc. Este es un drama australiano, nominado al Premio Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, cuya acción tiene lugar en La Isla de Tanna, una de las islas de Vanuatu en El Pacífico, hablado en Nauvhal; donde una pareja de enamorados decide seguir adelante con su relación, a pesar de la cultura en su lucha por la libertad individual. Con claros tienes shakesperianos, en “Romeo & Julieta”, la historia está basada en hechos reales, a raíz de una serie de suicidios por amor que sucedieron en la tribu Yakel, que reside en la isla Vanuatu. De los protagonistas, todos están maravillosos, al ser debutantes ante una cámara, en el uso del maquillaje, la iluminación y demás aspectos propios del cine, porque son miembros reales de una tribu, tanto que ellos no consideraron la filmación como difícil, porque para sus papeles estaban realizando lo que estaban acostumbrados en su vida diaria. Desnudos y con una hermosa piel morena, aportan realismo y encanto natural. Mungau Dain, fue elegido porque fue considerado el hombre más hermoso de la aldea, con una mezcla perfecta de sensibilidad y masculinidad. Mientras Marie Wawa evidencia gran presencia y seguridad ante la cámara. Pero de todos, llama poderosamente la atención la niña Selin, en sus ojos se muestra todo a su alrededor, y cómo le afectan los cambios; es realmente fascinante de observar a través de su perspectiva. Un detalle, es ver la perfecta dentadura que tienen los personajes principales. En lo técnico, la dirección es casi documental, con hermosos paisajes, tanto de la selva como del volcán y las playas; y una muy cuidada iluminación, a destacar las escenas del cráter y el río. En el fondo, la historia tiene una crítica hacia la monarquía inglesa y sus tradiciones matrimoniales, así como a la religión cristiana y sus trances. Como dato, la iglesia cristiana mostrada, fue construida sobre la sangre y huesos de la resistencia colonial en la tierra de Tanna. Además, no se mencionó que esta tribu es caníbal, que roba, saquea, asesina y se comió a los misioneros que una vez llevaron medicina, el lenguaje escrito, “la esperanza”, y mucho más a la gente de Tanna. Pero eso, por supuesto, quitaría la historia principal del amor, que es muy hermosa y conmovedora. Así pues, desde los suicidios de 1997, las tribus de Tanna han aceptado el matrimonio por amor, como parte de su kastom/cultura. Mi abuela, Piedades Loáciga de Zamora, decía de vez en cuando que “el amor va donde quiere, no donde lo mandan” ¡Cuánta razón!
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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Terminando de ver “XXY” (2003) de Lucía Puenzo con Inés Efron, Ricardo Darín, Valeria Bertuccelli, Martín Piroyansky, Germán Palacios, Carolina Peleritti, entre otros. Drama argentino sobre un adolescente intersexual/hermafrodita, es decir, que posee características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable; y su proceso de aceptación como tal, sin inclinarse al final en uno ni en el otro; de ahí su título, en clara referencia al “Síndrome de Klinefelter” o “Síndrome XXY”, una condición en la que los hombres tienen un cromosoma X extra; muy a pesar que los hombres con este síndrome, no tienen rasgos físicos femeninos, el protagonista de esta película, sí. Aquí, lo que se le diagnosticó al nacer a Alex, fue una hiperplasia suprarrenal, que la convertiría en una pseudo-hermafrodita femenina. Como sea el caso, la obra no intenta presentar un caso clínico, y se decanta en situaciones rebuscadas, donde es forzada a experimentar su contacto con el entorno, con otros adolescentes de ambos sexos, adultos, el medio ambiente, que nada ayuda, a ser arraigadamente de pescadores machistas, y un sinfín de metáforas que en vez de aportar a la psicología, resultan graciosas, como por ejemplo los animales y los vegetales, así como la gran casualidad de que hay un intersexual operado en la región, y que el padre sea médico, y la madre tenga amigos con especialidades en cirugía reconstructiva… de los personajes y los actores, el único que cumple, como siempre, es Ricardo Darín, en sus silencios, tono de voz, muy contenido, y su mirada. De la chica en cuestión, más parece un pequeño travesti adolescente, que da bromas de mal gusto a quienes les rodea. Impacta saber la relación entre Álvaro y su padre, que lo desprecia por saber que es homosexual; y la pasividad de las mujeres, que no tienen aquí ningún peso, haciendo ver que la situación es más sobre el sexo masculino, sino véase el salvajismo de los demás jóvenes pescadores, etc. Sobre la historia, es muy interesante que una película hispana aborde un tema serio, poco conocido y real, pero el enfoque no llega a ninguna parte, más allá de mostrar, lo que el mismo personaje se niega a mostrar, y divaga en situaciones forzadas para ver cómo se reacciona ante tales sucesos, es decir, demasiadas coincidencias. Al final queda que, “lo que a vos te gusta, es esto” .i.
NO RECOMENDADA.
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Terminando de ver “The Last House On The Left” (1972) de Wes Craven con Sandra Cassel, David A. Hess, Fred Lincoln, Jeramie Rain, Marc Sheffler, Cynthia Carr, y Gaylord St. James, entre otros. Película de terror, versión hollywoodense del clásico sueco ganador del Premio OSCAR como Mejor Película Extranjera: “Jungfrukällan” o “El Manantial de La Doncella” (1960) dirigido por Ingmar Bergman; que a su vez tuvo un remake en 2009. La trama sigue a 2 adolescentes liberales, como la época en la que viven, que son raptadas por un grupo maníacos. Debido a sus escenas de violencia, como si fuera un “exploit”, la cinta fue editada y prohibida en varios países; y representa el debut en la dirección de Wes Craven, que contó con un presupuesto de $87,000, logrando una taquilla de $3.1 millones. Sin embargo, desde el punto de vista de la producción, el guión, y viéndola como “hija de su tiempo”, “The Last House On The Left” (1972) sigue siendo una bazofia. De las película peor hechas de la historia del cine, con fallos HORROROSOS de edición y continuidad, con escenas que no tienen relación y momentos que no tienen ni pies ni cabeza; personajes en competencia de cuál es más atorrante, y los psicópatas son el ejemplo perfecto del “Chicken Brain”; malos actores, mal uso de la iluminación, mal montaje, PÉSIMO uso de la banda sonora, y el par de policías más incompetentes y ridículos de la historia. Si la premisa era sobre la influencia de las drogas, el alcohol y la violencia, que enuncia el rótulo de advertencia, “The Last House On The Left” (1972) queda hoy como una comedia. El único mérito, y lo que la convirtió en película de culto, fue mostrar sadismo y sexo a unos EEUU mojigatos e infantilizado, que rendía culto a crímenes como los de Charles Manson y su grupo. Penoso y vergonzoso debut de alguien como Craven, que se osó a versionar un clásico de Bergman, y aún más atrevidos, quienes hicieron un remake de una película tan mala como esta. Y es que uno ve el póster promocional, y no puede imaginar la cantidad de terror bruto y descarnado que mostraría, pero queda en porno/gore con escenas de violaciones, sexo lésbico y sadismo, y una venganza final que hará sonrojar a cualquiera, parece que están ahí puestas simplemente por el morbo y la provocación. Todo ello, realizado y mostrado con una ilógica tan pasmosa, que la hace una auténtica basura. Lo único bueno es la estética como de porno setentera, muy hortera, pero sin mostrar sexo. O sea… de las películas que JAMAS DE LOS JAMASES recomendaría; pues lo único de tERROR fue verla.
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