La película es un montón de excremento, una ofensa para la raza humana y la peor película de la historia. No hay nada bueno que se pueda salvar y merece ser olvidada y borrada de la historia del cine. El oscarizado Forrest Whitaker y el guionista J.D. Shapiro se disculparon por hacerla, incluso Shapiro fue personalmente a recoger el razzie al peor guión.

No soy un descerebrado fanboy de los yanquis, como todas las culturas tienen también su lado oscuro bastante poblado de monstruos y fantasmas, pero no hay que negarles lo que tienen, ganas de superarse y de vender, otra cosa que siempre me ha parecido interesante de esta gente es que lo que no tienen lo acaban seduciendo a base de dólares, ¿alguien se ha dignado a ver la lista de los premios nobel? es abrumadoramente favorable a los yanquis, nosotros como españoles nos conrformamos con 8 noveles en literatura y así nos va. La peli no es gran cosa pero funciona, entretiene y se vendió como churros.

David Slade en estado de gracia, a ver si es capaz no ya de igualar o mejorar el nivel sino de mantenerlo. Dos actores y 3 localizaciones mal contadas le han bastada para crear una pesadilla angustiosa pero hecha con gusto y sin estridencias con un final soberbio, de lo mejor de la cosecha de cine de 2005

Puesss..no sé, no hay mucho que decir. Slasher para adolescentes protagonizado por treintañeros y alguna que otra cuarentona donde desarrolla, con más pena que gloria, la enésima iteración del payaso asesino de turno, muy bien caracterizado por cierto, que mata por matar pero plano como la tapa de un yogurt. Esto parece una práctica de estudiante (o estudianta) de cine más que una película en sí. Tiene problemas con el color, a veces no sabe si ser verde o roja (no me refiero a la sangre), amarilla o naranja, parece rodada en papel de lija por el grano tan grueso que tiene. El guión es inexistente, simplemente se trata de matar gente de las maneras más diversas posibles, para eso nuestro querido payaso tiene hasta su caja de herramientas y todo. Hay una señora que aparece con un muñeco que dice no sé que cosas...

Imprescindible documental que a lo largo de dos horas desgrana historias de auténtico pesadilla sobre cómo el comunismo castrista maltrató a los homosexuales. La historia se extiende más allá de la homosexualidad ahondando, con el testimonio directo de los propios protagonistas, en la manipulación política y moral a la que los cubanos son sometidos desde la infancia llegando incluso a comparar la situación de Cuba con el fascismo (hay también algunas referencias al nazismo). La conclusión final es que la habilidad del infecto Castro para perpetrar las atrocidades y traiciones más ignominiosas y abyectas, para luego salir airoso e incluso reforzado, hacen de él un demonio encantador con un talento infinito para hacer el mal.