Esperaba ver una versión de "Bienvenidos al norte" pero en carpetovetónico y me encontré con una narración sin ton ni son, sin guión, porque parece que hayan ido urdiendo escena a escena a ver qué situaciones podían sacar y con qué chistes. No me reí en ningún momento, y si no te puedes reír y tampoco sacarle otra contrapartida no te queda más remedio que arrepentirte de verla.
Qué pena que no se pueda tratar con más seriedad, y mejor humor el asunto de las diferencias regi... digo, nacionales de la piel de toro esta.
¿Por qué no contratan a un guionista, uno bueno, no de los que hacen los monólogos del club de la comedia?

Los guiones están bien, empiezan y acaban con coherencia, buen humor y sin trucos, pero las actuaciones son, realmente, el alma de la serie, totalmente creibles, y eso, con unos personajes tan peculiares como estos, es lo verdaderamente difícil.
¿Por qué en las series españolas la mayoría de las actuaciones están tan sobreactuadas y, en cambio, en otras como esta son tan naturales y creíbles? Es un misterio para mí. Igual son los actores, simplemente.
Esta serie hace que conozcas a un tipo de personas y su mundillo muy peculiares, del que yo no tenía ninguna noticia, y solo por eso ya valdría la pena haber visto la serie. Aunque en este caso lo de "valer la pena" no tiene sentido, porque no es pena, sino gozo y diversión el visionado de esta serie.
Lo pasas bien y aprendes sobre una gente y una forma de vivir diferente. Bueno... o no tan diferente al fin y al cabo.

El resultado es deslavazado, no consigue que haya un asunto, sino más bien una estampa de una época y un grupo social que nos resulta desconocido. Trata de la vida de un preso en el penal de Ceuta en el siglo 19, con unos jóvenes Santiago Ramos y Ramiro Oliveros, y el más serio y mejor actor Alfredo Mayo. Una lástima que el guión naufrague y la dirección se limite a contarlo sin mayor profundidad. Y digo lástima porque la novela de la que procede, del mismo título que la película, es obra de Tomás Salvador, un libro notable con unos ambientes, descripciones y caracteres que apenas se entrevén en el film.
Con todo, merece la pena verla, y leer el libro, para hacerse imagen de una época y situaciones tan oscuros y perdidos en nuestra memoria. El espectador puede alucinar con la estampa de una corrida de "presos" en la cárcel, a falta de toros y porque aún no había fútbol en aquellos años, pero de alguna forma tenían que entretenerse en la trena. Es una de tantas cosas que eran así y que hoy nos dejan patidifusos. Qué cárceles aquellas. Qué sociedad. Es un mundo que afortunadamente pasó, pero que ahí quedó y no está de más conocer. Si el valor artístico es escaso, o justito, el histórico es más consistente, afortunadamente la ambientación sí está conseguida, y eso ya es bastante.

He puesto que es creíble y seguramente será su mayor virtud, claro que para eso hay que extremar el detalle y mantener el rigor histórico, que no es poco. Ciertamente nos cuenta una novela con su exposición, nudo y desenlace clásicos, pero sabe meterla dentro de un contexto que aparenta ser cuidadosamente verídico en lo temporal. Mención aparte merecen las actuaciones, nada sencillas y, por supuesto, vestuario, maquillaje y el resto de la ambientación, lástima de los mamuts, que son de broma, pero el resto es excelente.
Además pasas un rato muy entretenido, aunque tenga algún cachito gore, pero qué menos, in illo tempore la gente no era muy fina.

Seria, cachonda, original, con un humor inteligente y fino y un guión que trasciende lo manido y alcanza el nivel de costumbrista. Los actores están geniales, Dechent está que se sale y todos hacen un papel sobrio, sin estridencias y a la vez lucido; están creíbles dentro del estrámbote. Gran dirección de Carbonell para una película que formará parte del acervo fílmico hispano.
Y un espoiler de esos: